The light [16]

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Nick conducía lo más rápido que podía, iban todos los amigos de Finn en su auto. Caleb estaba pálido por la velocidad en que el hermano más grande de los Wolfhard manejaba. La chica que inconscientemente llenaba de ánimos a Finn, la que era dueña de cada pensamiento a cada hora, finalmente había tenido fuerzas para despertar del coma.

Finn.

Mi estómago como siempre me jugaba una mala pasada revolviéndose y llenándose de euforia, no sabía qué decirle o de qué hablar, no podía llegar y decirle "hey, ¿cómo te trata la vida?" "hola, yo te salvétenía que ser algo que realmente la hiciera sentir segura, mientras pensaba en qué poder decirle Nick ya se había estacionado en las afueras del hospital. 

Entramos con una velocidad que ni yo esperaba. Por culpa de Nick una enfermera joven casi cae, y digo casi porque Nick alcanzó a tomarla del brazo haciéndola girar y dejándola en pie, y no. No se enamoró a primera vista ni tampoco se rió, le dio una paliza a Nick y mientras lo insultaba. Eso alivio un poco más cosas, ya que nos estábamos riendo muchísimo.

Había que llegar al tercer piso del lugar, estábamos en el primero, decidimos subir escaleras ya que el ascensor estaba lleno y queríamos llegar lo antes posible.
En estos días mis padres se habían encargado de la investigación, mamá era abogada y tomaría el caso, ellos se harían cargo de esta parte, no quería relacionarme más con la justicia.
Llegamos a la tercera planta casi sin aire, pero era reconfortante estar ahí. Nos sentamos alto inquietos y me acerqué a un médico, pregunté por ella pacientemente, hasta que un médico salió de la sala pero no lo reconocí, yo quería hablar con el encargado de ella.

–Disculpe, el otro día hablé con el médico encargado de los cuidados de la señorita Amelié, ¿Sabe dónde estará?.– antes que nada quería hablar con él, sabía toda la historia. –¿El doctor Brenner?, Oh el está dentro con la paciente, ya lo llamaré, ¿Cuál es tu nombre?– preguntó con la intención de saber quién era en la vida de ella. –Finn Wolfhard, señor.– era un momento incómodo.

Esperé unos momentos eternos hasta que el médico salió sonriente, se veía descuidado y cansado, pero no perdiste la felicidad que irradiaba.
–Finn, ¿Cómo estás?– se acercó y estrecho su mano juntando la mía para saludarme. —Tengo buenas noticias, ella ha estado reaccionando muy bien con el tratamiento, me alegra el que sea así. Saldremos de esta, lo prometo.— La felicidad inundó mi corazón, y todo ese dolor que amenazaba con destruirme, fue reemplazado por esperanza y emoción. Será un proceso largo, pero eso es lo que menos importa cuando ella saldrá de esta.
—¿Ella despertó?— pregunté con la emoción que amenaza de salir de mi cuerpo. —Sí, despertó completamente. Pero eso no es todo, nos dijo que su apellido era Vonshrew. Finn, seré sincero contigo. Tu familia y tú son los únicos que han venido por ella, será decepcionante el que esté sola, es joven y hermosa. Hazte amigo de ella, le servirá, además de recuperar fuerzas. Las necesita para someterse a unos exámenes, de los que te conté, para revisar su salud, ver qué puede haber consumido o cómo está.—

Amelié.

No sé cómo, pero eh despertado​, después de días según el médico. Mi cuerpo le hizo caso a mi mente, finalmente. Me asusté, estaba en una cama de hospital, intenté que mi cabeza entienda y recuerde lo que pasó, pero nada. No entendía cómo llegué aquí. Y dejé de lado ese tema, ya que mi cabeza dolía cada vez que le daba más vueltas al tema.
En ese momento, entró el médico que sólo me había preguntado mi nombre, era agradable.

—Bueno Amelié, te contaré. ¿Recuerdas que te dije que alguien vendría?— asentí atentamente, —Sé que tienes muchas dudas de como llegaste, o qué pasó.— este tipo estaba leyendo mi mente. —Él puede explicarte.— En ese momento, entró un chico, mucho más alto que yo, bastante delgado y pelinegro, mi mente hizo click y recuerdos me invadieron, como una golpiza en la cabeza. Una punzada tras otra, pero recordé que a él ví en esa casa. Él es el responsable de que esté aquí. Le debo mi vida.
Abrió los ojos por sorpresa cuando me vio. Sus manos temblaban y juro que podía sentir como su corazón quería salirse de su pecho. Me pareció algo tierno, pero ¿Él me conocía? ¿Quién es? ¿Por qué me salvó?. Mientras me miraba con nervios le di una sonrisa de oreja a oreja. Mientras lo hacía, habló —H..ola..a— estaba nervioso, lo entendía, yo también lo estaba en un punto. El doctor lo interrumpió, ayudando a sus nervios. —Él es Finn, Amelié. Está cerca de cumplir los 15 y él te salvó.— sus palabras eran un balde frío de agua tocando mi cuerpo cuando lo decía, su voz era seca y tenía un grado de ilusión en sus ojos, —Quiere conocerte y ayudarte, más bien tienen cosas en común, después de todo.— ¿Cosas en común?, ¿Él también fue secuestrado por el maldito de Jack? Y ahí recordé todo, mi mente estaba clara, desde que comenzó el terror. Me di cuenta que tenía muchas dudas y estaba inmóvil, la mitad de los horrores regresaron a mi mente haciéndome estremecer. Mi corazón latió con fuerza, yo no recordaba eso. Y lo hice en el momento que él llegó, ¿Estaba perdiendo la memoria? Tomé con fuerza la cama y las lágrimas no tardaron en aparecer. ¿Qué pasó con ellos?, ¿Dónde estoy?, ¿Cuánto tiempo estuve aquí?, ¿Mis padres?, ¿Por qué no los recuerdo?— estaba desesperada y quería respuestas, el chico rápidamente se dirigió a mí, necesitaba consuelo y él me intentaba calmar, —Calma, Amelié. Ya habrá tiempo para contarte todo, sé que estás desesperada, sé cómo se siente.— hizo una pausa, sus palabras lograban poner en paz mi ser. Tomó mi mano y me miró fijamente, —Pero debes tener calma, yo te ayudaré y cuidaré, confía en mí. Aún estás muy débil, y necesitas tomarte tu tiempo para entender todo.— me acariciaba la mano con cuidado, mientras el médico habló, —Amelié, ¿mencionaste que no los recuerdas? ¿Me explicas eso?— su tono tenía preocupación, —Yo, yo no lo sé. No recuerdo cómo era papá, y cómo era mamá. No recuerdo sus aspectos, ni recuerdo cómo me secuestraron. Tengo miedo, no recuerdo nada— llevé mis manos a mi cabeza y en ese momento Finn las quitó y las tomó con delicadeza, —No te puedes presionar. Acabas de despertar y tu mente puede jugar una mala pasada así. Sólo relájate, por favor doctor Brenner, ¿Podemos dejar las preguntas para más tarde?— dijo con delicadeza, a lo que el doctor asentió. —Iré a revisar los demás pacientes y hablar con unos colegas.— iba a retirarse a lo que Finn dijo finalmente, —Amelié ya no tiene respiración artificial, ni tantos artefactos conectados, ¿Ella puede caminar hasta la cafetería?, Está en este mismo piso, ya sabe. Para que coma algo sólido.— el doctor dudó, pero me miró y preguntó, —¿Te sientes bien?, Es mejor que vayas con suero y en silla de ruedas, así no comienzas a cansarte tan pronto, ni a forzarte, en lo que respecta a la comida puedes comer cosas ligeras, no muy dañinas. No puedes consumir cafeína, sólo agua y jugo natural, ni en polvo.— eran muchísimas normas, pero asentí a todo. —Está bien, Finn llevala, pero ten cuidado, y ya sabes lo que te dije.— con ello se retiró de la sala, dejándonos.

—Entonces señorita..— lo interrumpí, —Vonshrew.— solté una risa pequeña, —Oh sí, señorita Vonshrew, ¿sería tan amable de aceptarme una vuelta a la cafetería para hablar? Prometo cuidarla.— dijo risueño. Y así fue, dos desconocidos conociendo sus historias, en medio de un hospital, luego de una tragedia.

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¡Hooola! ¿Qué tal? Me gustó como quedó este capítulo, espero que a ustedes también, voten, comenten todo lo que quieran, se los agradezco mucho, las quiero un montón por todo el lof que le dan a la novela, y de nuevo, muchas gracias!. 💙

—Gxlwolf.✨

Boulevard of broken dreams; {Finn Wolfhard}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora