CAPÍTULO 5

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Delante de sus respectivas parejas ambos tratan de mantener la compostura. Esa noche, después de tantos años se encuentran frente a frente, a centímetros. Una ráfaga de imágenes de un pasado tan lejano, como cercano pasan por sus cabezas de manera tan fugaz e intensa.
La madre de Brianna tiene ante ella al amor de su vida, ese hombre por el que ha sufrido durante más de veinte años. El ser en el que pensaba y piensa cada vez que el salvaje y asqueroso de su marido la toma para satisfacer sus impulsos y deseos sexuales y que fuera de la cama tampoco la trata mucho mejor, pues a pesar que en eventos sociales como el de esa noche aparente ser un caballero delicado y considerado, es todo lo contrario.
La emoción de volverse a ver tras tanto tiempo se mezcla con la nostalgia y la tristeza de algo que pudo haber sido sido y no fue. El amor que existía entre ambos era hermoso, tranquilo y dulce, aunque también apasionado. Lo que vivieron, pese a durar tan poco por culpa del padre de Anna, fue intenso y de sentimientos tan profundos que los marcó para siempre. Tanto que todavía y a día de hoy lo recuerdan. Aún perdura en la memoria del corazón, en un lugar especial y oculto al que nadie puede acceder y que nadie puede descubrir a menos que ellos mismos, llevados por sus sentimientos, se delaten.

Él la odió durante un tiempo, hasta que descubrió al fin la verdad y en ese momento su corazón se llenó de resentimiento hacia aquellos que, al igual que el padre de la mujer que amaba, menosprecian a la gente por su condición social, el color de la piel, la religión o su lugar de nacimiento.
Es decir todo lo que es distinto, todo lo que no es igual a ellos.

Unos hipócritas que cuando pueden salir beneficiados no dudan en hacer negocios con aquellos a los que tanto menosprecian y a los que se sienten superiores. Y ese hombre que John Newman tiene enfrente es de los peores, más crueles y presuntuosos, sino el más cruel, aunque se esconda tras una capa de respetabilidad y honorabilidad. Esos que parecen perfectos, sin defectos, y amorosos, aunque en la intimidad se muestren tal y como son realmente sin ningún tipo de vergüenza. Vergüenza que pierden cuando deben comportarse como verdaderos hombres, no saben hacerlo ya que ignoran que significa ser un auténtico hombre. Vergüenza que pierden en el momento en el que agreden o insultan a una mujer sin motivo, un niño o cualquier otra persona que los desafíe, les contradiga o no se arrodille ante ellos. Pero cuando han de demostrar su hombría no lo hacen dado que no se puede mostrar aquello de lo que se carece.

En el Titanic, la morena se desviste ayudada por Keeva mientras piensa en Michael. Ese hombre es un seductor nato. Es posible que no sea el hombre más atractivo del mundo, pues la sobrina de Finn ha tenido la oportunidad de conocer, a lo largo de su vida, hombres impresionantes en lo que al aspecto físico se refiere, incluso algunos de ellos han mostrado de manera abierta su interés por ella. Sin embargo, a su padre no le interesaban demasiado ya que no se amoldaban lo bastante a sus propios intereses. Aunque tampoco despertaban nada en ella.

En cambio, ese muchacho, el de la piel achocolatada y la voz musical, ha provocado en la joven todo tipo de sensaciones. En realidad, fueron sus ojos oscuros, profundos y la manera en la que la contemplan como si desearan penetrar en su alma. Y a esos ojos le acompañan una sonrisa hermosa y devastadora. Una sonrisa que podría derretir un iceberg. Seduce sin proponérselo con su forma de mirar a una mujer entre seductora y tímida, con esa sonrisa con la que podría tener a cualquier chica a sus pies, con sus modales delicados, pero también con su sensual forma de sujetar a una dama.
¿Y qué decir de su voz? No es tan profunda como la de otros hombres, aunque tiene mucha musicalidad, parece creada para entonar mágicas y armoniosas melodías que reconfortan el espíritu.

Brianna no es mujer que se deje impresionar con facilidad por un hombre, por eso no entiende porque la presencia de Michael Jackson la afecta de tal manera, porque provoca ese efecto en ella. Además sabe que no le es del todo indiferente al joven, pues es algo que su cuerpo puede percibir, además él tampoco se molesta mucho en disimularlo. Todo lo contrario.

DESPUÉS DEL TITANIC (COMPLETADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora