Un Lucero en mi vida

-Capítulo 13-

-Entonces, ¿te quedas con el papel protagónico?- le preguntó aquella productora a Lucero, quien aun se encontraba pensativa. Pasaron algunos segundos hasta que por fin dio una respuesta.

-Si...- contestó emocionada -desde que leí los primeros capítulos me pareció muy interesante este proyecto. Así que sí, me quedo con el papel- sonrió. Se encontraba muy contenta, después de cinco años sin hacer alguna telenovela, esta le parecía la oportunidad perfecta para regresar a la pantalla chica.

-Muy bien, ¿firmamos el contrato ahora mismo?- tenía que aprovechar antes de que Lucero cambiara de opinión, aunque sabía que ella no era así, si ya había aceptado entonces no se arrepentiría. Pero era mejor asegurarse de una vez.

-Si, me parece bien. Pero antes, tengo una pregunta- dijo curiosa.

-Dime- le respondió Carla.

-¿Quién será el protagonista?- preguntó intrigada.

-Bueno, eso es algo de lo que quería hablarte. Tengo a un galán en mente pero aun no se decide, si quieres le llamo en este momento para dejar todo listo-

-Si no te molesta, me gustaría que así sea-

-Para nada, espera un momento- Carla tomó su celular, presionó algunas teclas y este comenzó a llamar, espero un momento pero nadie contestó -No contestó. Intentaré una vez más- lo intentó nuevamente pero tampoco contestaron. -Que extraño, de seguro está ocupado...-

-No te preocupes Carla, después podré conocerlo. En realidad no es tan importante saber quién será mi compañero, me quedaré con el papel independientemente de quién sea él- dijo muy segura.

-Eso me parece perfecto- respondió Carla y después ambas sonrieron...

              *   *   *   *   *

-Hola Fernando, ¿cómo has estado?-

-Hola. Muy bien gracias por preguntar...-

-Dime, ¿a qué se debe tu llamada?- en realidad sabía perfectamente a qué se debía y sonrió por eso.

-Carla, lo estuve pensando y ¿sabes qué?... me enamoré de este personaje- dijo observando el primer capítulo del libreto que tenía en la mano.

-Lo sabía.- rió un poco -Eso quiere decir que trabajaremos juntos en esta telenovela, ¿cierto?-

-Así es. Trabajaremos juntos en este proyecto Carla- sonrió del otro lado del teléfono.

-Muy bien, entonces los protagonistas de esta historia ya están listos. Lucero acaba de aceptar- agregó.

-¿Quién?- preguntó. ¿Había escuchado bien? ¿Lucero?

-Lucerito. Ella será la protagonista. ¿No te parece que es perfecta para el papel?- dijo muy convencida de su elección.

-Bueno, si, creo que si- hacía tanto tiempo que no la veía en persona, diez años para ser exactos. Se puso un poco nervioso de tan solo imaginar lo que le esperaba en los próximos meses, la vería todos los días, podría ver esa sonrisa de ángel una vez más. Y no sólo eso, también tendría que estar muy cerca de ella y... besarla...

-... ¿de acuerdo?- Fernando escuchó sólo las últimas palabras que Carla había pronunciado, pues se había perdido en sus pensamientos.

-¿Cómo? Disculpa, es que me distraje un poco- agitó la cabeza para borrar esos pensamientos, aunque en el fondo no deseaba que eso pasara, deseaba seguir imaginando todo lo que pasaría, pero más que eso, se moría de ganas por vivirlo ya.

-Que mañana te espero a las 8:00 a.m. en mi oficina para ponernos de acuerdo con lo de tu contrato, Fernando- dijo más seria que antes.

-Ah sí, ahí estaré. Gracias- colgó la llamada sin siquiera despedirse, pues aún seguía sorprendido con la noticia.

Bien, ahora tenía una gran pregunta, ¿sería correcto aceptar el papel aun sabiendo que ella sería la protagonista? En realidad se había enamorado de ese personaje y sería una verdadera estupidez rechazarlo pero... Lucero, ¿qué diría ella? ¿sabría que él también formaría parte del elenco y aun así había aceptado? No, eso no podía ser. De seguro ella no tenía ni la más remota idea de que él tendría también el papel protagónico, porque así sería, tendría ese papel. No desaprovecharía esa oportunidad. ¿Oportunidad para qué? Para interpretar un personaje que lo había enamorado y bueno, inconscientemente, también para estar cerca de ella...

          *   *   *   *   *

Fernando se dirigía a la primera reunión que Carla había organizado para tratar asuntos de la telenovela. Sabía que la vería y eso lo ponía un poco nervioso. Ya no estaba enamorado de ella, claro que no. Había comprendido que saber cuando retirarse era tan importante como saber cuando insistir, y él ya se había retirado hace tiempo.
Al llegar, saludó a los que ahí se encontraban, pero no la vio por ningún lado, Lucero aun no llegaba. Tomó asiento, volteaba cada cinco segundos hacia la puerta esperando que ella la cruzara, pero no fue así.
Carla comenzó a hablar y entonces comprendió que Lucero no asistiría, pero aun así no dejaba de observar la puerta cada cierto tiempo, ni siquiera podía concentrarse en lo que los demás decían.
De pronto ella entró, pudo sentir como su corazón se aceleraba. Lucero se disculpó por haber llegado tarde y tomó asiento para tratar de interrumpir lo menos posible. Al parecer no lo había visto, y si lo había hecho, entonces lo había ignorado completamente.
Carla dijo que era el momento de presentar y decir brevemente el papel que desarrollaría en la historia cada uno. Comenzó por Fernando. En cuanto mencionó su nombre, Lucero se puso rígida, observo como él se colocaba de pie y al instante dirigía su vista hacia ella. No podía ser, ¿cómo nadie le había dicho eso? Se sintió un poco tonta por no haber preguntado antes, pero más tonta por no poder ocultar lo sorprendida que estaba en ese momento. Fernando le sonrió y tomó asiento de nuevo. Después llegó el turno de ella, se puso de pie volteando a verlo por instinto, él la observaba aun con una sonrisa en los labios. Todos habían observado el cruce de miradas entre ellos pero nadie le tomó importancia.
La reunión continuó, Lucero trató de ignorar la presencia de Fernando y se concentró en lo suyo, en cambio él no había podido dejar de observarla, estaba igual de bella que la última vez que la había visto en persona, su sonrisa radiante y su mirada, ahh, podía olvidarse hasta de su color favorito, pero de esos ojos, ¡nunca!
Una mujer así no pasaba desapercibida en ningún sitio, menos si él se encontraba ahí.
La reunión concluyó, Fernando observó como Lucero salía rápidamente de la sala, se levantó para ir detrás, necesitaba hablar con ella. ¿De qué? No tenía idea, pero necesitaban hablar.
Justo antes de salir, Carla lo detuvo y le dijo que necesitaba hablar con él, sólo asintió y se resignó a que ese día no podría hablar con Lucero, tendría que esperar al inicio de grabaciones...