La noche llegó demasiado pronto, y tras una ajetreada cena como todos los días, en la casa solo quedaron Namjoon y él.
Miró la hora en el reloj de la cocina mientras fregaba los platos y se giró a su compañero de por vida. Antes de que pudiera hablar, Namjoon, el cual estaba sentado todavía a la mesa leyendo un libro, fue el primero que lanzó la pregunta.
— Es hora de que vayas a cuidar a Jimin, ¿No es así?
— Me preguntaba si necesito protección ahora que está despierto.
Namjoon suspiró pensando durante unos segundos en qué responder a su pareja, el muchacho no parecía mala persona pero no sabía cómo podía reaccionar.
— No creo que vaya a haber ningún problema. De todas formas, Hoseok está cerca.
Instintivamente Jin se llevó ambas manos a su vientre, como protegiéndolo de un mal imaginario.
— No os pasará nada, estamos todos aquí para protegerte.—Namjoon alzó una mano y con un movimiento de esta indicó que se acercara. El Omega no tardó en llegar frente a él viendo como el chico posaba las manos en la barriga ajena y se inclinó para besar justo debajo de su ombligo.— Y a ti también.
Al terminar su cena, Hoseok, llevó una sopa calentita al convaleciente Jimin que yacía aún en la camilla.
''Como se te caiga la sopa vas a estar tres semanas limpiando tú'', sabía de sobra que las advertencias de Jin no eran en broma, así pues, cuando abrió la puerta de la habitación, Jimin dejó escapar una risita ante tal concentración del chico, aunque aquello le generó una nueva punzada de dolor.
— No te rías o cuando te dé de comer no voy a acertar ni una cucharada en la boca.
— ¿Así es como tratas a los enfermos?— Espetó Jimin alzando una ceja ante sus palabras.
— No, sólo a ti.
Ante tal repentina complicidad ambos acabaron riendo, Jimin sujetando su costado para paliar el dolor que esta le provocaba. Hoseok se acercó a la mesa camilla para dejar el plato y con cuidado arrastró esta hacia Jimin para que comiera.
Apoyando el codo en el colchón hizo acopio de fuerzas para incorporarse hasta quedar sentado, por su parte, Hoseok cogió la almohada del enfermo y la dobló para que este estuviera más cómodo.
Durante la cena de Jimin, el Beta se sentó en la silla y preocupado por este le preguntó acerca de su estado. Aunque Jimin le aseguró que se encontraba como nunca, el ceño fruncido de Hoseok daba a entender que no le creía. Pero la conversación murió cuando Jin apareció en la estancia.
— ¿Cómo te encuentras, Jimin?— Con un gesto de cabeza Hoseok entendió que debía dejarlos a solas, seguramente Jin quería empezar a tratarlo. — No te preocupes, sé cuidarte mejor que Hoseok.
— No lo pongo en duda.— Contestó Jimin con una sonrisa graciosa en los labios, dirigiendo la mirada desde Jin a un Hoseok que cerraba la puerta con la lengua fuera burlándose de él.
— Es un buen chico, pero como yo, Seokjin, no vas a encontrar a nadie.
— Ah, ¿Entonces eres Jin? Namjoon me habló antes de ti. Muchas gracias por todo.
— Dámelas cuando estés curado del todo.— Respondió esta vez con humildad mientras preparaba en una bandejita los instrumentos necesarios para hacerle las curas.
Jimin suavemente desplazó la mesa camilla al ver que ya estaba preparado, dejándole espacio para trabajar.
— Es agradable tener por aquí a otro Omega.
— ¿Eres el único Omega de la manada?— Preguntó curioso Jimin.
— Somos una manada joven, está Namjoon que es nuestro Alfa, Hoseok y Taehyung que son los Betas del lugar y aunque ahora se encuentre fuera Jungkook es nuestro pequeño Alfa, y yo, Omega, como he mencionado antes.
Al notar como Jin cortaba los vendajes de sus heridas apartó la mirada a pesar de querer conocer más sobre la manada. Un ligero sentimiento de vergüenza le recorrió al saber que Jin conocía todas esas heridas.
— ¿Sabes?, no siempre he estado al lado de Namjoon. En mi antigua manada solía recibir palizas así casi a diario. Me avergonzaba de ser Omega, se supone que no podía cumplir con mi cometido.— Tras limpiar las heridas con cuidado del menor, cambió las vendas por unas limpias, siguiendo con su relato.— Esto quizás te duela un poco.
A pesar de la advertencia, Jimin se encogió ante la repentina presión en sus costillas cuando el mayor le aplicó las vendas compresoras. Se sentía en deuda con él, entendía por lo que había pasado y eso no podía decirlo mucha gente, así pues, cuando el dolor remitió y pudo respirar sin sentir estrellas en sus párpados, comenzó a dar un poco de sí hacia aquél chico.
— En aquella manda...— cogió un poco de aire, más para calmar sus propios nervios que por otra cosa.— era el único Omega que no había pasado aún el celo. No me sentía bien tratado con aquella gente.
— Jimin, te va a llegar pronto el celo, lo noto hasta yo.— Jin se llevó un par de dedos a la nariz para golpearse esta e indicar así al muchacho que emanaba más olor. — Por suerte, tengo supresores que puedes tomarte, para que no tengas problemas mientras estés aquí, yo hasta dentro de muchos meses no tengo que tomarlos de nuevo.
El Omega malherido abrió mucho los ojos ante aquella noticia. No sabía que iba a comenzar el celo, él se encontraba como de costumbre, pero empezaba a encajar las piezas en su propia mente. Aturdido por aquellas palabras, asintió suave mientras bajaba su mirada al vientre ajeno.
— Entonces...¿Estás embarazado?
— Así es, aún se nota poco, pero Namjoon y yo estamos esperando un cachorro.
Al estar Jimin absorto en su mundo, mirando con atención la tripa del mayor, pensó como debía ser sentirse querido de aquella manera, no se dio cuenta de cuándo el otro cogió su mano para llevarla hacia su vientre, haciéndole por segunda vez consecutiva abrir mucho los ojos cuando un golpecito a través de su tripa le hizo vibrar.
— A estas horas de la noche suele estar bastante activo, va a salir un bebé nocturno.
Jimin rió por el golpecito, manteniendo la mano sobre su vientre por si volvía a notar otra patadita más.
— Va a tener una buena familia.
Y podía ser que llevara poco tiempo allí, pero tras conocer tanto a Namjoon como a Jin estaba seguro de sus propias palabras.
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[Jikook] Betting Everything
Fanfiction"Ambos se miraron a los ojos tras lo que había acontecido, ninguno de los dos quería romper el silencio que por fin llenaba el bosque, aliviados. Y fue en ese momento en el que cobró sentido que nunca se dejara a nadie atrás, porque eso es una famil...