-Capítulo 5-

221 26 2
                                    

-Creo que ya debo irme, escuché que debes descansar porque mañana se van- dijo Fernando.

-Así es, mañana en la mañana tomaremos un vuelo a México- sinceramente Lucero no sabía que pasaría con ellos, las cosas serían muy diferentes cuando ella se marchara. Tomó la iniciativa de besarlo, tal vez sería la última vez que lo haría, lo besó con desesperación y él le respondió de igual manera, después se separaron -Todo esto ha sido tan... intenso-

-Lo sé- la abrazó pegándola a su pecho y comenzó a acariciar su cabeza -todo ha sucedido tan rápido- sonrió, recordando lo que acababa de pasar.

-Si. Fernando en verdad todo esto fue hermoso. Sé que tal vez cuando regrese a México no nos veremos de nuevo, tu tienes tus cosas, tus proyectos y yo los míos, además...-

-No, no- la interrumpió -quiero que nos sigamos viendo, no quiero que todo esto quede sólo en un recuerdo. Por favor, permíteme seguir a tu lado- Lucero sonrió, ¿por qué Fernando era tan lindo?

-Claro que si- Fernando acercó sus labios a los de ella -Te quiero, Fer- él sonrió y después la besó. Si, eso no había sido un te amo, pero ella sentía algo por él, lo sabía, no solo se deseaban, se querían.

-Ahora si tengo que irme, bonita- le dio un beso en la frente -descansa-

-¿cuándo nos veremos de nuevo?- preguntó de una manera tierna que hizo sonreír a Fernando.

-Yo estaré dos semanas más aquí, pero te prometo que en cuanto regrese a México te buscaré-

-¿dos semanas?- se notó la desepción en los ojos de ella.

-Si, tengo que arreglar unas cosas. Los días pasarán rápido, bonita-

-No lo creo, para mi pasarán muy lentos sin verte-

-¿Tanto así?- ella asintió -pero ya estuvimos tres días sin vernos y no te afectó tanto-

-Eso es diferente, estaba confundida-

-Estabas celosa- se rió de ella.

-Estaba confundida dije- volteó los ojos -creía que el habernos besado no había significado nada para ti-

-Pues estabas muy equivocada, en estos tres días no dejé de pensar en ese beso, en ti. Discúlpame por no haberte buscado antes, pero yo también estaba confundido, pensé que no te importaba lo que hiciera-

-Lo importante es que ya aclaramos todo- sonrió -En verdad te voy a extrañar-

-Y yo a ti, pero piensa que cuando nos veamos de nuevo ya no nos separaremos- ambos sonrieron y se besaron.

* * * * *

Lucero ya estaba en México. Hasta ahora nadie sabía de lo suyo con Fernando, a pesar de no haberlo acordado o dicho nunca, ninguno de los dos había mencionado nada a nadie. Ella ni siquiera se lo había dicho a su madre que era a quien más confianza le tenía. Antes de marcharse, ambos se habían dado sus números telefónicos. Su celular sonó y Lucero contestó inmediatamente, creía saber quien era.

-Bueno, ¿quién habla?- dijo ella

-Bonita, soy yo. Fernando- al escuchar la voz ronca de ella, comprobó una vez más lo sensual que podía ser. Era raro, porque tenía un aire de inocencia y sensualidad a la vez, eso lo estaba volviendo loco.

-Hola, Fer- sonrió. A pesar de que no la estaba viendo, él supo que ella estaba sonriendo.

-¿Cómo llegaste? Me imagino que cansada-

Un Lucero en mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora