Oye, ¿te quedas? Digo en mi vida.

183 13 2
                                    

¿Sabéis esa sensación, cuando de repente conectas con alguien? Sí, esa persona a la que has visto más veces, e incluso has hablado con ella. Ésa que, "bah, pues una más". La que no cambiaría tu vida por verla o dejar de hacerlo.
Hasta que ocurre. Sin previo aviso.
Llega el día en que, "oye, que la quiero". Y no hablo de un cariño trabajado, sino de golpe. Hablo del "joder, gracias" que o bien le precede o bien lo confirma.
No sé si me estoy explicando, pero si alguna vez os ha pasado, creo que ya sabréis de qué estoy hablando.
Y, admitámoslo, es una de las cosas más maravillosas que nos pueden suceder, junto con su abrazo, o sus dedos enlazados con los nuestros.

Sé que a veces el riesgo acompaña de la mano. Y que, al menos en mi caso, siempre suele ser así. ¿Riesgo de qué? Pues de un corazón roto, que no solo tu pareja te lo parte. Pero, ¿sabéis qué? No se gana si no se arriesga. Que ante una opción imposible puedes rendirte, o crear otra que sí se realice. Y que os haga felices.

Me llamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora