• Lo que causo •

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Nana sawada era una mujer amable y dulce, al contraer matrimonio con Iemitsu fue muy feliz, pero este no pasaba mucho tiempo en casa.

Cuando tenían un año de casados se embarazo, fue la mejor noticia que le pudieron haber dado, a los meses le dijeron que eran gemelos, su vida era color de rosas, pero no todo en esta vida lo es.

En el momento del parto hubieron complicaciones por lo cual solo uno de los gemelos pudo sobrevivir, tsuna, Iemitsu le hizo jurar a Nana que no diría ni una palabra del hermano a tsuna, este se sentiría culpable por ello, ella acepto, pero aún así no soportaba ver a tsuna.

El pequeño era muy torpe y se asustaba hasta con la brisa del aire, no podía evitar pensar en su otro hijo, hijo el cuál perdió por elegir a tsuna.

Culpaba a tsuna de todo, el que Iemitsu no pasara tiempo con ella, la humillación de que la conocieran como la madre de un dame, ese chico era un inútil, si chico, porque ella ya no lo consideraba un hijo.

Se sentía asqueada, tsuna era un doncel, un pequeño porcentaje de hombres que podía quedar embarazado, era una aberración, era algo anormal, algo que no debería existir, algo, no una persona.

[...]

Cuando el hitman llego a su hogar para darle tutoría al castaño tuvo que fingir lo más que pudo, no quería que él se diera cuenta del desprecio que sentía hacia el castaño, debería haberse convertido en actriz ya que el hitman se tragaba el cuento de la madre preocupada pero despistada.

[...]

–Quiero a Ieyastu – murmuro, ese seria el nombre de su hijo si tsuna no lo hubiera matado

Yo puedo cumplir ese deseo 

–¿Quien eres? – pregunto Nana viendo a la persona frente a ella

La persona que te traerá a tu hijo – sonrío al encontrar la persona perfecta para su plan

–¿Como puedes ayudarme?

Fácil, solo debes de eliminar al décimo Vongola y yo te traeré a tu hijo ¿aceptas? – extendió su mano esperando que la mujer aceptara

–Si, solo quiero a mi verdadero hijo a mi lado – acepto la ayuda que le brindaba aquel hombre 

[...]

Esa tarde ella estaba oculta tras unos arboles observando como el castaño estaba frente al acantilado, se acerco de manera sigilosa y cuando este estaba a punto de irse lo empujo, solo vio como el cuerpo era arrastrado por las olas hasta las profundidades del mar.

Con Vongola fuera todo sera mas fácil, vaya madre la que tienes Tsunayoshi

[...]

Fingió estar preocupada y le contó a Chrome que el castaño no estaba, ella vio como a nadie a parte de la chica se intereso su desaparición, sintió un poco de lastima ¿tan poco lo valoraban?

Dejo de lado eso y se concentro más en que en poco tiempo tendría a su hijo entre sus brazos, porque Ieyastu era su único hijo, por ella el castaño podría morir.

Aunque ya estaba muerto.

[...]

Estaba en la mansión Vongola cuando vio que todos murmuraban cosas, algo pasaba, entro a la habitación donde estaban todos y lo que vio la dejo helada.

Allí estaba tsuna, al que lanzo del acantilado, estaba vivo, sintió miedo de que él les hubiera dicho algo a todos, este solo la miro para ponerse de pie

–Ya les dije, si Darks no esta aquí yo no tengo porque permanecer acá – hablo mientras tenia a Kuro en sus brazos

Intento tocar al castaño para ver si no era producto de su imaginación, gotas de sangre cayeron al suelo y todos estaban en silencio.

Kuro había rasguñado a Nana, el gato tenía su pelaje erizado mientras su mirada había cambiado, ahora sus ojos daban una mirada afilada te acercas y te mato” era lo que decía esa mirada

–Kuro te has manchado de sangre tus garras – hablo el castaño preocupado –. Vamos a limpiar tus garras.

No le gustaba que se manchara de ese carmín sus garras o algún parte de su cuerpo, era como si repudiara el hecho de que él estuviera sobre su pelaje puro ese asqueroso líquido de impurezas. Él no debía tener eso, nunca, jamás sobre si.  

Juro que si te acercas, te matare, tal y como tu lo intentaste contra mi madre”

Esa fue la amenaza lanzada al aire, cuidaría de su madre de quien fuera, así tuviera que hacerlo de su propia sangre.

Miro al pequeño gato el cuál le gruño, de algo estaba segura, ese gato era todo menos normal.

«¿¡Así que fuiste tu?! ¡Ya veras te daré la peor de las muertes!»

Grito Silver dentro del espejo de la habitación.

“¡Robaste una Vida!”

Molesta y triste araño el espejo, quería romper todo y probar sus venenos en aquella mujer que no merecía ser llamada madre.


–Veo que ya tenemos a otro objetivo, vaya suerte nube, creo que primero derribaré a esa mujer – hablo Crowleys mientras estaba al lado de Silver manteniendo la calma

¿Ella es una persona, una madre? Ese título no le queda, solo es una escoria, el desecho del mundo

Por ahora sera mejor alejar a mi madre de ella, si no yo la matare – el pequeño tomabo la mano de Silver –. Nadie merece el amor de mami

Camino lejos de ellos soltando la mano de la fémina para ir con su mami, esa señora no era su abuela, solo una basura de persona que no merecía estar viva.

Le molestaba que nadie se había dado cuenta de las intenciones de esa mujer, su aura era negra como veneno toxico que mataba todo lo que tocaba, se había llenado de un rencor contra alguien que no tenía culpa de nada.

Era tan lamentable lo que era RL ser humano.

Vuelve |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora