Capítulo XI

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Capítulo XI

Había pasado una semana, una desesperante semana donde había buscado a DaeHwi hasta por debajo de las piedras.

El día en que se decidió a hablar con él luego de la escuela, el chico jamás llegó.

DongHo recorrió por completo sus redes sociales pero DaeHwi había eliminado todos sus perfiles. Había cerrado su Instagram, su Facebook, su Twitter y su Snapchat. Tampoco parecía estar recibiendo todos los kakkao que enviaba a cada hora y esto era demasiado extraño para alguien que se reconocía adicto a las redes sociales.

El chico subía hasta su último respiro  al Internet, demasiado en contraste para quien publicaba una foto al mes como DongHo. Entonces la situación asustaba al mayor, las cosas eran graves.

Ese mismo día había ido a buscarlo hasta su casa pero se cansó de tocar el timbre y nadie atendió.

DongHo no se iba a rendir, no esta vez. Se quedó hasta el anochecer haciendo guardia para encontrarse con el chico o con sus padres y tener algo de noticias de él pero entró la noche y nada... Parecía que a la familia entera se la había tragado la tierra.

Pasó dos días por el lugar, dos días seguidos quedándose hasta casi las diez de la noche esperando por noticias de él y estaba devastado, no sabía nada, no sabía que había pasado con la familia Lee y comenzaba a temer lo peor.

Fue en la tarde del segundo día que una anciana se asomó por la puerta de la casa del frente y le llamó.

-Hey, chico... ¿A quién buscas? -Preguntó la mujer con desconfianza.

-Buenas tardes, señora. Estoy buscando a DaeHwi, un chico rubio  un poco más bajo que yo que vive aquí, al frente... -La anciana le observó de pies a cabeza y luego suspiró.

-Los vi salir hace un par de días, llevaban maletas, quizás están de viaje... Pierdes tu tiempo, ve a estudiar. -Agregó antes de cerrarle la puerta en la cara.

DongHo soltó un suspiro pesado.

"Qué mujer más amargada" pensó mientras se retiraba en silencio. Al menos se había dignado a darle algo de información sobre el menor.

Si estaban de viaje no le quedaba más que esperar por él, pero los días se hicieron eternos.

El fin de semana estaba por llegar cuando en el camino de vuelta a casa DongHo se encontró con MinKi.

El encuentro lejos de haber estado lleno de ira ahora era más bien algo incómodo para él.

-¿Podemos hablar? -Preguntó de forma tímida el rubio quién no volvió a verlo a la cara.

-Mh, supongo que está bien... -Respondió el mayor antes de continuar su camino aunque ahora iba hacia un parque.

Estaba consciente de que debía conversar las cosas con MinKi y arreglar los asuntos pendientes para poder continuar y ser feliz con DaeHwi, esa charla iba a llegar tarde o temprano.

No dijeron ninguna palabra hasta llegar al borde de la pileta que adornaba el centro del parque. MinKi fue el primero en romper el silencio.

-DongHo ah yo... lo siento mucho. -Dijo con la mirada pegada en el piso.

-Está bien, supongo que tarde o temprano debía pasar. -Suspiró antes de dignarse a mirar al chico. -¿Sabes MinKi?... También lo siento mucho.

-¿Por qué? -El rubio elevó la vista con confusión. Sus miradas se encontraron por primera vez.

-Por todo lo de antes, por ser un cobarde, por no poder enfrentarme a mis miedos y luchar por lo que teníamos, por haber huido de ti en vez de aferrarme a lo que sentía.

Bandido  [DongHwi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora