17.

771 76 53
                                    

Abrí sólo un ojo al sentir mi espalda descubierta. Observé a mí alrededor y me encontré sólo en la cama grande. Levanté mi cabeza como si hubiera estado perdido y necesitara encontrar algo, pero por más que miré él no apareció.

Me levanté sacudiendo mi cabello y restregando mis dedos contra mis ojos. Bajé la escalera y le observé poniendo la mesa.

– Hola. –me dijo mirándome desde su posición.

– Buenos días. –respondí acercándome a él. – ¿Quieres ayuda?

– Me vendría bien.

Me acomodé en la cocina y comencé a preparar el desayuno junto a él, obteniendo el resultado final mucho antes de lo esperado.

– ¿Qué haremos hoy? –pregunté mirando por el gran ventanal.

– Tenía pensado ir a la playa o subir el monte y mañana hacerme un tatuaje.

– Tienes varios planes. – sonreí.

– Claro, tan sólo son tres días.

– Me gusta la idea. – sonreí. – ¿Qué planeas tatuarte?

– Pues, considerando que tu tatuaje me gusta mucho y que tú te consideres libre me hace quedar en un nivel bastante más alto me tatuaré algo como Alma salvaje, pero en otro idioma, creo que así suena un poco aburrido.

– Puede que sí, no lo sé.

– ¿Por qué decidiste ponerlo en alemán? ¿Sabes hablar alemán?

– No. –sonreí. – Pero sé algunas palabras, ya sabes eh tenido que leer mucho en latín y pues me interesa el alemán así que busqué la traducción para mi tatuaje y ya está.

Me miró atentamente y sonrió. – Pienso que deberíamos comprar recuerdos.

– Claro.

– Algún símbolo, como un collar.

– Me gustaría. –Respondí sincero.

– Genial, entonces ¿Playa?

– Claro. –asentí.

Recogimos un par de cosas y fuimos directamente a la playa. No quedaba demasiado lejos así que no tardamos casi nada. Cuando llegamos nos tiramos sobre la arena y a pesar de que aún no era verano, el clima era muy agradable.

Algo que obviamente iba a pasar pero no dimensioné, era el hecho de que tendría que verlo sin camiseta. No iba a terminar de impresionarme nunca, su cuerpo era hecho a mano.

– ¿Qué estás viendo?

– A ti. –respondí, sacando como respuesta una mejillas totalmente rojas. – ¿Te pone nervioso?

– No. –respondió seco y se echó a mi lado.

– ¿No? A mí no me engañas bebé. – respondí acercándome mucho a él.

– Idiota, no hagas eso.

– ¿Qué? – Pregunté bajando los lentes de sol y elevé mis cejas

– Deja de coquetearme, me estresa.

– Y tú deja de intentar evadir la palabra nervioso. –me acerqué a su oreja y susurré. – Sé muy bien cómo te pones cuando me acerco mucho a ti.

– Si sigues te arrastraré a la playa. – me miró con seriedad.

– Ah, pequeño no te enojes conmigo ¿Sí? – pregunté haciendo un puchero.

– No eres tierno. – gruñó.

– ¿No? –pregunté tímidamente y lo miré fingiendo pena.

Amentiam [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora