Bueno, ¿En dónde me quedé?
En la parte en la que le vendía mi alma al diablo verde.
Luego de contar un poco de qué trataba la ilegalidad y impresión de este "trabajo" les explicaré como siguió esta historia.Para mí poca fortuna, ese mismo día había recibido un e-mail, sobre algo que ya no necesitaría.
Habían transcurrido 9 meses de tratamiento y estaba siendo efectivo, a lo cual, ya estaría disponiendo de poder dejar en lo que me había metido.Para ser más explícita, le depositaba una cuenta "anónima" a la cuenta de mi padre cierta cantidad a cada cierto tiempo, para mi suerte, suponían que se trataba de una tía que era prácticamente millonaria, y que quería ayudar. Jamás hablaron explícitamente sobre ello, tampoco era necesario.
Riendo con gracia de la situación que relate, respondí el e-mail, puesto que necesitaba dejarlo. Expliqué todo a Dylan, era un amigo fantástico que conocía mi situación y para su desgracia también había llegado al trabajo de drogas por algo parecido a lo mío, pero él permaneció dentro.
Dylan tenía 17 años, era castaño claro con unos ojos preciosos; y una sonrisa con la que te llenaba de creer que todo estaba bien, era bastante alto y simpático, estaba soltero y a mí parecer su trabajo era todo.-Te matará.- Dijo sinceramente el castaño, con preocupación. -Sabes que la única manera de salir de esto es la muerte, o te torturará, tú sabes bien en lo que te metiste.- Dijo el castaño.
-Ya lo sé, pero yo no quiero arruinarme, no quiero dedicarme a esto, de verdad, tú eres el ayudante de Él, puedes explicarle.- Dije. Jamás podíamos mencionar al jefe, por lo que le decíamos "Él".Tenía esperanzas de que todo saldría bien, pero tenía que tener ojos en la espalda. Todo podría transcurrir, y de un momento a otro podían lastimar a cualquiera si es que querían.
Era un hermoso día que le daba la bienvenida a la primavera, días que te dan ganas de vivir, días que respiran felicidad.Dylan lo intentaría.
El resto del día transcurrió como si fuera normal, estaba con mis amigas y decidimos ir a tomar un helado, ya que no teníamos deberes que hacer.
Cuando llegué a mi casa, me encontré con la siempre de que estaba sola, no había nadie.
Había un post it en la nevera que decía que mamá y papá volverían a la noche, soy hija única y por lo cual, me dejan dinero para que vaya por algo de comer antes que cocinar.Mi reloj marcaba las 7 p.m, aún era de día así que decidí ir al supermercado.
Me quedaba más o menos lejos, iba en el transcurso pensando en el e-mail y escuchando a Megan Trainor.Mientras tanto en Vancouver, Canadá.
Finn!, Ya hemos llegado- Mis mejores amigos ya habían llegado, Caleb y Noah. Gaten estaba jugando play station conmigo.
¿Han traído comida?- Preguntábamos Gaten y yo casi al unisono.
No, pensábamos que iríamos a por pizza o hamburguesas, más tarde. O al parque.- Mencionaba Noah.
Ellos eran los mejores, sin duda alguna, estábamos casi siempre juntos, desde el kínder.
Esa tarde saldríamos y haríamos una pijamas en casa de Caleb, ya que mis padres tendrían trabajo, y la mayoría de los adultos que eran nuestros padres trabajaban como si fuera aire, es decir, adictos al trabajo.
Yo tenía un hermano mayor, Nick, y el cuál se la pasaba la mayoría en su mundo y poco le importamos usualmente, pero cuando necesitamos algo o hubiera emergencia siempre está ahí.Volviendo a algún lugar de USA, en una ciudad.
Iba en la mitad de mi camino cuando siento un auto detrás mío, le reste importancia y seguí, hasta que sentí que me seguía, me alarmé y comencé a caminar más rápido, era en vano y en un momento a otro empecé a correr,me metí en calles que jamás había visto ni pensaba visitar, era un caos luchando por perder el auto que nisiquiera había visto el color, hasta que llegue detrás de un bote de basura. Que buen escondite, Amelié- Pensé.
Ahí sentí en mi pierna algo punzante, crei que fue una bala pero no sonó como una y tenía un color burdeo por lo que pude ver, en ese momento todo se volvió negro.
Tengo muchísimas ganas de seguir con esto♡.
-Gxlwolf.✨
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Boulevard of broken dreams; {Finn Wolfhard}
FanfictionAmelié V.- 15 años recién cumplidos, desaparecida. Finn W. - 15 años, un chico con problemas emocionales. ¿Puede que este chico sea algo para una chica que le pisotearon los sueños?; Lágrimas imparables, búsquedas sin fin y una chica sin dejar rastr...