Capitulo 10 - Promesas

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Sus vidas se volvieron sencillas y el miedo que habían vivido desapareció rápidamente. Una vida simple en un lugar tranquilo. La casa fue volviéndose la gema que estaba escondida dentro del descuido de Nerón. Las ventanas brillaban con el sol y el jardín se decoraba en una colección de colores. Gran parte de sus días lo pasaban en él. Hablando entre sí, soñando sobre el futuro.

Y fue así como el futuro se acercaba, la primavera con sus lluvias, flores y energía dió paso al verano, tranquilo y alegre. La relación entre ellos era perfecta. Nerón volvió a sentir, soñar y creer junto a Nara que disfrutaba de la vida, adorando las facetas más simples de esta. El verano termino como todo y el otoño tapo los cielos y tiró las hojas de los árboles con sus vientos frescos. Cubriendo todo en el color naranja de las hojas. Las promesas entre ellos comenzaban a dejar de ser algo que soñar y se preparaban para cumplir.

Estaban tumbados sobre la cama. Con los ya tardíos rayos de luz de la mañana asomándose por las cortinas, inundando la sala con la claridad del sol ya alzado.

-¿Que te parece Eike? -Preguntaba Nerón mirando a los ojos de Nara.

-No se, todos esos nombres. Son muy toscos, los nombres tienen que ser fluidos, palabras bonitas y sencillas ¿No crees que sería mejor algo como Lea o Yoi?

-Pero apenas tienen fuerza, son como palabras que se dejan caer que no dan impresion. No llenan la boca.

Los frescos vientos de Otoño se quedaron atrás, dando paso a la blanca nieve de invierno. Pasaban la mayor del día sin salir de la habitación. Acurrucados entre las mantas, leyendo libros o contando historias.

-Para una persona tan escéptica como tú, tienes muchos libros religiosos. -Comentaba Nara abriendo un libro delgado, con una tapa cosida con cuidado y letras cuidadas.

-Has visto exactamente que tu, otros mundos, personas ajenas a nuestro hogar y lugares más avanzados de lo que cualquiera puede comprender. Decir que soy escéptico es estúpido. Todo lo que hay en esos libros no se mantiene en pie con tan solo una de estas cosas que hemos visto.

-Ya... Bueno, aún así, es posible que no se interpreten bien los textos de origen, o que no signifiquen lo que pensamos. -Intentó justificar con dificultad, trabandose entre las explicaciones y alejando la mirada -Pero... A lo que yo me refiero, es por que tienes tantos de estos textos, si no crees en ellos, ¿Por que los lees?

-Por mucho que no crea en ellos, admito su valor. Para mí son escrituras como cualquier otra fantasía. La diferencia es que estas tienen conflicto. Muestran realidades duras y cuestiones sin solución clara, muchos de estos textos no dan ninguna respuesta y dejan abierto todas las opciones. Es el principal motivo por el que los tuyos. -Comento de forma burlesca, sonriendo al rostro ofendido de Nara -La fantasía por otra parte es idílica, exagerada y perfecta.

-¿Pero por eso mismo lees no? Lees para imaginarte historias felices. Historias que te llenan y te hacen sentir bien.

-Bueno si. Tampoco estoy diciendo que odie la fantasía. Pero a veces me apetece leer algo que me va a acompañar más lejos que el texto que está escrito, que aunque cierre el libro, pueda seguir jugando con lo que está en él por más tiempo.

El invierno se calmó y permitió que las primeras brisas frescas de primavera calentaran tímidamente el aire. Nerón no se esperó ni un solo momento y se preparó para hacer el viaje. Su mente estaba centrada en volver a ver a su familia, volver a su futuro castillo y entregarlo todo. Todas sus riquezas excesivas y promesas de poder, iban a ser entregadas por alegría y promesas de una vida modesta. Estaba saliendo por la puerta, preparado para irse cuando Nara le agarro la mano, sin poder mirarle fijamente.

Pasos entre verdades.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora