Finn.
No puedo creer que ella esté aquí, conmigo. Es totalmente nuevo, y me sorprende el que esté tan tranquila, me agrada poder ser de su ayuda. Sólo necesito el detalle más importante: sus padres. Los míos los estaban buscando por cielo, mar y tierra. La policía también, es algo importante que debía decirle.
—¿Quieres algo, Amelié?—pregunté con dudas. —Un jugo de naranja estará bien, gracias.— dijo con una simpatía, —Okay, iré por el, ¿Algo más, pequeña?— intenté sonar con un aura de amabilidad. Además de que los chicos no sabía dónde se encontraban. Los busqué cuando salimos de la sala, pero no estaban ahí. —Soy más grande que tú, tontito, pero nada más, estoy bien.— sonó risueña y tierna. Esta chica es adorable, le brillaban los ojitos.
Me dirigí a pedir jugos y un paquete de galletas que tenían chocolate en su interior. Pagué y llegué al lado de Amelié.
—Bueno, cuéntame sobre ti. ¿Cuánto tiempo te queda aquí?— mi pregunta la hizo sobresaltar. Me asusté por un momento, y su mente pareciera que le dio un aura de recuerdo. —Dime dónde estoy..por favor.— su voz se quebraba al momento que hablaba, sus lágrimas no tardaron en aparecer y al preciso instante me acerqué y me incline hacia ella, estaba en esa típica pose de un novio antes de pedir matrimonio. —Me vas a prometer que estarás calmada, y que vas a respirar hondo. Recuerda que no puedo hacer mucho si te alteras, ¿Estás de acuerdo?— le decía mientras acariciaba sus manos y brazos, noté que tenía unas marcas que cada vez que las tocaba ella se estremecia, eliminó sus lágrimas de su rostro y asintió con la cabeza, mientras se limpiaba algunos mocos. —Si te sorprendes, o alteras cualquier cosa aprieta mis manos, ¿Si?— como última advertencia se lo dije. —Bueno, Amelié. Estás en Canadá, exactamente en Vancouver. Aquí vivo desde que nací..— hice una pausa porque ella estaba temblando fuertemente, estuve a punto de mencionar algo más; pero ella me abrazó con fuerza, haciendo que mi corazón latiera rápidamente amenazando con salirse de su área, logrando una conexión con sentimientos de compasión, lástima y un puñado de muchísimos más.Quizá no fue una buena idea decírselo tan rápido, era un lugar desconocido, yo era un desconocido en su vida, ni siquiera tenía a sus padres cerca. ¿Cómo es que esta chica estaba confiando así de mí?.
Amelié.
—¿Dónde estoy?, ¿Cómo es que estoy en este lugar?- estoy empezando a creer, que la peor parte no fue estar encerrada cómo un pájaro, no puedo pensar en estar lejos de casa, otro país, otra ciudad. Mi cabeza dolía cada vez que intentaba recordar, mi mente se venía en blanco y el calor subía por mis mejillas haciendo más daño en mi cabeza, no me di cuenta de lo que estaba pasando a mi alrededor, pareciera que estaba dando vueltas, todo estaba borroso.
No recordaba mucho a mis padres, ni dónde vivía. Me di cuenta de ello y fue el remate para mi cabeza, de pronto sentí unos brazos tomando mi espalda, estaba consciente de lo que ocurría pero no podía ver. No sabía quién era, supuse que Finn. Pero estaba segura que estaría de vuelta en la habitación de hospital en unos minutos.
Sentí algo blando en mi espalda, una cama. Como si fuera la bella durmiente, al instante me dormí. Sólo que no era bella ni tampoco tuve un final feliz. O quizás ni era el final, no lo sé.Soñé con mi casa, específicamente con mi madre. Fue cómo un recuerdo de ella, que se hizo fugaz cuando intenté tocarla con mis manos, muchos momentos pasaron por mi cabeza, deshaciéndose cuando intentaba acercarme también. El que recuerdo fue cuándo tenía seis años. Fue el mejor día de mi vida, habíamos salido a la playa en verano, pero eso no fue todo, estábamos en costa mexicana, tomando helado y siendo una familia feliz, no tiene nada de especial pero el atardecer de ese día fue brutal. Esplendidos colores rosas suaves, morados pasando a rojizos, una mezcla de colores en el cielo. Pareciera que a algún artista se le había derrochado esos colores logrando la preciosidad en el cielo; estaba en los brazos de mi madre mientras papá sobaba su hombro, los tres estábamos admirando esa belleza mientras mamá cantaba con calma, no era la gran cosa pero ese atardecer me marcó. Tenía seis años pero recordaba cómo si fuera la semana pasada, sin duda era mi recuerdo favorito.
Finn.
Estoy sumamente preocupado, Amelié se desmayó luego de decirle dónde estaba. No puedo pensar en que estuvo pasando por su mente, estaba a su lado mientras ella dormía plácidamente yo estaba a su lado esperando que despertara y temía que ese desmayo le provocara algo más allá de sólo eso. Estaba esperando al doctor Brenner, luego de 15 minutos apareció por la puerta asustado.
-¿Qué pasó aquí, Finn?- sonaba agitado y ahí fue cuando la decepción inundó mi cuerpo, suspiré y tomé aire, -ella.. se desmayó.- dije con la máxima tranquilidad que pude, le iba a contar lo sucedido pero me interrumpió. -Finn, ven aquí afuera.- estaba asustado, no sabía a que se refería, -Bueno. Te seré directo y sincero, a Amelié mientras estaba en coma se le realizaron algunos exámenes ligados a su cerebro, los cuáles se realizan mejor mientras la persona está en reposo. Ella presenta algunos daños que pueden ser producidos por drogas o otras anomalías severas. En su caso, esperemos que sean drogas y no algo más severo. Su cabeza puede que esté presentando algunas punzadas de principio, si no es tratado desde ya, ella podría llegar a morir o a estar en coma permanente. No puedes forzarla ni tampoco hacer que procese grandes cantidades de información.- mierda...pensé.
In USA.
-¿Esperen qué?, ¿cómo que en Canadá encontraron a una chica? ¿¡CÓMO QUIEREN QUE ME QUEDE TAN TRANQUILA, POSIBLEMENTE SIENDO MI HIJA?!- una mujer gritaba frente a un policía encargado de la investigación. -No se altere. Ella no puede ser, no debió llegar tan lejos, posiblemente esté cerca de aquí-. -Jefe, quizás se equivoque. Los que están reportando a esta niña no tienen idea de dónde apareció ni tiene familia registrada allá.- El corazón de la mujer podría oírse alrededor de toda la habitación. -Está bien, idiota. Pide más información acerca de ella y luego se les mostrará quién es.- dijo el policía que pidió calma.
Finn.
Tengo que lograr que Amelié esté calmada, yo sé que idearé lo necesario. Ella había despertado y los chicos estaban de vuelta en el hospital, aún no sé dónde habían estado, pero estoy seguro que a ella le hará bien conocerlos y para distraerse un tanto de la situación, ya se había hecho de noche y ella debía seguir descansando, era lo mejor después del desmayo. Esa noche la pasaría en casa con mis padres, en estos días han estado más cercanos y en casa, eso es bueno. Llegué y Nick me siguió hasta mi habitación.
-Papá y mamá están contactando a Estados Unidos, tal parece que puede haber alguien ahí con respecto a ella..-
~
Wey, mi nota no la pude escribir; no tuve tiempo, pero bueeeno: VIERNES, 4:00 A.M (en mi país) SALIÓ STRANGER THINGS CTM, FUE LO MÁS HERMOSO, LLORÉ, REÍ, GRITÉ, ME ASUSTÉ (sí, algunas partes me dieron como un escalofrío :'v), me desperté a esa hora y la terminé el mismo día, ;-; tenía los feelings y el hype por las nubes, esperé casi un año, y no haré spoiler por si aún no la han visto, por ello no entraré en detalles acerca de los hechos, pero en esta temporada papá Steve se ganó mi cariño <3 todos están tan grandes y tan monos <3.
Y como siempre agradecerles todo el apoyo, votos, y demás, las quiero! 💙
-Gxlwolf.✨
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Boulevard of broken dreams; {Finn Wolfhard}
FanfictionAmelié V.- 15 años recién cumplidos, desaparecida. Finn W. - 15 años, un chico con problemas emocionales. ¿Puede que este chico sea algo para una chica que le pisotearon los sueños?; Lágrimas imparables, búsquedas sin fin y una chica sin dejar rastr...