Unstoppable (Supercorp & Scarletwidow)

Final

Lena Pov.

Estar en mi hogar es la mejor sensación, Kara se había puesto sumamente nerviosa al conocer a mi abuela.

Mi abuela no es tan mala para que le tema, bueno excepto cuando se enoja, ahí si hay que tenerle miedo.

La celebración fue breve, incluso mi madre ya estaba aquí, rápidamente me abrazo y yo correspondí gustosa.

-Tu hogar es hermoso-. Dijo Kara con una sonrisa.

-Te dije que te encantaría, es el mejor lugar del mundo, aquí Natasha y yo nadabamos cuando eramos pequeñas-. Dije con una sonrisa recordando aquellos momentos.

-Unas niñas muy latosas si me preguntan-. Dijo Antiope con una sonrisa.

-Incluso eran peor que yo de pequeña-. Dijo mi madre con una sonrisa burlona.

-Yo no se de que hablan-. Dijo Natasha riendo.

-¿Asi que ustedes ayudaron a salvar al mundo del hombre? Al parecer no fue el único lugar atacado, las amazonas tuvimos que pelear aquí también pero me alegro que todas estén a salvo-. Dijo mi abuela mirando a todas.

La tarde se paso mientras todas mostraban sus poderes.

Ororo les enseño como podía manipular el clima a su antojo aunque intentaba no hacerlo, Hipólita desde un principio supo que era una diosa.

No se como lo supo pero mi abuela es genial, después Jean les enseño el suyo.

Aunque mostraban no estar sorprendidas yo sabia que lo estaban, Kitty atravesó varios muros para enseñar el suyo.

Al igual que Wanda que solo levantó a Maggie en el aire, Kara también les enseño su poder.

Maggie y Alex habían echó una broma de que no tenían poderes pero eran mejores que nosotras juntas.

Después de un tiempo salí a caminar tomada de la mano de Kara, explicándole cada cosa a mi alrededor.

Incluso las historias de cuando yo era pequeña, aunque la mayoría eran a lado de Natasha.

-Asi que Natasha te escondía los libros-. Dijo Kara riendo.

-Asi es... Los ocultaba en el mercado, Antiope siempre sabia donde los ocultaba así que mi tía me los traía, Natasha era muy traviesa de pequeña, aunque en realidad lo sigue siendo, pero siempre ha estado para mi en todo momento-. Dije con una sonrisa pensando en mi amiga pelirroja.

-Asi es como me siento con Alex... Desde que llegue a la tierra siempre ha estado a mi lado, incluso cuando me volví mala por la kryptonita roja, ella siempre me ha amado sin condición y estoy agradecida porque Maggie también lo ha estado-. Dijo Kara tomando asiento en la arena.

Alce mi rostro al cielo cerrando los ojos, disfrutando de la brisa.

-Es muy tranquilo aquí... Me gusta -. Dijo con una enorme sonrisa.

-Y espero que te siga gustando en los próximos días, puedes entrenar con mis demás tías, te puedo enseñar todo y si quieres puedo enseñarte mis libros-. Dije apretando su mano.

-Me gustaría mucho eso cariño-. Dijo con una sonrisa, sus lindos ojos azules brillaban.

Mire al frente viendo el mar para después ver de mi lado derecho que venia corriendo Maggie para después arrojarse al agua como niña pequeña.

-Aveces no se si me case con una niña o una adulta-. Gruño Alex rodando los ojos.

Kara y yo reimos negando con la cabeza al oír a Wanda gritarle a Natasha que venia corriendo.

Después se unieron las demás al igual que Kara y yo nos unimos para estar con ellas.

Era una locura toral pero era realmente divertido, después de una tormenta viene la calma.

Solo hubiera preferido que mis amigos estuvieran con vida para disfrutar, ahora los malhechores no han echó nada extremo.

Me gustaba mi nueva vida, jamas pensé que salir de la isla pasará tantas cosas.

-¡Lena!-. Grito Natasha golpeando mi frente.

-¡Morirás!-. Grite a todo pulmón mientras la seguía.

-Este lugar es genial... Pienso quedarme aquí-. Dijo Maggie sonriente.

Deje de perseguir a Natasha y la mire para alzar mi pulgar y salir de nuevo detrás de Natasha.

Clarke y Lexa estaban en las alturas vigilandonos, pero nada podía pasar, al menos por ahora no.

Todos fuimos a nuestras habitaciones con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Mañana que haremos?-. Dijo emocionada Kara.

Parecía un pequeño cachorro queriendo saltar por todos lados.

-Te llevare a conocer mi librería-. Dije ya que la torre estaba al otro lado del mercado.

-Es genial, tu eres genial, si mi planeta estuviera de pie, te llevaría a conocerlo pero por ahora te contare historias de ahí-. Dijo Kara palmeando el lado de la cama.

Rápidamente subí instalandome en sus brazos con una sonrisa, me enseño el collar que su madre le había dado antes de mandarla a la tierra.

Me contó todo lo que recordaba aunque algunas cosas ya las sabia pero no le quitaría esa emoción que tenia en estos momentos.

Reí cuando me contó que Alex trato de golpearla cuando eran adolescentes pero ella fue la que termino en el hospital por lastimarse la mano.

Incluso me explico el como habían conocido a los vengadores, como se habían echó un equipo.

-Pero en cuanto te vi... Dije Wow, es la mujer más bella que conoszo, una diosa fuera de este mundo junto a ti Natasha, no digo que no es bella porque de verdad es bella pero solo tu me hacías sentir tan... Tan fuera de mi y aún lo sigues haciendo-. Dijo mirándome a los ojos.

No pude resistirme así que le contesté de la mejor manera, besándola saboreando el momento.

Kara es mi total perdición, estoy completamente enamorada de ella, la amo con todo lo que soy y se que ella me ama de la misma manera.

-¡Dejen dormir!-. Gruñó Natasha que estaba en la otra habitación.

Eso me recordaba que ella dormía a lado, escuché como se quejó, de seguro Wanda la regaño.

Kara y yo reimos en voz baja para abrazarnos, mañana la llevaría a nuestro cuarto de pequeñas.

Aun la manteníamos, había algunos juguetes míos y de Natasha como también nuestras cunas.

Kara fue la primera en dormirse, bese su mejilla y poco a poco mis ojos se cerraron.