Grace
—Joder.
¿Cómo es que llegue a la casa? Lo último que recuerdo es escapar de Adam y entrar a un bar italiano. Miro a mí alrededor, veo que me encuentro en mi habitación, no se oye ningún ruido en la casa, extraño. Pero luego recuerdo que Dove se fue de la casa. Sonrió al recordar que golpe su rostro.
Me levanto de la cama, necesito una ducha para sacar la resaca y este olor alcohol de mí. Tiro la blusa toda arrugada en el cesto y el pantalón, y luego mi ropa interior, que extraño no sacarme el pantalón y la blusa, soy de esas personas que necesitan estar en ropa interior para poder dormir con tranquilidad, no me interesa si hay luz o algún ruido, eso no me molesta para nada, debí estar muy borracha ayer, creo que fue mi primera borrachera.
—Bésame.
El jabón se cae de mi mano cuando se bloquea un recuerdo, toco mis labios sin creerme que le dije eso a Adam.
—Oye, creo que me estas...
Me lanzo a su cuerpo y lo beso, muerdo sus labios, pero él no se mueve. Siento su cuerpo tenso, no lo entiendo. Él quería esto desde un principio ¿No? Mis inseguridades están saliendo ahora que estoy borracha.
Lo suelto, lo miro, pero su rostro está borroso.
—Esto es lo que tú querías desde que nos conocimos.
—Creo que no soy la persona que tú crees que soy.
Se oye un rugido detrás de nosotros, y lo entiendo. Vuelvo a ver a la persona que acabo de besar hace un momento, pero su rostro sigue borroso y no puedo verlo bien, muevo mi cabeza, rio porque bese a otra persona y porque estoy borracha.
—Adam.
Me acerco a él con una sonrisa boba, su rostro es de total enojo, pero no me interesa por más enojado que este conmigo no me rechaza y me acerca a su espacio y me protege del hombre que le acabo de robar un beso.
—Lo siento hombre, ella solo se me lanzo.
—Creí que eras tú. —digo por lo bajo.
Él gruñe, pero no dice nada.
De cómo llegue aquí no lo recuerdo, pero es de poca importancia ¿no? Debe serlo, confió en Adam. Termino de ducharme y salgo envuelta en una toalla. Suelto un grito cuando veo Gwen esperándome en la habitación.
—Lo siento señorita.
—No hay problema ¿Qué necesitabas? —pregunto.
—Adam pidió su presencia para desayunar.
Asiento confirmando que bajare y ella se retira sin decir nada. Gwen es un misterio, desde que la conocí, pero confió en ella. Desde que llegue aquí siempre fue de ayuda, me protegió de la amiga de Dove y de mi misma cuando no podía controlar mis emociones, estoy agradecida y la respeto.
Adam
Mi pene no deja de estar duro, sus tetas y sus besos, todavía recuerdo el sabor de su lengua.
Escucho los pasos de ella antes de que abra la puerta de la habitación que estoy, cuando la veo se me va el aire, verla es como una brisa fresca. Si no la veo es como si pasaran años sin verla, ver sus ojos, sus sonrisa, la cual cree que oculta, pero puedo verla. Cuando no la veo siento la necesidad de ir a buscarla, abrazarla y besarla.
—Hola, buenos días.
Mi pene salta al oír su voz suave, gruño de dolor porque mi pene duele. Ella salta cuando me escucha, pero no digo cual es la razón de mi gruñido, ella se asustara.
Ella toma asiento, y comenzamos a desayunar. Sé que está nerviosa, puedo sentir todas sus emociones, y me gusta hacerlo.
Aclara su voz, sonrió.
—Lamento lo de ayer.
— ¿Huir de mi lado o besar a otro tipo en mi cara?
—Huir y golpear a un guardia.
Gruño.
Suelto el vaso que estaba tomando y me levanto de donde estoy, me detengo detrás de ella.
— ¿Solo eso? —pregunto mordiendo su oreja.
—Sí. —responde con un pequeño gemido.
Bajo suavemente su blusa y toco su pecho, gruño en su oreja al sentir sus pezones, los pellizco, ella suelta un gimoteo.
—Así querías que te manoseara anoche, no lo recuerdas ¿verdad? —ella niega porque no lo recuerda. —Me exigías que te bese, que te toque. Es una pena que no lo recuerdes. —
Alguien está detrás de nosotros, sé que es Logan, pero sigo pellizcando sus pezones y beso su cuello.
Él aclara su voz, lo miro con molestia.
—Esto no termina aquí.
Saco mi mano de su blusa y vuelvo a sentarme. Ella está avergonzada, sus mejillas están rojas y su respiración es agitada, traga y se acomoda la blusa, sus labios están rojos por mordérselos, acomodo mi pene duro. Quiero mi pene en su boca, pero necesito esperar.
—Este es Tomás, es tu nuevo guardia.
— ¿Guardia? Si es porque me escape, no lo haré más. No quiero tener a alguien que me esté observando todo el día.
—Es por tu seguridad. —ella me mira con enfado. Si no fuera que soy el alfa, seria yo mismo el que la vigilara todo el tiempo, pero debo protegerla y yo no puedo hacerlo.
—No quiero.
—Es una orden, lo harás.
—Bien.
(...)
Grace
Estos últimos días Adam lo he notado un tanto extraño, me ha estado evitado. He querido hablar con él, pero siempre se comporta frío hacia mí o cuando me ve se retira de la habitación. Su comportamiento nunca fue así. Con gwen es más amigable, con ella estaba sonriendo y cuando llegue a ellos para hacerle una pregunta, se escapó, me fastidia su actitud.
—Ese imbécil va a oírme.
— ¿Quién?
Suelto un grito y salto de la silla, toco mi pecho.
—Logan. —regaño.
—Solo pasaba por aquí y te oí hablando sola. ¿El imbécil del que hablas es Adam?
—Sí, me ha estado evitando. No entiendo cuál es la razón.
—Estas en celo.
—No soy un perro.
—No lo eres, pero eres la compañera de un hombre lobo que es Alfa.
— ¿Y? Continúo sin comprenderlo.
—Eres una bruja, mejor dicho mitad bruja y mitad demonio.
— ¿Lo soy? —pregunto con sorpresa.
—Eres una híbrida.
Nunca creí que esto podría estar pasándome. Mi vida era rutinaria, ir a la universidad, estudiar, trabajar y volver a casa para cuidar de mi madre. Siempre imaginé que las brujas estaban en los cuentos y los demonios en películas de terror. Es tan extraño pensar que soy ambas cosas.
—Pero sigo sin entender cuál es la razón del porqué me evade.
—Tu aroma ha cambiado. Ha iniciado la primavera. ¿Sigues sin comprenderlo? —asiento. —Deben tener sexo y tienes que marcarlo. Esa es la razón.
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HÍBRIDA ©.
WerwolfAdam Lébedev alfa de la manada ha buscado por años a su mate, se volvió frió al no encontrarla, luego de unos años dejo de buscarla y se volvió un mujeriego total. Grace Stevenson una mujer de 20 años que tuvo que madurar. Una vida normal o eso es...