HÍBRIDA ©.

Capítulo 6

Ninguno de ellos me responde, y eso es lo que más nervios me dan, esperaba otra reacción, no que ellos se me queden viendo de esa manera.

Cuando menos lo espero mis piernas se debilitan y caigo al suelo, uso mis manos para levantarme, pero caigo nuevamente por una fuerte puntada en el abdomen.

—Grace ¿estás bien? — pregunta Adam acercándose para ayudarme, me acerca hacia su pecho, su cuerpo emana calor, su aroma es agradable.

Logan carraspea sacándome de mis pensamientos.

— Si, me duele el abdomen. —respondo.

— ¿No recuerdas nada? — pregunta la tipa rubia, su voz escandalosa me molesta.

Ella se acerca con aquella sonrisa falsa en la cara.

— ¿Y tú quién eres?

Ella menea su pelo y me mira desafiante.

Adam sigue a mi lado sosteniéndome para que no tropiece. Está más claro que el agua que me acuerdo de todo, mi estrategia es una mierda, pero esta tipa hace que mi sangre hierva. Verla sentada en sus piernas y que él no hiciera nada para moverla, me molesto. Solo quiero irme de aquí, pero esta tipa que no conozco de nada hace que realmente no quiera irme y demostrarle que Adam es mío.

¿Qué carajos? ¿Adam es mío? Creo que quedarme mucho tiempo aquí está afectándome, debo irme.

—Yo soy Dove. La novia de Adam y futura Luna de la manada. —dice con aires de grandeza.

Su respuesta nos tomó a todos por sorpresa, Logan tenía la boca abierta totalmente sorprendida, su cara es idéntica que cuando me vio hace unos momentos en la puerta y Adam está respirando fuerte. Estoy molesta por sus palabras.

¿Luna? ¿Manada? Esa es las palabras que más me hacen ruido. Logan me dijo Luna cuando nos conocimos. Ahora quiero saber que es. La miro atentamente, su voz la conozco. Esta tipa es la que me jalo del cabello y me hirió mientras estaba en la cama sin poder moverme.

Esta perra me va a conocer, nunca debió de meterse conmigo.

Alejo las manos de Adam y me acerco agarro su cuello, mis uñas se clavan en su piel, sus ojos se vuelven violetas y sus orejas empiezan a ser puntiagudas, me insulta, pero eso no me inmuta y aprieto más fuerte.

— ¿Por qué? — pregunto. Nadie interrumpe. —Responde. — ella me mira con una pequeña sonrisa arrogante en su cara.

—Que... Que cosa? —habla débilmente, no le creo su teatro.

— ¡Te he dicho que hables! ¿Por qué lo hiciste? —Grito.

Veo que una mano pasa por mi costado, Adam agarra mi mano, tira de mi cadera hacia atrás suavemente a su pecho.

Ella cae al suelo tosiendo para conseguir aire.

Cuando lo consigue, ella se levanta para golpearme, Adam se coloca delante de mí recibiendo el golpe.

— Adam amor yo... —dice con un tono de nerviosismo.

No la dejo terminar, porque cae otra vez al suelo cuando le devuelvo el golpe que Adam recibió.

— ¿Por qué no le cuentas que hiciste? — pregunto.

Respiro profundo cuando la herida del abdomen comienza a dar puntadas.

— ¿De qué hablas Grace? —pregunta Logan.

—Ella me ha hecho esta herida mientras estaba dormida.

—¿Por qué estás tan segura? —interroga Adam

—Por su voz. —respondo.

—Adam amor, ella miente. —me fastidia que le diga amor.

—Él es mío. —digo.

Trato de acercarme, pero Adam me lo impide.

—Dove, debes irte luego hablaré contigo. — dice.

Él se acerca a ayudarla a levantarse, apretó los dientes cuando la acompaña. Escucho la puerta abrirse y luego cerrarse.

— ¿Soy tuyo? Creí que no recordabas. — ríe con arrogancia, su sonrisa me molesta.

—Idiota.

Camino hacia el para darle un golpe, mis piernas fallan y caigo al suelo, gimo de dolor, toco mi abdomen. La remera se pega a mi piel, miro mi mano y veo que es sangre.

—Mierda. —Adam se aproxima y me levanta del suelo, y me lleva a la habitación donde me desperté, el me mira con preocupación.

Logan aparece por la puerta.

—El médico está viniendo.

Mi cuerpo comienza a temblar.

—Grace ¿Qué sucede?

—No puedo detenerme.

Las luces comienzan a prenderse y apagarse, mi cuerpo tiembla junto con la casa.

—Estoy asustada.

—Mírame, estarás bien.

Adam se acerca a mí abrazándome, tratando de calmar mis temblores, pero no lo logra. El acaricia mi cabello con suavidad. Él parece tranquilo como si la casa no se estuviera moviéndose.

—Lamento no cuidarte como es debido, es por mi culpa esta herida. —gruñe con disgusto.

—No te culpes.

Mis ojos comienzan a cerrarse, no puedo mantenerlos abiertos, se van cerrando, lo último que escucho son los gritos de angustia de Adam e inmediatamente es todo oscuridad.