Estaba nerviosa mientras terminaba de arreglarme para mi cita con Byron. Sandra me ayudo y solo le conté que ayer antes de que se fuera habíamos intercambiado números. Por supuesto que no podía decirle la verdad. Era muy paranoica y hubiera sospechado de un hombre que me envió flores por más de un año y luego me regalaba una joya sabiendo que era mi cumpleaños. Me diría que lo denunciara y que estaría loca por aceptar cenar a solas con el pero yo no pensaba así... Byron era un misterio y quería desentrañarlo... un misterio tan guapo que estaba llenando mi cabeza de fantasías.
Ella estaba entusiasmada y me ayudo a arreglarme mientras saltaba a mí alrededor. Después de que estuve lista nos despedimos y me hizo prometer contarle todos los detalles al otro día.
Me mire al espejo una vez que estuve sola. Sandra me había recogido el cabello de una forma alta que destacaba mis pómulos y había maquillado mis ojos con una leve línea de delineador. Un poco de base para no verme tan pálida y un labial muy suave. Mi vestido era color crema es al cuerpo con un fino cinturón de cuero negro que acentúa mi cintura. Los zapatos son negros con la punta abierta. Puse especial cuidado en mi pedicura esta tarde ya que con el ballet los pies se lastiman todo el tiempo.
A las siete en punto tocan mi timbre. Tomo mi cartera con mi celular, dinero y mi identificación y salí.
Una limosina negra importante me esperaba y un hombre mayor elegante me baria la puerta
_ soy Edgard su chofer, el señor Byron la espera en el restaurante señorita_ dijo y asentí mientras entraba. Dentro de la limosina había una caja de terciopelo con mi nombre la abrí y vi unas chocolatinas que eran mis favoritas. Disfrute algunas y guarde el resto en mi bolsito para después.
El viaje estuvo tranquilo mientras la suave música de Lana del Rey sonaba. Estaba nerviosa y Edgar pareció notarlo
_ tranquila señorita Mills, el señor Byron es un buen hombre , un poco excéntrico y celoso de su privacidad pero puedo decirle algo. Es un verdadero caballero_ asentí en agradecimiento. Llegamos a un restaurante muy exclusivo. Edgar me abrió la puerta y me escolto hasta adentro. Una recepcionista rubia muy bien vestida se acerca a nosotros pero Edgar no la deja pronunciar palabra
_ el señor la espera en el vip_ dice y ella se tensa y asiente
_ Por favor sígame_ dice la chica y me despido de Edgar que me saluda con la cabeza.
La recepcionista me conduce al salón al fondo. Hay una puerta negra vidriada y ella me da paso
_ el señor la espera dentro_ dice y agradezco.
Cuando entro el salón está completamente vacío excepto por una sola mesa. En ella hay velas y copas y cubiertos dispuestos, un arreglo pequeño de rosas bebe... y Byron ... mi misterioso Byron está parado en la punta de la mesa mirándome como si yo fuera lo más precioso del mundo. Se acerca a mí con un paso calmado y elegante como una pantera.
_ Uma te vez deslumbrante_ dice besando mi mano
_ Te vez muy guapo Byron..._ susurro mordiéndome el labio y él sonríe de lado haciendo que mis piernas tiemblen.
Me lleva despacio hacia la mesa apoyando su mano en mi espalda.
La mesa tiene un asiento circular y el me hace pasar. Después se sienta casi a mi lado y puedo sentir su fragancia masculina... debe ser un perfume costoso pero que le queda muy bien. Una camarera pelirroja entra al salón. Lleva un uniforme de falda y blusa blanca pero está demasiado abierta dejando ver su abundante busto y el comienzo de su sostén de encaje negro. Mis pechos o son gran cosa a lo sumo un 85 pero nunca me había sentido incomoda hasta ahora. Sin embargo Byron solo tiene la mirada en mí desde que no sentamos. La camarera sirve el vino y en todo momento se estira exageradamente poniendo su pecho a la vista de Byron, luego pregunta con voz gatuna
_¿ necesita algo más señor...?_
_ gracias_ dice Byron bruscamente_ sin embargo si deseo algo más_ dice mirándola de una manera muy fría_ cierre unos botones de su escote, es muy grosero estar exhibiéndose de esa manera y dígale a Marcel que quiero que el resto de la noche me atienda Anthony_
_ por su puesto señor..._ dice ella con gesto amargo
_ puede retirarse_ dice con fastidio volviendo la mirada hacia mí. Cuando la chica se va el levanta su mano y acaricia mi mejilla sus ojos no dejan los míos, son de un azul profundo que contrasta con su cabello oscuro, su pulgar acaricia el lunar de mi mejilla_ eres tan hermosa Uma..._ susurra y me hace sonrojar.