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VANESSA

Maldita sea esto puede arruinar todos mis planes, necesito desacerme de esto lo más pronto posible, ¿un bebé?, ¿como podré trabajar y hacer infeliz a Evans y sus amigotes con un bebé?, porque carajos no le hize caso a mi única amiga y compañera de trabajo me dijo que me cuidara, pero como siempre no le hago caso, salimos de fiesta y aquí están las consecuencias, Necesito hacer algo urgente, claro que una idea genial está pasando por mi mente, si le consigo un padre a mi hijo, así no tengo que trabajar, y podré darme la vida de reina que me merezco, quizás haga responsable a Evans, Al fin y al cabo necesito destruirlo de una forma u otra, y si no logró conseguirlo, buscaré otro. Manos a la obra Vanessa Miller.

EVANS

Necesito huir, no soporto estar más en este lugar, no lo soporto, me estoy volviendo loco, veo sombras por todos lados, escucho ruidos extraños, escucho arañazos en la pared, las cosas desaparecen, por primera en vez en mi vida aceptó que necesito ayuda, faltan dos años para salir y no creo poder aguantarlos, necesito huir y sacar a Ryan y a Rossana de aquí también, de seguro están igual que yo, ¡ya sé! Romperé la pared, Si eso haré, la romperé y escaparé, luego vendré por ellos, los sacaré de aquí e iré por las niñas y nos iremos lejos, seremos una familia como Emma lo quería, ¿Emma? Estas aquí, Si mi amor estas aquí lo sé, te amo Emma, no me sueltes, no lo hagas, no lo hagas... Emma... no lo hagas...

- ¿Qué pasó? - pregunté desconcertado al verme en un camilla blanca como la de un hospital, pero estaba seguro que no lo era, tal vez era el lugar de enfermería en la cárcel.

- Tuviste un ataque de nervios, estabas hablando de forma histérica, le pedías a una tal Emma que no te soltara, Evans debes poner de tu parte, de lo contrario nos veremos en la necesidad de enviarte al hospital psiquiátrico, allí tienen la medicina necesaria, esto se sale de nuestras manos - respondió la enfermera con un tono compasivo como si quisiera ayudarme, tal vez sea la única persona buena en este lugar.

- No, no quiero ir nuevamente allí, me pondré peor, pero no se que hacer, ¡ayudeme por favor! - le suplique con lágrimas cayendo a mares - ayudeme... constantemente veo sombras, mi situación ha ido empeorando, pero no quiero ir allá, ayudeme... Emma era la única que me ayudaba y ahora está muerta... ayudeme por favor...

- Evans, lo mejor es buscar ayuda especialista, desde mi posición no podré hacer nada, sólo empeorare las cosas.

- No, no tiene porque ser así, usted puede ayudarme, hágalo, me tiene que ayudar - sentía como la tensión estaba subiendo nuevamente, sus labios estaban tan... como explicarlo...tan deseosos de que yo los besara.

- Evans, ¿te sientes bien? - pregunto un poco desconcertada mientras yo me fijaba en sus delicados y delgados labios.

- S...i - contesté como un tartamudo, Emma decía debemos arriesgarnos y no quedarnos con las ganas, eso haré.

La besé, nos fundimos en un suave y largo beso, mientras esto pasaba podía ver a una Emma alegre y feliz en el fondo, veía a una Emma sonriente, la Emma que mire el día en que le propuse matrimonio, veía a la enfermera y en el fondo a ella, una vez terminado el beso se esfumó, no sin antes convertirse en un bello ángel, como si estuviera esperando que encontrará alguien para poder descansar.

- Evans, ¿ qué te pasa?¿ por qué has hecho eso ?

- Emma me lo pidio, yo... sólo lo siento - fue lo último que pude decir antes de dirigirme nuevamente a mi celda, lugar donde sabía encontraría a Emma de nuevo.

Mi perfecta obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora