Mario & Luigi: Bewitched Adventure / Aventura Embrujada

Capítulo 17

Al acercarse los hermanos a la puerta, sus orejas lograron captar que muchos ruidos venían de esta. Música, voces y risas. Lo cual hizo que ambos asumieran que estaban de fiesta.

- Ya sabemos dónde están todos los habitantes. - Dijo Luigi mientras observaba la alta puerta de madera.

Mario extendió su mano derecha formando un puño hacia la puerta, a punto de tocar en esta. Pero antes de que entraran en contacto, alguien abrió la puerta desde el interior. Ambos agradecían este hecho, ya que el delicioso olor se intensificó más gracias a esto.

- ¡Más invitados! - Dijo quien se encontraba en frente de Mario y Luigi. Ninguno de los dos habían visto a esta clase de "ser". Sería descrito como una gran pelota viviente, con piernas, brazos, ojos y una boca la cual estaba cubierta por un gigantezco bigote. - ¿Qué esperan? ¡El festín es aquí adentro! ¡Pasen!

Mario y Luigi se miraron el uno al otro, algo confundidos, pero no dudaron por mucho tiempo, ya que la palabra "festín" les había convencido inmediatamente a pasar. Principalmente al pobre Luigi que moría de hambre.

Ambos hermanos quedaron completamente perplejos al darse cuenta de la cantidad de comida que había en este lugar. Desde pequeñas mini pizzas de pepperoni, hasta una gigantezca lasaña de triple queso. Por todos lados. Varias personas bastante parecidas al señor que les abrió la puerta se encontraban disfrutando de todo lo que había en el lugar.

- Ustedes no son de por aquí, ¿Verdad? - Dijo interrumpiendo el ensueño de los hermanos, quien les había invitado a pasar, poniendo una mano en su gran panza y otra enrollando su despeinado bigote.

Mario niega con la cabeza inmediatamente. - Venimos del Reino Champiñón, señor. Estamos en medio de una misión. - contestó firme pero amablemente.

- ¡Oh! ¿Una misión? - Contestó el señor tras una cálida risa. Inmediatamente tomó aire del asombro y se acercó un poco a Mario. - ¡¿Son espías?! - Susurró hacia él en asombro.

Mario negó con la cabeza de nuevo. - No, señor. Somos Mario y Luigi, ¡los héroes del Reino Champiñón! - contestó, levantando su puño al aire.

- ¿Héroes? - Dudó el panzón mientras se rascaba la barbilla. - Qué extraño, jamás había escuchado sobre ustedes... Pero da igual, yo soy Sr. Pan Son, el alcalde del pueblo Levara ¡Bienvenidos! - Enseguida extendió su mano derecha, la cual estaba cubierta por un guante de cocina.

El guante no era lo que le parecía principalmente extraño a Mario, sino el hecho de que jamás habían escuchado sobre ellos, los héroes más famosos. Y que él tampoco había escuchado una sola cosa sobre este pueblo, Levara. Sin pensar más, Mario extiende su mano también enguantada para estrecharla con la de Pan Son.

Mario tardó un poco en darse cuenta de que ya su hermano no se encontraba a su lado, así que empezó a buscarlo con la vista, hasta que finalmente lo pudo encontrar. Se hallaba comiendo un gran plato de spaghetti con salsa boloñesa, y se notaba que lo estaba disfrutando. Inmediatamente su estómago reaccionó por él con un fuerte gruñido que logró impresionarlo hasta a él mismo.

- ¡Vaya! Veo que tienes hambre. Puedes ir a aquella mesa también, te servirán lo que pidas. Y como hoy estamos celebrando el aniversario del pueblo, ¡No te cobrarán nada! No pudieron haber llegado en mejor momento. - Dijo el Sr. Pan Son soltando una carcajada y dando un par de golpecitos en la espalda de Mario, quien se dirigió hacia donde estaba Luigi.

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Después de tres platos de spaghetti, los hermanos quedaron completamente llenos, tanto así que casi les costaba respirar.