Uma
Ha pasado una semana desde que Salí de la casa de Byron... los primeros días siguió enviándome las flores pero las rechace. Apague mi teléfono hasta el punto que en Sandra vino a verme preocupada. Llorando como nunca en mi vida le conté todo.
Ella me apoyo abrazándome y alimentándome cuando yo no podía pasar ni agua
_ no sé qué decirte amor_ dice con tristeza en su voz..._ es todo tan intenso y oscuro... solo tu corazón puede decidir si puedes perdonarlo o no..._ dice abrazándome antes de irse a trabajar.
Amaya se había ido a España unos días antes. Me llamo pero no pude contestarle, no sabía si ella estaba enterada de todo pero si lo estaba y no me lo dijo no podía culparla, Byron era su hermano después de todo.
Sandra venia cada día para sacarme de la cama, me metía en la ducha y me obligaba a comer. Si no hubiera estado yo no habría podido moverme en mi dolor.
Lo extrañaba más de lo que podía aceptar y el dolor de la verdad me estaba consumiendo. Mi única descarga era bailar. Ponía música y bailaba hasta que caía en la alfombra porque mis pies ya no podían sostenerme y sangraban .
Prefería el dolor del cuerpo al dolor de mi alma...
Byron
El momento en que Uma salió de mi vida lo perdí. Destroce la computadora, destroce los cristales del estudio maldiciéndome por haber sido tan idiota de no decirle la verdad antes. Durante una semana no hice más que beber. Mirando sus fotografías una y otra vez. Maldiciendo cada vez que devolvía mis flores, dejándole mensajes, implorando en su teléfono que me perdone... no respondió... ni una vez... ni si quiera a Amaya que me culpaba por todo como si yo no me sintiera suficientemente culpable.
Llame a Sandra y me dijo que ella se ocuparía de Uma pero que la dejara en paz que no la llamara y que le diera espacio a su amiga para procesar todo.
Me estaba consumiendo... no salía de mi habitación más que para buscar otra botella de licor o vino y beber hasta desmayarme rodeado de las fotografías de Uma...
Ya no podía vivir sin ella... una tarde aún ebrio como estaba tome uno de mís automóviles y conduje hasta su casa. No importo cuando tocara su puerta, cuando gritara por ella jamás salió... solo después recibí un mensaje de Sandra que me decía que la deje en paz.
La segunda semana fue aún una tortura más grande... no podía siquiera respirar... estaba muerto por dentro sin ella y si estaba muerto por dentro... ya no importaba lo que pasara con todo lo demás...
Espere al fin de semana cuando a pesar de que no quería irse le dije a Gretel que se fuera con sus nietos o la despediría... cuando estuve solo tome la fotografía que más amaba de Uma.
Abrí el gabinete en donde guardaba las medicinas y tome las pastillas para dormir que había dejado de lado cuando empecé a verla... tome una botella de mi mejor whiskey y me encerré en mi habitación...
Sin ella mi vida no tenía ningún sentido...
