Que no me estoy quejando como todos.

499 37 2
                                    

Y entonces cerrabas los ojos;
relámpagos eran las venas de tus párpados.
Ni el claro iris dejaba de verlo todo color nubarrón.
Y no me daba tiempo a pronosticar tormenta, cuando ya había empezado a llover.  

Me llamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora