3

2.3K 273 57
                                    


°~*°~*°~*

Era un miércoles normal para Hoseok, escuchar la alarma, levantarse para ir a ducharse. Poner su música favorita, y acabar esa ruta en la cocina comiendo su sandwich de jamón. Él era el segundo hijo de la família Jung. A sus 23 años ya tenía decido que su mayor amor era estar en una pista de baile con todos los focos apuntándole mientras hacia lo que más sentido le daba a su vida. Muchas compañias le habían puesto el ojo, ofreciéndole ofertas que la gente mataría por tener, dándole escenarios que hasta los más grandes tendrían envidia, dándole prácticamente una vida hecha. Pero su respuesta siempre era no. ¿Por qué rechazar toda una vida llena de lujos? ¿Por qué decidía vivir como otro estudiante del montón pudiendo comprar mansiones? Porque también tenía otra pasión. Cuando componía canciones, se sentia libre. Él elegía el ritmo. El podía tenía el poder de decidir cómo sería su próxima actuación. El bailaba las canciones que componía, por eso atraía mucho a la gente.

Cuando salió de su apartamento, se dirigió a la parada del bus que le dejaba a unas pocas calles de la universidad. Él se esperaba lo mismo de siempre, seguir trabajando en su actual canción durante la mañana y por la tarde practicar unas horas baile.

Como de costumbre, llegó unos minutos antes de que el profesor entrara. Se sentó al lado de JungKook, el cual también bailaba en su tiempo libre.

-¿Qué tal amaneciste hoy, Hobi?-. Preguntó el castaño.- Yo necesito mas horas de sueño para mantener mi hermoso rostro.

-¿Qué dices?- Dijo Hoseok riendose.- Si todavía eres un niño, Kookie. Te faltan años para alcanzar esta belleza-. Dijo para poner una cara adorable.

-No gracias, no quiero tener cara de caballo.

-¡Serás...!

No llegó a acaba la frase, pues escucharon el sonido de la puerta, y sabian que el profesor había llegado. Él era muy estricto acerca del silencio en sus clases. Ese mañana fue tranquila. No le mandaron tantas tareas como de costumbre, así que no estaba tan agobiado. Fue cuando salieron de su clase de composición cuando todo empezó. El director mismo selecionó a unos cuantos estudiantes para darles una gran noticia.

-Chicos, me llena de orgullo comunicarles un trabajo en el cual llevamos meses trabajando. Hace poco, se nos ocurrió un nuevo método para que ustedes puedan aprender mejor como funciona el ámbito laboral y qué es lo que hace falta para tener éxito en vuestras carreras. Enviamos una solicitud pidiendo permiso para poder entrar al edificio principal de la gran empresa 'Suga'. Y nos lo aceptaron. Y además, no solo vais a entrar, sino que conoceréis a Min Yoongi.

El aura que se había formado era algo que Hoseok no podía expresar con palabras. Se notaba la emoción, puesto que los olores que le llegaban a las fosas nasales, no transmitian otra cosa que impaciencia a que llegara el día de ver al alfa en persona.

-Será el jueves, a las 8:30 de la mañana delante de la puerta principal. Supongo que todos saben como llegar, ¿no? Bien, mañana les daré los detalles completos, pero quiero que se comporten y que no hagan una mala imagen de la universidad.

Hoseok no se lo creía. No es que fuera un gran fan de Yoongi, pero era cierto que si tenía ansisas de ver al compositor que estaba en boca del mundo entero. Él siempre le había llamado la atención a causa de su aura. Aunque no lo había visto nunca en persona, su mirada traspasaba la pantalla del movil y te hacía sentir indefenso, como si él fuera el que te controlara. Muchas veces había oído a las personas alagar a Yoongi por su gran actractivo. Incluso había escuchacdo en las noticias como le habían intentado secuestrar para violarlo. ¿Quién no se resiste a esa piel lechosa y a esos labios rosados. Ni muy grandes ni muy pequeños. Tenía que admitir que después de recibir la noticia y llegar a casa, la primera cosa que hizo fue contemplar las fotos que salian en internet de Yoongi. Aunque no supo porqué tenía tantas ganas de verle, que se durmió imaginando como sería su encuentro.

───

Los gemidos y suspiros de Hoseok era el único sonido que Yoongi podía escuchar. Ya eran tres los dedos que entraban y salían de la lubricada entrada del omega. Cada vez con más velocidad. Gracias a la posición del menor, el alfa tenía una vista privilegiada. Podía ver cada expresión que causaban los dedos del mayor.

-Y-Yoongi, por favor.

-¿Por favor qué? Si no me lo dices no te entiendo, bebé.

-Q-Quiero tu...tu pene...dentro de mí. Por favor. N-No aguanto más...-Se sonrojó de la vergüenza.

-Buen niño.

Lentamente, Yoongi posicionó el glande en la entrada de Hoseok, y lentamente introdujo toda su extensión hasta la base. Los sonidos se volvieron más lascivos. Los gemidos se hicieron más sonoros. El placer aumentó.

-Te ves tan jodidamente sexy cuando mi pene está dentro de ti, bebé.

-Yoongi, no agunto más...Me voy a correr.

-Hazlo, correte para mí.

-¡Yoongi...!

───

Hoseok despertó con la mayor erección de su vida.

°~*°~*°~*

¿Qué tal?

La coreografía de Go Go me mata jdcnkjd.

Y MIC Drop me encanta.

¿Tienen canción favorita del álbum? Yo no puedo escojer, me encantan todas.

Siento que sea tan corto.

The Rapper [Yoonseok/Sope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora