Vancouver [1/?]

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Amelié.

Llegó el rey de Roma. Era un chico de facciones guapas, sonrisa malvada, pelo liso café y derrochaba alegría, no me parecía malo.
Lamentablemente, Amelié Vonshrew equivocándose otra vez.
Era un maniatico, me daba bastante miedo, parecía joven, no soy buena en las edades pero no le daba más de 16, posiblemente, pero era imposible que él pudiera controlar esto, la red era la mayoría menores de edad, pero los jefes debían ser mayor de edad por razones obvias.

Bueno, tú sabes bien porqué estás aquí, y veo que no estás muy asustada, ¿Rick y Jorge te trataron bien? Prepárate para lo bueno.– río irónicamente y sarcastico, no lograba cuadrar tanta maldad en alguien que irradiaba ternura.

No supe que responder, solo le pidió al conductor encender el auto, y ir a no sé dónde, tampoco se supone que debía saberlo, duh.

Llevábamos 15 minutos más o menos de viaje y ya estaba muerta de miedo por el tipo a mi lado.
Hasta que comenzaron a discutir.

¡ESTÚPIDO! ¿DÓNDE ESTAMOS?, SE SUPONE QUE DEBIMOS LLEGAR HACE 10 MINUTOS.– gritó el tipo maniatico.

Dentro de la nada misma, su celular empezó a sonar, no alcancé a ver porque él me empujó para que no lo lograra y me golpeé duro contra la puerta del auto, no pude evitar quejarme.

¿CREES QUE ESTO ES GRACIOSO?, gritaba al celular- LA TENGO AQUÍ, Y CREÉME QUE TENGO LA PACIENCIA EN UN HILO, NO TENGO DÓNDE LLEVARLA, ASÍ QUE CONSÍGUELO RÁPIDO HIJO DE PUTA.- Estaba aterrada, y comenzaba a llorar, temía, y era en serio.
Creo que eh sido muy duro, lo siento- ¿qué clase de secuestrador pide perdón?– pero necesito que te calmes, o de verdad sufrirás.
Hice lo que pedía y intenté calmar mi respiración, de apoco pude conseguirlo, el tipo hablaba con los de adelante, les decía lo siguiente.
Iremos a una dirección diferente, tenemos que ocultarla y creo que sospecha la policía de la ubicación anterior, el estúpido de mi pareja siempre se lamenta por su casa, jamás está ahí más de dos días y sus padres menos, ya que está muy solo. –, Es un imbécil, parece de todo menos un arrogante y ni siquiera quiere a quién lo cuida?, Pensé. –El lugar es seguro– continuó.– como casi nunca hay nadie va una ama de casa a cada tiempo a mantenerla limpia, podemos ocultarla ahí.– Mis ojos se abrieron como platos, ya que no esperaba eso, iría a una casa, podían descubrirlos al instante, es imposible esta mierda.
Mientras yo me mantenía quieta y callada, él tecleaba para llamar a alguien.

Haré esto más oficial, lo llamaré– dijo y hizo.–¡Bae! ¿Qué tal todo?, ¿Qué haces?..– mientras recibía respuesta y su voz cambiaba a un tono dulce– Oh sabes, más tarde iré a verte. ¿Te parece?, Necesito verte, te extraño,– me daba asco lo falso que llegaba a ser, pobre chico detrás de la línea telefónica, pensaba.– ¿No hay nadie en tu casa entonces?, Bueno, esperaré a que llegues, adiós, te quiero.– y colgó.

–Todo listo, ahora debemos llevar a esta mocosa a casa– Decía y reía, viajamos y en un segundo estábamos ahí, no quería salir del auto pero ya no sabía qué hacer.

Me tomaron y fuimos a la ventana trasera de la casa, el tipo nos contaba una anécdota de ese chico.

–Es un imbécil, me contó hasta donde tenía las llaves de su casa, así que iremos al sótano y veré cómo esconderte.– Mencionó.

Yo no me lo creía. Parecía un juego, no lo sé, ahora estaba en una maldita casa de un desconocido.

Me llevaron con los ojos vendados al sótano, para no recordar el camino, yo creo. Era oscuro y había un calefactor, no parecía haber más que cajas y eso.
Me habían atado con esposas a un fierro apegado al calefactor, no sabría que pasaría después de ello, no sabría que comería o qué sería de mí. Estaba en un lugar desconocido, carcomida por el miedo, y aún nadie me daba indicaciones, todo estaba siendo muy raro, me daba cuenta de que aún no empezaba nada, sabía que faltaba que viniera alguien importante y definiera qué ocurriría. El tipo era solo un jefe, sabía que vendrían cosas peores.

Me armé de valor y dispuse a poner en riesgo mi vida. Antes de que se fuera, pregunté. –¿C-cuál es t-tu nombre?– dije intentando no morir de miedo en el intento.

El tipo rió fuerte.¿Así que te armaste de valor para preguntar esa estupidez?, Pero ¿Sabes?, cómo sé que no saldrás de esta te lo diré. Me das mucha risa, Amelié.
Mis modales no fueron los mejores,– dice y hace una reverencia de burla. –Mi nombre es Jack Dylan Grazer a sus servicios, pequeña dama.– Me da gracia que te hayas arruinado, ahora estás prácticamente muerta, y oh cariño, ni pienses que podrás gritar mientras no estemos, sabes bien cómo funciona esto, además, instalaremos cámaras y micrófonos que podrían disparar instantáneamente si intentas algo, ¿Entendiste, pequeña?.– Cabe mencionar que yo no soy quién te advertirá, es más, yo solo soy una especie de mensajero, pero vendrán más personas a visitarte, ya verás.

Ahí fue cuando terminé de derrumbar mi mente, estaba llorando a mares y no me importaba, quería salir de este maldito infierno.

Hasta que escuchamos un auto estacionarse, y Jack salió instantáneamente, los dos tipos que iban ya se habían ido hace bastante, dejándonos solos.
Él subió y ahí decidí dormir un poco, sería en vano intentar algo, lo haría en algún momento, pero aún no.

~
¡Pero que capítulo! Me gustaría saber si se lo esperaban 7u7, como que quería revelar su identidad más adelante, pero mi mente dió un giro de 360° al darme cuenta que si lo hacía ahora, daría más historia por delante, y más ideas que me rodean, muchísimas gracias por los votos y leídas, no canso de decir cuánto me encanta escribir esta novela, y fue más largo el cap, pero si les soy sincera, esto está recién comenzando <3. ¡Besos!

–Gxlwolf.✨

Boulevard of broken dreams; {Finn Wolfhard}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora