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Mi vida está hecha literalmente mierda, por más que trato de encontrar motivos suficientes para seguir adelante siento que no puedo hacerlo, pienso en lo que Emma hubiera querido, ella no me hubiera permitido estar en este estado, justo en este momento quisiera tener un cuchillo en mis manos y traspasar mis órganos, así sin pensar tanto estaría muerto, y probablemente si toda la teoría del cielo y del infierno es cierta, me encontraré con ella, anoche me visitó, me trató de dar fuerzas, me dijo al oído que nunca me dejará vencer, que era el mejor soldado de su ejército, que no podía romperle la promesa de ser feliz, pero, ¿cómo mierda quiere que sea feliz? Vivo en una puta cárcel las 24 horas del día, pensando en lo que haré cuando salga de aquí, si es que logró salir, como puedo ser feliz si todos los malditos días tengo el recuerdo de su cuerpo en la fría silla de castigo, recuerdo paso a paso como prepararon la aguja para matarla,como un país que lucha por el derecho a la vida puede asesinar, entiendo que es asesinato por asesinato, pero la maldita de Emma era mi vida, es mi vida, y ahora que no estaba no encontraba motivo alguno por el cuál seguir en este mundo.

Las voces dicen hazlo, pero hay otra voz, no sé cuál es, es distinta, me dice no lo hagas, te di la oportunidad de vivir, no puedes morir, no puedes clavarte un cuchillo en medio de la noche bañado en lágrimas o simplemente apretar el gatillo de una pistola de un oficial, esa voz me dice todo lo contrario, esa voz me dice que busqué en el rincón más profundo las razones para vivir, tal vez deba hacerle caso a esa voz.

Se que es cobarde, llevó huyendo toda mi maldita vida, le corro a los problemas, odio meterme en ellos, aunque soy experto en hacerlo, cuando los tengo me voy, eso he hecho toda mi vida, aunque me cuesta adaptarme a los cambios, no me importa dejar una ciudad, un país, una familia, si las cosas no van bien, tal vez sea cobardía, odio admitirlo, pero si lo soy.

He perdido a mi familia, he perdido a mis amigos, he perdido a Emma, depende de mí no perderme a mi mismo.

Mi perfecta obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora