Amentiam [Jikook]

25.

¿Él era un error?

No había dejado de repetir esas palabras en mi cabeza desde que salieron de mi boca hacía una semana. Él no me dirigía la palabra y yo tampoco a él, pasábamos de largo sin saludar o despedirnos cuando estábamos en horario de prácticas, y a pesar de que todos querían que las cosas fluyeran tranquilamente no podíamos obligarnos a que lo nuestro volviera a funcionar.

Como prometí, le di tiempo, donde no pregunté por él, no le hablé y traté de mirarle lo menos posible. En esa semana había estado preguntándome lo mismo sin parar y estaba convenciéndome de que la respuesta era sí, un sí seguro y rotundo.

Jungkook era un error en mi vida, un bache que me hizo caer de bruces por un acantilado, pero que no me había matado, por lo que ahora sólo debía levantarme y aprender a no volver a pisar el bache.

– ¡¿Por qué coño no me estás escuchando?! –medio gritó Yoongi, parado justo frente a mí en el sillón de mi casa.

– ¿Era un error?

– ¿Qué? –preguntó desentendido.

– Quizás no soy homosexual, Yoongi. –lo miré a los ojos. – No lo soy. –dije firme cuando me paré a su altura, él y yo eramos casi del mismo tamaño, costaba diferenciar la altura entre ambos.

– Estás demasiado cerca para mi gusto, amigo.

– No lo soy.

– ¡Está bien! –me dijo alterado. – ¿Por qué no?

– Tú no me gustas, Jin no me gusta, Hoseok, Tae, JongIn, ninguno de ustedes llama mi atención. –solté con el ceño fruncido.

– Necesitas terapia, con urgencia. –frunció el ceño y puso una mueca. –No te preocupes, te llevaré al loquero por la mañana.

– No necesito eso.

– Exactamente. –sonrió. – Necesitas acompañarme al bar a beber, así como yo te eh acompañado desde hace... tiempo.

– ¿A qué iré?

– A estar conmigo. –Tomó mi mano y las llaves de mi apartamento. – Y averiguaremos si eres homosexual.

– ¡¿Qué?! –grité antes de que me sacara de mi propia casa.

– Hombre, excelente culo ¿Qué te parece? –me preguntó al mirar por detrás a una chica de no más de veintidós años.

– Sí, ehm... ella está bien.

– Eres homosexual, totalmente comprobado. –asintió convencido.

– Eres idiota. –reí. –No creo que esa sea la forma de saberlo.

– Entonces dime ¿A quién de esas dos personas te cogerías? ¿La chica del cabello largo o el chico con los tatuajes?

– Pues... –fruncí el ceño, ninguno de los dos parecía suficientemente atractivo.

– ¡Oh, cambio, cambio! Esta es mejor, la chica de cabello corto y tatuajes o chico de cabello rubio en la barra.

– Ambos están bien.

– Vas a hacer que mi cerebro reviente. –bufó.

– Es sólo que ambos son atractivos.

– No es lo mismo que querer acostarse con los dos ¿No te llevarías a ninguno a casa?

– Sería difícil decidir, supongo que luego de una conversación podría saberlo.

– Creo que te gustan los chicos y las chicas.

– Sí fue un error entonces.

– ¿Jungkook?