Grace
—Mierda.
Esa víbora ha sacado lo peor de mí, no pienso volver. Si lo hago querré dañarla, no fue su comentario mí detonante. Era el hecho que Dove estaba tocando su mano, ella reía con él. Hace dos semanas que se fue y lo vuelvo a ver con ella, ella fue la razón por la que tuve que irme de su casa.
—Idiota. —las personas me miran cuando insulto nuevamente, pero las ignoro.
Sigo caminando hacia mi casa, agradezco que esté cerca del trabajo, escucho paso rápido detrás, mi cuerpo se pone en alerta, esperando el ataque.
Cuando me tocan el hombro, volteo con rapidez inmovilizando a la persona, y golpeo su cara.
—Te lo merecías.
— ¡Joder!
Dejo que se pueda mover nuevamente, lo miro con enojo, él me sujeta las manos para que no lo golpee otra vez, tiro mi cabeza hacia atrás y choco mí frente con la suya. Estoy enfadada. Cuando veo un hilo de sangre me arrepiento de hacerlo, él me suelta.
—Lo lamento. ¿Estás bien? —pregunto con preocupación, sujeto su rostro para ver su herida con atención. No es profunda, pero debo ayudarlo porque lo cause.
Dejo de verle la herida y cometo el error de verlo a los ojos, él me mira con ¿Fascinación? ¿Deseo?
Creo que estoy imaginándolo.
—Mi departamento esta solo a una cuadra.
—Lo recuerdo, dormí contigo.
—Sí, me dejaste. —reprocho sin pensar.
—Lo hice, porque si me quedaba más tiempo iba a hacerte cosas. —sonríe.
Es la primera vez que lo veo sonriendo de esa manera, es como si se sintiera cómodo a mi lado, me gusta.
Observo detrás de él, veo a tres personas acercándose hacia nosotros. Van vestidos de traje, su aura me parece siniestra. Tomo la mano de adam cuando reconozco a una de las personas.
—Nos están siguiendo.
Él gira la cabeza para mirar, él se adelanta. aprieta mí mano y comenzamos a correr.
—Entremos por la parte trasera de los departamentos. —sugiero.
Miro hacia ellos, de tres personas, ahora son cinco.
¿Qué mierda? ¿Qué quieren? Llegamos a la puerta trasera, él me empuja hacia dentro y él entra luego. Agradezco que tenía la llave en mi bolsillo, cierro con prisa.
Toco mi corazón, suspiro de alivio. Acerco mi oreja para oír.
—Diablos, los perdimos. El jefe nos matará.
Oímos su voz de enfado y luego golpea la puerta que nos separa. Adam tapa mí boca antes de soltar un grito y me aleja de la puerta.
Ellos querían atraparnos ¿Por qué? ¿Cuál es la razón? Escuchamos cuando se retiran.
—Vamos. —dice sujetando mí mano.
Al llegar a mí departamento, me relajo. Estamos seguros.
— ¿Quiénes son? —pregunto.
— ¿Desde cuándo notaste que iniciaron a seguirte? — él pregunta ignorando la mía.
—Una semana, tal vez. —respondo. — ¿Quiénes son? —vuelvo a preguntar.
Él endurece su rostro.
—Ella debió protégete.
— ¿Qué? ¿Quién?
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HÍBRIDA ©.
Hombres LoboAdam Lébedev alfa de la manada ha buscado por años a su mate, se volvió frió al no encontrarla, luego de unos años dejo de buscarla y se volvió un mujeriego total. Grace Stevenson una mujer de 20 años que tuvo que madurar. Una vida normal o eso es...