Capítulo 3: El tren oxidado

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-Vamos lázaro, debemos irnos rápido.

El científico apretó un botón debajo de la mesa y, la pared detrás de nosotros se levantó, había una profunda y estrecha sala con poca luz que al final estaba una escalera.

-Vallan con cuidado, estoy seguro que los veré pronto.

-Tenga cuidado señor Baltazar, esperamos tener noticias suyas pronto.

Cuando dimos un paso para seguir nuestro camino, la pared se volvió a bajar lentamente mientras veíamos al científico y nos despedíamos de él. En la parte inferior de la escalera había un arma. En ese instante escuchamos –Agarren el arma les servirá más a ustedes que a mí.-

Subimos a la superficie, y volvimos a escondernos en los callejones pero esta vez para observar el mapa detenidamente.

-Veamos el mapa lázaro.

-Mira mama, aquí hay una estación de tren que sale a las afueras de la ciudad

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-Mira mama, aquí hay una estación de tren que sale a las afueras de la ciudad. Pero nos indica un lugar cercano a la estación dentro de un hangar. Creo que ahí debe haber algún vehículo.

-Hay instrucciones también aquí.

Deben ir directo a la estación de tren, ahí encontraran un enorme hangar cerrado, la llave la deje junto a la pared en la puerta bien escondido. En cuanto estén adentro del hangar llámenme por la radio que hay dentro. Ahí están los códigos para comunicarse conmigo. Buenas Suerte.

-¿Está muy lejos la estación, mama?

-No, lázaro pero debemos apurarnos.

No teníamos tiempo para pensar pero debíamos hacerlo, como llegar rápidamente a la estación.

Enfrente nuestro en la siguiente calle un auto abierto y con la llave puesta y... un hombre adentro. No teníamos otra alternativa. Corrimos hacia el coche, el hombre dentro estaba muerto, debíamos que apoyarlo sobre la calle e irnos rápidamente.

¡Vamos lázaro entra al coche!

¡Cuidado madre son ellos! ¡ACELERA!

Antes de que pudiera dispararnos... mi madre acelero y lo paso por encima. Súbitamente freno y me dijo: - ¿Estará muerto?... Voy a asegurarme. Ella retrocedió y lo volvió a pasar por encima. Yo creo que ya estaba muerto pero, creo que era mejor irnos nada más.

En cuanto giramos en la siguiente calle, se encontraba un vehículo combine con uno de ellos adentro. De nuevo acelero y lo choco quitándolo del camino. Luego de eso no había ninguno más. Deberían estar aquí, O en las cercanías, Pero nada. Quizás se adentraron por la ciudad para conquistarla por completo.

Recorrimos unas diez calles más, y todas vacías. ¿Dónde están los combine? Lo único que había eran cuerpos tirados de ellos y muchas personas muertas. Familias enteras amontonadas en el piso. No podía ver tanta muerte en pocos minutos. Pero hasta que llegamos a las puertas de la estación.

Ciudad 19, una lagrima de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora