Ya todos saben lo que dicen de las personas más calladas: son las que guardan los peores pecados.
Kaneki Yuki no era la excepción.
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Ganadora en la #3 posición en el concurso BNHAwards18 en categoría Fantasía.
Hermosa y sin igual portada hecha por...
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¡No me sigan! —grita furiosamente Bakugō, enviándoles una aterradora mirada a Midoriya y Yuki.
—¡¡Y-Yo te estoy diciendo que debemos evitar una pelea a toda costa!! —exclama Midoriya, pero el nerviosismo y cierto temor eran vislumbrados en su rostro pecoso.
Yuki se preguntó porqué ambos estaban en tan malos términos, Midoriya le había dado la evasiva una vez, limitándose a decirle que eran amigos de la infancia. Pero, ¿los amigos de la infancia se trataban como si uno fuera a matar al otro sin remordimiento? Yuki no tenía idea porque nunca tuvo uno, pero dudaba que las personas normales se trataran de esa forma tan... destructiva. Especialmente por parte de Bakugō.
—¡¡Es jodidamente obvio que sólo debería noquearlo!! —responde Bakugō, como si fuera trabajo fácil noquear al héroe numero uno del mundo. ¿Era idiota? Ni siquiera con esas muñequeras lograrían algo similar a lo que planeaba. Yuki se inquietó—. Yo lo guiaré por los alrededores, ¡y entonces lo noquearé cuando esté cansado! ¡Yo!
—Tienes mucha confianza en ti mismo, ¿verdad, Katsuki-kun? —pregunta Yuki sin una pizca de ironía o burla en la voz, más bien curiosa y analítica.
Bakugō la miró como si el solo hecho de escuchar su voz fuera una molestia de la que quería deshacerse.
—¡Qué te importa, perra, solo mantente al margen y deja de joderme! Maldita basura... —chilla.
—No puedo hacerlo —niega Yuki, soltando un suspiro—. Somos un equipo.
Bakugō parecía querer estallarle la cara y Midoriya intervino antes de que algo malo sucediera. No deseaba ver cómo reaccionaria Yuki frente a la explosión del muchacho. O que Bakugō la lastimara gravemente.
—O-Oye, ¿Quién crees que es All Might? No importa el numero de desventajas, la idea de que puedas vencerlo es...
¡CRACK! En un solo movimiento, Bakugō le había dado un fuerte golpe a Midoriya con las granadas que rodeaban su antebrazo, tirándolo al suelo. Yuki lo miró frunciendo la frente antes de ir a socorrer a Midoriya.
—Ni una palabra más, sólo porque lo estés haciendo medio decente. No te atrevas a decir ni una palabra más, de no contrario, me enojaré —dijo Bakugō, su expresión distorsionada en una ira y sed de sangre sorpresivas. Y todo eso dirigido especialmente a Midoriya.
Yuki ayudó a ponerse de pie a Midoriya, que no le quitaba la mirada de encima a Bakugō. Terminado su trabajo, se apartó, un poco hastiada de que el equipo no funcionara y saltó, hacia uno de los edificios para buscar a All Might mientras sus llamados compañeros seguían gritándose los únicos a los otros.
Sus ojos se abrieron.
—¡¡Deja de gritar!! ¡¡Es por eso que nunca podemos tener una conversación adecuada!!
