¡Hola Conejito! 💘Vkook💘

Cap 16

Habían pasado dos días desde que acordaron verse en el parque. Hoy ya era viernes, Tae se estaba arreglando frente al espejo por quinta vez, estaba muy nervioso, pero confiaba en que todo saldría bien. Miró la hora, eran las 4:20, tomó sus llaves, a su perro y salió del apartamento. Vivía muy cerca del parque, pero necesitaba aire para relajarse.

Por otro lado, Jungkook estaba prácticamente metido en su armario lanzando ropa para todos lados sin saber que ponerse. Después de un rato muy largo, se decidió por unos pantalones negros rotos en las rodillas, una camisa blanca, unas botas marrones y un saco gris. Se en el espejo, se veía bastante bien, sonrió dándose ánimos y salió con su perro.
Caminaba tranquilo por la calle, tenía todo el tiempo del mundo... O tal vez no. Se fijó en la hora, 4:55. Abrió sus ojos como platos, tomó a su perro en brazos y se echó a correr.

Tae estaba recostado en el árbol, mientras Jeon se detenía en la entrada del parque con la respiración agitada. Caminó hasta el árbol donde su... ¿Su qué? ¿Qué eran? ¿Amigos? ¿Compañeros de cartas?

-No tengo tiempo para esto ahora- siguió caminando hasta que pudo ver unos cabellos anaranjados tan bellos como el atardecer. Tae cuando lo vio se puso de pie mas que rápido. Se acercó al menor con una sonrisa nerviosa y paso muy lento. Cuando por fin estuvieron frente a frente, lo único que pudo hacer Jungkook fue abrazarlo.

Tae se sorprendió por tal acto, pero eso no impidió corresponderle su abrazo- Wow, eres mas bonito de cerca- río nervioso.

-Gracias- se separó y le sonrió- se lo debía hyung.

-¿Vamos?- Jungkook solo asintió y empezaron a caminar.

-Entonces... ¿Por qué decidiste escribirme cartas en ves de hablarme en persona?- caminaban por el pasto, con sus mascotas acompañandolos.

-Bueno... Es que tenía vergüenza, es decir, un extraño hablándote en el medio del parque sería muy extraño, así que decidí que era mas lindo escribirte cartas- y mas romántico pensó el menor- Ah, toma conejito.

-Gracias hyung, pero le dije que no gastara, con tenerlo aquí frente a mí es más que suficiente- le sonrió. La sonrisa mas tierna del mundo, pensó Tae.

-No me molesta gastar por ti conejito- sonrió aún mas por el apodo que le había dado su huyng.

Siguieron caminando y hablando de lo primero que se les viniera a la mente. Se había hecho tarde al menos para Tae, tenía que trabajar en la pizzería.

-Gracias por acompañarme a casa hyung- dijo Kookie cuando se detuvieron en la puerta de su casa.

-No hay de qué, yo estoy encantado de hacerlo- se miraron a los ojos, sonriéndose como tontos enamorados. Se fueron lentamente, sus respiraciones chocaron y sus perros ladraron. Se separaron riendo nerviosos- Bueno emm, tengo que irme.

-Si... nos vemos...-dijo entrando a la casa, pero antes de que cerrara la puerta Tae gritó, cosa que no era necesaria puesto que estaban relativamente cerca.

-¿Te parece si salimos el domingo?

-¿Cómo en una... cita?- preguntó, deseando que la respuesta sea sí. El de cabellos naranja sonrió al ver como el menor enrojecía de la vergüenza.

-No como en una cita, sino que será una- afirmó besando la mejilla del menor y se fue caminando hacia su apartamento. Luego le diría a su jefe que estaba enfermo.

Jungkook entró a su casa con una sonrisa, deseando que el domingo llegase pronto. Todo parecía como en una película romántica y eso le encantaba.