No mires a la rarita

XV

[Lean con La música de multimedia]

Traspasé el bosque corriendo y llegué a su casa toqué a la puerta barias veces pero nadie me abrió, luego di golpes por la ventana hasta que escuche un chirrido, la puerta se había abierto.

Entré sin pensarlo dos veces.

-¿Madison? -Dije con un tono de voz normal. La casa estaba iluminada por velas, se veía un poco oscura. Fui caminando por el salón y pase al pasillo que estaba totalmente oscuro.

-Por aquí. - Escuché una voz familiar a la de Madison, miré por todos los lados y vi una luz que hacía daño a los ojos.

Seguí la luz y me encontré con el baño. Entré y no vi a Madison. El baño estaba húmedo y habían pompas por todos los lados.

Eso me resultó bastante extraño, solo me quedé observándolas hasta que de repente se encendió una pequeña televisión.

En ella aparecía Madison de pequeña con una sonrisa tierna, abrazaba a su ¿padre? Luego este le regaló la muñeca que siempre lleva consigo.

Me senté en el suelo, quería enterarme bien de todo lo que me enseñaría esa televisión.

Madison saludaba a la cámara y decía repetidamente "mamá" por lo cual la persona que grababa era su madre.

De repente se puso la pantalla en negro y luego se veía a Madison hablando con su muñeca y a esta respondiendo, se podía ver como los labios de la muñeca se movían. La persona que lo grababa lo hacía a escondidas ya que había una puerta entornada en medio.

La muñeca giro levemente la cabeza, acababa de descubrir a la persona que grababa y la dedicó una sonrisa.

Se volvió a poner en negro, y luego se volvió a ver otro vídeo, Madison llevaba un cuchillo en las manos y les sonreía a sus padres.

-Vamos a jugar. -Se escuchó decir a Madison y sin piedad comenzó a clavarles el cuchillo, unas pequeñas lágrimas cayeron de mis ojos, me dolía ver a una niña probablemente de tres años matando a sus padres, pero aparte de eso una pregunta se formó en mi mente.

Si se veía a los dos padres, a Madison y a la muñeca. ¿Quién grababa?

Madison se giro hacía la cámara con la misma sonrisa tierna del principio solo que ahora tenía sangre por todo su rostro.

Se cayó la cámara y se vio a una niña probablemente de la edad de Madison correr fuera del piso.

Me levanté deprisa del suelo, las pompas se habían acabado. La luz con gran intensidad se apagó y una con menos intensidad se asomó en una esquina. Allí estaba Madison con el mismo cuchillo del vídeo.

Me sorprendí tanto que retrocedí lentamente unos pasos hacía atrás hasta que choqué con la pared.

-Sé que no me harás daño Madison. -Dije seguro aunque tragando saliva.

-Ian, esta soy yo. -Se señaló y se miró al espejo. Su maquillaje estaba corrido, llevaba mucho relleno y no faltaba el cuchillo en su mano. -Soy un monstruo y tengo que seguir mi papel, si no te gusta como soy es que no me quieres.

-Te quiero, no, te amo, si quieres ser un monstruo se lo pero se un monstruo a mi lado, conmigo, no sin mí. -Me agarró el cuello.