-En quince minutos más se corta el agua caliente, más vale que te apresures, marica. -DongHo le gritó mientras salía del camerino con normalidad, como si no hubiese pasado nada, dejándolo con la cabeza echa un lío, con el corazón a punto de salir de su pecho y totalmente en shock.
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CAPITULO II
Dong Ho caminó por el pasillo como si le hubiesen puesto un propulsor en las zapatillas, necesitaba salir de ese lugar tan pronto como fuera posible. Respiraba agitado y aun así le faltaba el aire, lo que acababa de hacer escapaba completamente de su razonamiento. No podía pensar en nada, se sentía como la peor basura del mundo, si pudiera morir en ese minuto, él realmente hubiese tomado la opción porque quería desaparecer, no saber nada más de la vida, menos del chico a quien sabía debía ver por al menos el resto del año.
Caminó como un alma en pena a la estación, la gente lo miraba con miedo, su aura oscura se notaba a mil kilómetros.
...
-Ya llegué, iré a mi habitación, me siento muy mal... Disculpa, mamá. -El chico dijo de paso en la cocina, la mujer se volteó y apenas pudo ver la espalda de su hijo, pero lo conocía, lo había criado ella misma, había salido de su vientre y de los 17 años que tenía su muchacho, solo lo había visto una vez de esa manera.
No pasaron más de cinco minutos desde que DongHo se había metido en la cama cuando su madre golpeó la puerta para avisar su entrada. Se acercó a la cama y se sentó a un lado, mirando con atención a su hijo.
-¿Sucedió algo malo, cariño... estás enfermo? -Preguntó la mujer. Si había algo de lo que se sentía afortunado Kang DongHo era de tener a la persona más especial del mundo como madre, la mujer de unos 50 años era la madre ideal. Dulce, atenta, preocupada, esforzada y cocinaba como los dioses. ¿Qué más podía pedir?
-Estoy bien, mamá... Cosas de la escuela, es todo. -Explicó, no podía mentirle a ella diciéndole que estaba enfermo, lo conocía como nadie, sabría que no lo estaba. Su madre le sostuvo el rostro con gentileza, dejando un par de caricias en ambas mejillas mientras le dedicaba una sonrisa.
-Cuéntale a mamá qué sucedió... -Dijo con dulzura.
DongHo soltó un suspiro, ¿Cómo sería capaz de contarle a su madre que había besado a un chico en la escuela, que era muy probable que el chico le gustara, pero que le hacía bullying y que por eso el chico lo odiaba?
A pesar de que su madre no era del todo ignorante decidió no contarle. A la pobre mujer la habían llamado varias veces de la escuela por el comportamiento erróneo de su hijo y por las malas calificaciones, pero era quizás demasiado blanda como para regañarlo, se excusaba pensando que a su hijo le costaba un poco más que a todos relacionarse con los demás y aprender como los demás, por eso estuvo de acuerdo en hacerlo repetir el curso y no meterlo a un curso de verano para pasar las materias de forma rápida.
-Me gusta una chica. -Dijo finalmente. Si modificaba un poco la historia quizás no sonaba tan mal y su madre no se daría cuenta... -Pero esta chica me tiene miedo, quizás es mi expresión dura. Me rechazó hoy... -Explicó intentando sonar lo más convincente del mundo y apenado también, porque lo estaba, estaba devastado.
Su madre soltó un suspiro y acarició el cabello castaño de su hijo.
-No sabe lo que se pierde, no ha tenido la oportunidad de conocerte como yo... Si ella te viera a través de mis ojos quedaría completamente enamorada de ti. -Le dijo con una sonrisa que reparaba cualquier corazón roto. DongHo le enseñó una divertida sonrisa.
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Bandido [DongHwi]
ספרות חובבים《AU》{ DongHo × DaeHwi } El tercer año de secundaria había comenzado y ahí se encontraba DongHo, entrando por segundo año consecutivo a la misma sala, con la misma maestra, pero esta vez con compañeros un año menor que él. Tener que dar nuevamente el...