CAPÍTULO 6

23 8 22
                                    

«Darkers de la noche»

«Tu mayor enemigo»

«Declan Henderson»

Tres simples frases, que por muy sencillas que suenen, llevan consigo el más complejo de los significados y la más engañosa definición.

Dicen, que cuando estás dormida, tu mente divaga por tus más deseados deseos y los convierte así, en ilusiones inalcanzables, en problemáticos sueños que son difíciles de salir y escapar de él. Y en grandiosas pesadillas, que producen en tu mente la inseguridad de quedarte atrapada para siempre en ellas y con ello, simular hechos ficticios que crean el sombrío miedo interior.

La parte buena de esto, es que por mucho que sufras y temas con tus propias imaginaciones, de forma involuntaria, tienes y siempre obtendrás la opción, de abrir tus ojos, volver a la verdadera vida real y despertar de lo horrible ocurrido.

Cosa que nunca puede ni podrá ocurrir, con lo que pasa y se produce en la veraz realidad. Si se pudiera volver en el tiempo y evitar con ello, hechos que te marcaron en cuerpo y alma, situaciones que se pudieron haber eludido y encuentros sin sentido a los que asistir, la vida sería demasiado fácil y asequible para cualquier ser humano.

No obstante, todo tal cual como lo conocemos puede variar y cambiar en un carente segundo, solo y por el simple hecho, de saber que toda tu corta existencia ha sido una gran mentira. Viendo a personas a tu alrededor día a día, y que ellas propias, acaben siendo tu mayor amenaza, por no haber confiado suficiente en ti para contarte la verdad y hacerte creer que el probado mundo que conoces, no sea nada más y nada menos, que una vil patraña. Provocando a su vez, lo que intentaron evitar, acelerándolo por los propios causantes y exponiendo la vida que protegían, en una sencilla presa.

Puede llegar a ser una sensación, verdaderamente terrible y espeluznante, tener frente a ti, a tres personas que no has visto en toda tu vida, dos de ellas sin haberlas conocido ni contemplado nunca y otra sin en cambio, causante y provocadora de la situación que mi cuerpo vive y siente en este momento.

El reconocido y semblante chico de ojos azules, quien se hace llamar el Rey de la Oscuridad, y proclamado mayor enemigo para mí. No ha tenido la más mínima delicadeza, para apartar en ningún momento sus iris cielos de mi postura, captando todos mis nerviosos movimientos y originar con ello, una cierta inseguridad en mi salud psicológica y mayor temor en mi mente, al no entender nada.

-No sé de que estás hablando. No tengo ni idea de lo que mi hermano está ocultando. Además, es una incredulidad decir que sois criaturas de las sombras y que tú, según contabas, eras mi mayor rival, cuando nunca en mi vida te he visto. Estáis realmente locos si creéis que podéis mantenerme secuestrada aquí y que con ello, Niall ceda a una cosa tan estúpida. -mi voz sale más clara y firme, de lo que aparentemente mi cabeza y cuerpo siente ahora mismo.

Sus miradas no se han separado de la mía en ningún momento desde que hablé, es más, creo que se quedaron anonadados al oírme pronunciar palabra y de haberles hablado de la manera que lo hice.

-¿Pero qué tenemos aquí? La pequeña sabe hablar. Un poco de educación para dirigirte a desconocidos es lo único que te falta, enana. Un poquitín de respeto hacia personas que no conoces, que pueden hacer que desaparezcas en una milésima de segundos, es también lo que escasea de tu carácter. ¿Qué tus padres no te enseñaron un poco de modal, cariño? -la chica que desveló primeramente su identidad, vuelve a acercarse lentamente hacia mí, rodeando mi posición con sigilosos movimientos circulares, provocando cierto pánico cuando suelta su sujetado cabello rojizo, desprendiendo de éste una puntiaguda hebilla, que con un rápido movimiento de dedos, la transformó en un espeluznante y afilado cuchillo, mostrándolo ante mis ojos y formando en su rostro, una gran sonrisa de orgullo, al haber obtenido nuevamente, la reacción esperada por mí. -¡Oh! Déjame recordar. Si tus queridos papás, te dejaron abandonada junto a tu hermano, en una pobre casa de acogida para deshacerse de vosotros. Dos sucios y mugrosos seres, que no debieron de aparecer en este fanático mundo, cosa que no se pudo impedir por nadie, pero que se puede arreglar por mí. -tras finalizar sus despreciables e indecorosas palabras, se lanza velozmente hacia mi cuerpo, como si yo fuera su más perfecta recompensa y el poder de matarme, le hiciera feliz y llena de paz.

Pero antes de que su acción se llevara a cabo, la voz de Declan se hace presente en el vacío de la habitación, y con una gran velocidad pudo arrebatarle a aquella pelirroja demente, esa peligrosa arma de sus manos. Tan solo sirvió unas pequeñas frases para que ésta le obedeciera y le cediera el control a su hermano.

-¡ Hermana, ya basta! Aquí el único que decide y ordena lo que se hace o no, soy única y exclusivamente yo. Así que, vuelve a tu posición de entrada y mantén tus emociones bajo control. Mientras más tiempo dure esto, más probabilidades de que perdamos tenemos. -su voz hace eco por todo el cuarto, provocando que todos los presentes, incluida yo, saltemos de nuestro sitio al escucharlo gritar duramente.

-Tienes razón, hermano. El tiempo decidirá quién merece sufrir en lo más profundo del infierno y quien merece triunfar, llevando consigo miles y miles de esclavos blancos y ganar con ello, la victoria que tanto anhelamos. -los ojos de la mujer se fueron transformando poco a poco en un helado oscuro, mientras todos sus maléficos pensamientos, salían desde lo más interior de su garganta, volviendo a mostrar su gran y perfecta dentadura blanca, que junto a su pelo de fuego, hace un contraste digno y deseado, para una chica como ella.

-Ahora que todo se ha aclarado, puedes retirarte junto a tu compañero. Yo terminaré el trabajo que excede en este lugar, no permitiré que nadie me robe el poder y la consecuencia de hacerlo, esto solo me pertenece e incluye a mí. Así que, espérame frente a la salida, que en unos minutos me reuniré con vosotros. -los dos hermanos hacen con sus manos un extraño símbolo, del cual sale una ráfaga de llamas y sombra, perdiendo de vista a las dos personas que se encontraban junto a mí, quedándome absolutamente sola y desprotegida, con el chico de ojos azules.

Mi cuerpo comienza a temblar de la impotencia al no poder liberarse, ni poder protegerse. Mi corazón comienza a latir atrozmente, sintiendo mi caja torácica a punto de estallar, provocando que mi respiración se vaya siendo irregular y que mis pulmones no tomen el aire que necesitan, haciendo a mi ser dar pequeñas convulsiones y a volver a percibir todo borroso.

El chico frente a mí, reacciona drásticamente al ver que no me encuentro bien y se apresura a acercarse, produciendo más pavor e inseguridad a mi alma. Intento decirle que retroceda, que no se aproxime ningún paso más, pero mi voz se cierra por completo, impidiendo de nuevo que las palabras no salgan. Sin en cambio, esta vez nadie está haciendo nada para que no pueda articular palabra, todo es consecuencia de mi nerviosismo y ansiedad que se produce en mi organismo.

-Tranquila, no pienso tocarte ni hacerte daño. Solo tenía que ganar tiempo y control, para que mi hermana se fuera y poder ayudarte a salir. -mi cabeza no asimila las suaves palabras que acaba de añadir, provocando que mi inquietud se gastara por completo, volviendo a sentirme mucho mejor y sin ningún tipo de dolor emocional-¿Más calmada, señorita? No se crea ninguna absurda palabra que dije, solo era para saber y conocer el gran poder que tengo sobre usted y su preciada mente. Intenta recordar lo que dije en sus sueños, los pequeños detalles resuelven grandes dudas. Y para que eso se cumpla, tengo que dejarla escapar. Pero no se preocupe, nos volveremos a ver muy pronto, para saber si usted ya conoce toda la verdad o tendremos que hacer el trabajo sucio, sin que la averigüe nunca. El tiempo es oro, disponga de él y exprímalo al máximo. Nos vemos pronto, señorita Holland. -el pánico vuelve a hacerse presente en mi interior, cuando lo veo tomar mi rostro entre sus manos, y obligarme a que unieras mis ojos con los suyos, provocando que una rara luz azabache salga de ellos, volviendo a dejarme perdida en las conocidas sombras y hacer con mi ser dormido e indefenso lo que le apetezca.

Mis párpados se cierran sin voluntad propia, viendo al chico frente a mí mover sus labios pronunciando algo, que no llego a entender ni escuchar, ya que mis sentidos se ciegan y pierden el rumbo continúo de la vida.

«Sueña conmigo, princesa.»

_________________________________________________________________________________________________

Hola hola!!!

¿ Qué tal el capítulo?

¿ Os gustó, os encantó u os horrorizó?

Gracias por leer, aprecio vuestro apoyo.

Besos y nos leemos pronto.

-hanessa.

Dark DreamsWhere stories live. Discover now