Urgency [15]

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Finn.

Salí dejando su presencia atrás, lo único que deseaba era que pudiera despertar. Salí de la clínica, y me dirigí a mi casa. No podía hacer más que esperar a que ella despertara, esperaba que fuera pronto.

Decidí caminar a casa, quería terminar este día. Eran las 19:00 p.m y casa quedaba algo lejos, estaba en el extremo norte de la ciudad, mientras que mi hogar estaba en el sur. Tomé mis audífonos y empecé a mi camino.

Mi corazón latía, la música sonaba y las nubes sobre mí amenazaban con una pequeña llovizna.

"I know you've got the best intentions,

just trying to find the right words to say

promise I've already learned my lesson

but right now, I want to be not okay."

Sonaba en mis auriculares, ¿Porque tenía esa canción y por qué tanta coincidencia con mi vida?, saqué la canción y decidí que no era el mejor momento de escuchar música. Sólo caminaría, me estaba dirigiendo a calles que no transitaba mucha gente, no me gustaba mezclarme en grandes masas de personas.

No ocurrió nada interesante en la caminata, sólo ayudé a una chica que casi se tropieza, estaba bastante extraña, se llamaba Katya, al parecer no vio una roca en frente de ella y la sostuve del brazo, iba unos pasos más atrás. Tenía ligeramente los ojos aguados y las mejillas con más rubor del habitual, no quise preguntar qué sucedió y sólo me fui, mientras ella sonreía. No me importó lo frío que fui con ella, después de todo necesitaba descansar unos días. Después de una hora, que me pareció extraño llegar tan pronto, mis padres estaban allí, aún sabiendo que Nick hablaría con ellos y vendrían lo más rápido posible.

Mamá me miró fijamente, y me dió una sonrisa triste. No necesito palabras alentadoras o preguntas innecesarias, sólo reaccioné a darle un abrazo, mientras mi padre se unía. Me sentía seguro por primera vez en mucho tiempo.

Amelié.

Estaba en las nubes, a lo alto del todo. Veía el mar, las montañas y cataratas junto a ríos de agua celestes con un tono de verde, mientras alegría irradiaban los animales sobre las colinas rocosas. Eran muchos paisajes mezclados juntos. Era la felicidad máxima que esperé por tanto tiempo, los paisajes eran los que quise visitar toda mi vida. Se veía tan irreal.

Y lamentablemente lo era, esa nube se desintegró y con ella escuchaba un ritmo que parecía ser mi corazón. Entonces me di cuenta, estaba en un sueño profundo y que no podía moverme, sentía como mis brazos estaban conectados a no sé qué, y mi estómago también.

Había despertado pero mi cuerpo no, ¿cómo era esto posible? ¿Dónde estaba? Sentí miedo de que pudieran estarme usando cómo experimento, o qué había pasado conmigo. Estaba aterrada, mi mente no recordaba nada y indagué en el pasado. Tampoco recordaba muchas cosas. Tengo miedo, y no pude hacer mejor cosa que volver a dormir.

Finn.

Mi madre me abrazaba mientras yo sollozaba, me sentía ese niño pequeño que no quería alejarse de ella, me sentía tan seguro ahí y necesitaba sacar todo lo que había guardado. Mi corazón sufría, pero este sería el fin de los malos tiempos.

-Nos quedaremos el tiempo que necesites, ya no más trabajo, es hora de unas vacaciones.- papá lo decía para ayudarme, pero yo sabía que no duraría mucho. -No hace falta, solo tengo que superarlo, ya pasará.- dije sincero y sin ganas de seguir hablando.

Ya habían pasado 3 días desde que Amelié estaba en el hospital, recuperándose. Estaba saliendo de clases junto a Gaten y Caleb, Noah estaba en cama con fiebre, en su casa. Nosotros no volvimos a tocar ese tema, era delicado y aquí no era el mejor lugar para discutirlo. Además que siempre se formaba un silencio incómodo cuando se mencionaba. Sin embargo no estábamos separados, es más, ellos estaban más cercanos a mi y me sentía bien. Estaba tranquilo.

-Oye Finn, pensábamos ir a casa de Noah para divertirlo un rato, ¿Vamos?- Caleb dijo animado mientras Gaten le siguió, -No sé si haz visto tu celular con los más de 100 mensajes que envió Noah, pero la fiebre lo hace estar dramático.- dijo riendo. A lo que revise mi celular.
Todos los mensajes de Noah eran así:
-"Chicos vengan por mí, antes que venga la muerte"

-"Espero no sean mis últimas palabras, pero los quiero"

-"Venid a verme, os extraño".

-"Pinches amigos que tengo wey, respondan hijos de la chingada".

¿Desde cuándo Noah sabía otros idiomas? Apenas conocía su idioma natal, me reí por las cosas que decía, estaba cada vez más loco.
-Esta bien, vamos, pero primero compraremos algo para aliviar la fiebre.- estaba feliz ese día, tenía ganas de ir. -¿Qué cosa?- Gaten preguntó, -Doritos, pizza y bebidas.- Caleb y Gaten se miraron y sonrieron, -Oh hermano eso me ha gustado, vamos cuánto antes.- mencionó Caleb. Comenzamos a caminar y teníamos suerte de que la casa de Noah estuviera solo a 5 minutos de aquí.
Íbamos a mitad de camino hasta que Nick me llamó, no respondí porque mi teléfono quedó sin batería, y tampoco había avisado que iría a casa de Noah, tenía que hacerlo.

Llegando a la casa de Noah, cargué mi celular y lo dejé a un lado. La razón: Noah no nos soltó al ver la pizza que llevamos, era su favorita. Noah no podía salir de la cama, así que jugamos en su Xbox, hablamos y pasamos el rato.
–Y bueno, ¿cómo va esa fiebre? Por cierto, ¿Hace cuánto estás así?– me di cuenta que no había hablado mucho con Noah, pero no quitaba lo bien que nos llevábamos. –Desde que, ya sabes. No me arrepiento de ayudarte, no dejaría a un amigo solo. Creo que la mezcla de sentimientos y euforia me hicieron subir los humos, o pesqué un resfriado en el hospital.– se rió, yo seguí su acción. –No es algo que importe ahora, quiero saber qué tal estás tú. Sé que muchas cosas han pasado y es algo que deberías manejar muy bien, estás pasandolo muy mal, si necesitas algo ahí estaré.– me sonrió sincero.
–Gracias, sé que cuento con todos ustedes. Estoy tranquilo, e-ella..despertará en unos días. No sé en cuánto. Pero lo hará y estaré ahí, tengo que tomar la iniciativa de ayudarla, siento de verdad que es mi deber, y quiero.- respondí de manera tranquila, Noah era más sensible y más atento que los demás. Tenía un toque distinto, y ciertamente apreciaba ser amigo de él.

Estábamos hablando de temas diversos, hasta que Caleb se dió cuenta de mi celular, –Ehh...Finn. Ve tu celular, tienes una llamada.- me di cuenta que no había llamado a mi hermano y me preocupé, quizá pensaron que estaba cometiendo alguna locura o con los chicos. En fin, atendí la llamada. Era mi hermano, –Finn, dime ahora cuántas llamadas tienes perdidas.– miré asustado a mi celular, tenía que fueran más de 5. ¡Tenía 32 llamadas perdidas! De mis padres y Nick, algo grave había pasado. –Nick, ¿Qué ocurre?- estaba desesperado, –No quiero saber ahora qué estás haciendo, ni regañarte. Pero hermano, te iré a buscar. ¿Recuerdas que le dejé mi número al médico?– hizo una pausa, yo estaba en estado de shock, no sabía que decir y solo dije un –sí– mientras Nick me pedía que mantuviera la calma, ahora era importante. –Bueno, Amelié despertó.– esas palabras me llenaron de asombro y alegría. Quería saltar y llorar pero antes de poder reaccionar le contesté. –Estoy en casa de Noah, cerca de la escuela. Ven.– corté la llamada y mi corazón latía a mil por hora, –Chicos, Amelié despertó..–

~

¿Qué tal? Lo sé, me demoro mucho en publicar :c, lo siento. Sólo estoy muy ocupada la mayor parte de mi tiempo, pero pienso en alargar los capítulos un poco más, si es que puedo. Antes de despedirme les quería dar las gracias por los comentarios, votos y el cariño que le dan a la novela y a mí, están ganandose un espacio en mi corazón 💙. Espero que tengan un buen fin de semana 🌚
Sin más que informar se despide,

–GxlWolf.✨

Boulevard of broken dreams; {Finn Wolfhard}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora