Después de esa primera noche con Byron decir que todo se puso más intenso sería un eufemismo. Byron pasaba conmigo cada minuto de su tiempo libre. Venía a buscarme a la academia, dormíamos en mi casa o en la suya. Hacíamos el amor de una manera a veces salvaje, a veces tierna. El siempre adoraba mi cuerpo como si fuera un templo sagrado. Había descubierto a la mujer en mí en sus brazos.
La prensa se había vuelto loca con nosotros. No había aceptado que me pusiera seguridad, solo pedir las cosas por internet o me las traía Sandra, pero si deje que me llevaran y me trajeran al estudio de baile con alguno de sus muchos automóviles. Además recibía llamados ofreciéndome dinero por información sobre Byron, lo que parecía horrible. Byron me regalo un celular para que pudiéramos comunicarnos entre los dos sin tener que atender mi teléfono en casa.
Fue una noche al salir del instituto cuando todo se puso demasiado oscuro. Byron estaba llegando de un viaje de negocios. Hacia dos días que no nos veíamos. Su chofer había ido a buscarlo al aeropuerto y me había pedido que lo espere dentro pero estaban tardando y la gente del instituto debía irse así que dije que lo esperaría en la puerta por unos minutos.
Tome mi bolso y me quede parada en la puerta del instituto. Estaba oscuro y hacia frio. Byron me escribió diciéndome que estaba atascado en el tráfico y que llegaría en cinco minutos. Estaba guardando el teléfono cuando unos pasos sonaron detrás de mí, antes de que pudiera darme vuelta sentí un golpe fuerte en mi cabeza y caí al suelo... unos brazos trataron de tomarme pero comencé a luchar con fuerza. Podía ser delgada pero el ballet te daba muchos músculos. Luche contra quien sea que me trataba de tomar el solo gruñía que yo era una perra, lo patee, lo golpee y le di con mis uñas en su cuello haciéndolo gritar de dolor y fue cuando un automóvil acelero y paro en la acera. Mi atacante me soltó y salió corriendo por el fondo del instituto, escuche la voz de Byron dando órdenes y tomándome en brazos... cuando me sentí segura a su alrededor cerré los ojos y me deje ir...
Desperté sintiéndome muy tibia y cómoda. Cuando abrí los ojos los primero que divise fue a Byron a mi lado mirándome
_ ¿ cómo te sientes?_ pregunta preocupado
_ bien... en realidad no me duele nada..._ el me acaricia el rostro y siento una leve puncion en mi mejilla
_ el doctor Aldren te inyecto un calmante, estas muy golpeada amor..._ susurra con tristeza en su voz y sus ojos esta llenos de lágrimas. Me levanto y lo abrazo
_ estoy bien B soy más fuerte de lo que todos piensan me defendí..._
_ no debió ser así, yo debería haber estado allí, ese maldito trafico_ dice acongojado y acaricio su rostro
_ Byron no fue tu culpa, no lo fue..._ digo acariciando su rostro torturado
_ déjame prepararte un baño y después ordenare que nos traigan algo para comer_ dice y asiento. El se levanta y siento como prepara la bañera. Me levanto y voy hacia el baño, en el momento noto los rapones en mis rodillas y algunos moretones en mis brazos.
Cuando llego al espejo casi me caigo al verme. Tengo un moretón morado sobre mi mejilla y otro en mi mandíbula a la derecha. Byron me toma suavemente de la cadera y me quita la camisa que llevo puesta. Hay moretones en mi costilla y en mi cadera... el me mira y sus ojos se llena de lágrimas. Me doy vuelta y lo abrazo
_ estoy bien..._ susurro y el niega
_ no debió haber pasado esto bella, debí haber puesto seguridad en ti aunque no quisieras..._ susurra culpable, tomo su rostro en mis manos y limpio sus lagrimas
_ estoy bien..._ susurro y lo beso. Entro en la tibia bañera y el toma una esponja que huele a lavanda. Me lava suavemente, con ternura, deteniéndose en mis moretones y su mirada torturada me duele más que los golpes. Lava mi cabello con ternura acariciándome suavemente... Después me seca suavemente y me pone otra de sus camisas limpias
_ me gustan más cuando huelen a ti_ susurro y él sonríe pero es una sonrisa triste. Se quita la camisa que lleva puesta y la cambia poniéndola en mi cuerpo. Eso me hace sentir micho mejor. Volvemos a la cama y me arropa, luego una señora mayor entra silenciosa.
_ Señorita Mills me alegra verla mejor_
_ gracias_ susurro. Es la primera vez que veo a su ama de llaves. Ella deja la bandeja en la mesita de apoyo
_ ¿necesita algo más joven Byron?_
_ No Gretel muchas puedes retirarte_ ella siente de nuevo educadamente y se marcha
_ ella prácticamente cambiaba mis pañales pero sigue llamándome joven Byron _ dice y sonrío
_ es una mujer muy dulce_ digo y el asiente. Comemos algunos bocadillos deliciosos con jugo natural y luego se recuesta conmigo abrazándome a su pecho
_ descansa mi bella... nunca volverá a pasarte algo así... yo siempre te protegeré..._ nunca imagine el alcance de esas palabras...
