Hana (NejiTen)

Esperanza

Aclaración: Seguimos en los recuerdos de tenten.

Sin más por el momento, a leer :D

Desperté poco a poco, y derepende sentí un fuerte dolor de cabeza, me encontraba en mi habitación, no tenía la ropa de entrenamiento, sino ropa limpia.

-Veo que despertaste- vi a Neji entrar con una bandeja de comida- tienes que comer tu nivel de chakra está muy bajo necesitas descansar para poder reponerlo.-

Me quede callada, mi memoria cobro vida recordé todo la discusión, vi la bandeja y había algo de fruta, pan y jugo.

-No tienes que agradecerme, nos veremos en la boda de Hinata, no llegues tarde la dama de honor no se debe dar ese lujo- diciendo esto dio la media vuelta y se dio a salir, pero mi voz la detuvo.

-Neji... tu...y...yo ¿estamos bien?, ¿No es así?-

-El tu y yo ya no existe, lo dejaste muy claro, querías romper recuerdas, has tu vida y yo hare la mía si es lo que más deseas, lo mencionaste anoche.-dijo tan secamente, no reconocía a Neji, su mirada era sombría, ¿realmente se había rendido?

-Si me disculpas tengo que ir a la mansión, me esperan.-

Dicho esto se retiro, no quise detenerlo no había nada más que decir, se había terminado, la había dejado ir y podía hacerse vida como quisiera, yo quería una vida con él y no con nadie más, tenía ganas de levantarse correr hasta él y decirle que moriría por el que lo esperaría siempre, sabía que me haría daño pero no me importaba era mi tabú, entonces me quite las sabanas de encima y me encérese sentándome en la cama para luego pararme eh ir corriendo hacia él, mis pies colgaron sin tocar el piso, las lagrimas salieron, mi cuerpo no reaccionaba a la orden de moverse lo más rápido posible, pero no lo hizo, apreté los puños en mis muslos viendo como la tela del pantalón se arrugaba y vi como las lagrimas caían sobre mis puños cerrados, que me pasaba, si mis pies tocaban el piso decidirían correr hacia él y vivir esperando quizás por siempre algo que no pasaría, salir a una realidad de dolor y sufrimiento, tenía miedo, miedo de estar sola, celos de aquella mujer con la que se casaría, tristeza por Neji, y pena por mí, porque preferiría mi propia realidad que enfrentar la verdadera, tome la decisión, subí mis pies y me abrace a mí misma, tal vez era tiempo de aceptar, tiempo de buscar a alguien más, tiempo de regresar a la realidad que evadió por tantos años desde que se enamoro perdidamente de él, ahí estaba, tocando mi puerta esperando a que sentara cabeza, y yo correspondí su llamado.

Llegue con Hinata después de haberme desaparecido un rato, total era la dama y no podía fallarle, todos estaban ya reunidos en aquel salón donde se celebraría la boda, Hinata lucia hermosa con el vestido de bodas no dejaba de verse adorable tan sonrojada, tenía que olvidarme de todo y estar feliz por ella, y las damas de honor, cada una con un vestido de color rosa que era entubado un poco corto, Ino decía que me moldeaba el cuerpo, me puse un poco de maquillaje y ande.

-Estas lista, no querremos que la novia llegue tarde ¿o sí?- decía Ino.

-G-gracias a-a todas las q-quiero- nos digo a Ino, a Sakura y a mí.- me alegre un poco sabiendo que al menos una de nosotras daba un paso a la felicidad.

-Vamos, vamos tenemos que irnos- dije alarmada, la ceremonia estaba por empezar.

Todo era hermoso, adornos florales en los asientos, toda Konoha estaba ahí, el novio esperaba a la novia al final del altar, al lado de él estaba Neji y Shikamaru, los padrinos, y fue así como sentí las ganas de llorar cuando la mirada de Neji se clavo en mi, respire hondo, aparte su mirada y camine detrás de Hinata como dama de honor, ella iba del brazo del Señor Hiashi quien la entregaría, en eso vi la vista estaba presente los tres hermanos de Suna, el Kazekage que había prometido a Naruto no faltar, unas de mis mejores amigas Temari, y Kankuro que en repetidas ocasiones habíamos pasado ratos juntos, eh incluso éramos rivales de entrenamiento, Temari me decía siempre que el sentía algo por mí, pero era un tonto después de todo y que viéndome con Neji nunca se atrevió a decirme, yo solo reía cuando lo decía no le tomaba importancia siempre lo vi como un buen amigo.