Kyle (Lujurioso Desastre)

Final Original

CONSEJO: No leer en sitios públicos, escenas fuertes :)

Una semana después...

Observo a Kyle de soslayo mientras intenta montar una estantería que compramos hoy en Ikea. Estos días ha estado extraño, pero no lo culpo, no luego de todo lo que hemos pasado. Incluso yo me he estado comportando de manera inusual. Tal vez solo sea el cambio climático. Brasil es un país muy caluroso e agitado.  

¿Nunca has tenido la sensación de que todo marcha demasiado bien? Y, entonces, te pones paranoica esperando con ansiedad que lo peor suceda para tener conocimiento sobre que tan grave es la situación y si cabe la posibilidad de remediarla. 

Todo esto me ha llevado a una desconfianza constante con todo mi entorno y lo que ocurre día tras día. 

Acabamos de comprar una hermosa casa frente al mar de cien metros cuadrados y guardo por una llamada de la inmobiliaria que diga que por algún motivo, el contrato ha sido cancelado. Una pequeña mala noticia que tranquilice mis nervios.  

Así de demente me he vuelto. Quizá haya sido mi actitud lo que ha contagiado a Kyle volviéndolo una copia de mí. 

--¿Me estás mirando el trasero?

Me ruborizo al instante. Me he quedado con la mirada fija y perdida siendo inconsciente de la dirección que había acogido mi vista. 

--No te avergüences de ello.--hace una pausa.--A mi también me gusta mirar las tuyas.--ríe.

Revoleo los ojos. Este hombre no tiene solución. Seguirá siendo así de directo, aunque muy en el fondo, me agrada su honestidad natural. He intentado evitarlo, inútilmente. 

--¿Ah, sí?--pregunto sarcástica y Kyle abandona lo que está haciendo para acercarse a mí. 

--¿Qué has dicho?--Kyle sobrepasa los límites de mi espacio personal acortando la distancia con agilidad. Su fresco aliento a menta choca con mi rostro. 

Maldita la hora en la que le enseñé a masticar chicle y le compré sus propios al gusto. 

--Yo-yo-no-no he dicho nada.-meneo de lado a lado la cabeza con su rostro a escasos centímetros del mío. Con mi tembloroso dedo índice trato de alejarlo de mi anatomía para ganar espacio personal en vano. Sí, en vano, porque su fresco aliento sigue idiotizando mis sentidos y muero por un beso. Provoca que cada vez más quiera tener su fresca boca en la mía y nuestras lenguas en guerra. 

Pero sé que eso está mal y no debo dejarme caer por el precipicio de sus labios y lo que podría llegar después. 

¿Pero qué puedo hacer ahora viviendo con Kyle? 

¿Estando a solas casi todo el tiempo?

¿Podré resistirme a sus provocaciones? ¿A su sexy y tonificado cuerpo humano, a su pelo suave, a su espalda ancha y de músculos endurecidos? 

¿Qué mujer no quisiera hacer una obra de arte sexual arañando toda la piel de su espalda mientras están en el acto?

Yo debo de dejar de pensar en estás cosas...

--Sabes, quisiera poder leer tu mente y tener el conocimiento de todo lo que te sucede. Saber que es eso que tanto te preocupa y alejarlo de ti, para que nunca vuelva a atormentarte.--susurró agachando la cabeza y escondiendo la mirada de mí, manteniendo sus ojos fijos en el suelo. 

Sí supieras que eres tú la persona que me atormenta día y noche. Que no logro sacarte de mi cabeza y la culpabilidad de querer tenerte, y a su vez el saber que no puedo permitirlo, me esta matando lentamente.