Mack no había logrado dormir bien en toda la noche, en parte por los instensos dolores de espalda que le ocasionaba su gran barriga y en parte por todo el ruido que Dex hacía en la habitación de al lado. En estos últimos días parecía que él se empeñaba en demostrarle a ella tanto como a sí mismo que podía batir el récord de cualquier gigoló conocido en la historia de la humanidad, y esto por alguna razón le molestaba mucho a Mack, le molestaba porque en realidad le dolía. ¿Cómo es que podía interesarle un chico que conocía más bocas de cerca que un dentista? Suspirando abrazó su pequeño vientre y se dedicó a cantarle canciones de cuna hasta que se quedó dormida.
A la mañana siguiente el movimiento de gusanito junto con su hambre voraz la despertaron, sus ojos pesaban aún no había dormido más de tres o cuatro horas pero no podía ignorar a su hambre por más tiempo. Maldiciendo a Dex internamente se levantó de la cama y levantó el teléfono para pedir su desayuno. Se debatió por un segundo si debía salir a esperar su comida fuera, Dex podría salir con su reciente conquista en cualquier momento y no era algo que Mack quisiera enfrentar, siempre pasaba algo doloroso en su pecho cuando veía a Dex con otra chica, no podía evitarlo era como si su corazón se comprimiera un poco sin razón aparente pues él tenía el derecho de estar con las chicas que quisiera y ella se negaba a aceptar que sentía algo más que amistad por él, parecía algo ridículo, simplemente era su amigo. Un amigo que podía acelerar su corazón solo con una sonrisa. Que asco de amistad.
Sin poder quedarse quieta por más tiempo Mack se puso de pie y salió a la pequeña sala para esperar su comida, para su alivio Dex no había salido de su habitación ni se escuchaban ruidos de ella, tenía un momento más para lidiar con sus absurdos sentimientos. Caminó hasta la nevera que estaba a un lado del mini bar y tomó una botella de agua, mientras estaba de espaldas la puerta de la habitación de Dex se abrió lo que hizo que ella se diera la vuelta sobresaltada. Una chica morena con cuerpo de modelo de pasarela la miró con algo de sospecha mientras la evaluaba. Mack hizo una mueca ante la corta ropa interior que usaba la chica.
—¿Tú eres la supuesta prima de Dex no es así? —preguntó la morena sin que sus ojos dejaran de evaluarla.
Mack se encogió algo incómoda. —Soy su prima, —intentó que su voz sonara firme. No necesitaba que por su culpa se malinterpretara algo. La chica le regaló una sonrisa de lado.
—He escuchado algunos rumores, —Mack se tensó. —En realidad no creo que seas su prima linda, y no sé de cuál de los cuatro es esa cosa que tienes ahí dentro pero deberías de aceptar el dinero que te ofrezcan y largarte de aquí, no das pena en realidad te ves patética robando dinero solo con la excusa de esa enorme panza.
Las mejillas de Mack se sonrojaron por la molestia y sus manos cubrieron su vientre como protección. ¿Acaso la lagartija flaca esa había llamado cosa a su gusanito? Antes de que pudiera soldar un insulto una voz grave se les adelantó.
—En realidad la única persona patética que se va a largar de mi habitación eres tú, —gruñó Dex mirando con verdadera furia a la chica morena. —Toma tus cosas y no vuelvas a poner un asqueroso pie cerca de alguno de nosotros. Te quiero fuera del hotel en cinco minutos o llamaré a seguridad. ¡Largo!
La chica saltó ante el grito de Dex y después de fruncirle el ceño corrió por sus cosas y estuvo fuera de la habitación en menos de dos minutos. Dex no apartó su vista molesta de ella hasta que cerró la puerta a sus espaldas, después de eso suspiró y se giró con un gesto de disculpa hacia Mack.
—Mack... —comenzó. —De verdad lamento lo que ella dijo.
Mack habia estado analizando con detenimiento cada una de las palabras de la chica y no pudo evitar que sus ojos se llenarán de lágrimas cuando miró a Dex, internamente culpó a sus hormonas. —Yo no intento robarte dinero, Dex.
Ella vio sus cejas fruncirse en confusión mientras daba un paso más cerca de ella. —Lo sé, —murmuró alzando sus manos hasta sus brazos.
—Hablo en serio, realmente no me interesa tu dinero, ni el de Theo o el de toda la banda junta, —un nudo se atoró en su garganta y le costó hablar. —Ustedes... son mis amigos, los primeros que he tenido en toda mi vida y no quiero que la gente piense... que todos piensen...
—Shhh —Dex colocó un dedo sobre su boca deteniendo sus palabras y después pasó ese dedo por su mejilla apartando una lágrima. El corazón de Mack se aceleró sin poder evitarlo. —Detén eso, sé quién eres Mackenzie y me importa una mierda lo que la gente pueda pensar. Y todos pueden irse al diablo porque no pienso dejar que te alejes, no quiero que tenerte lejos de mí.
Esas palabras incrementaron aún más sus latidos, Mack incluso sintió que el aliento se atascaba en su garganta. Algo en su pecho comenzó a sacudirse de emoción pero se obligó a contenerse, estaba malinterpretando las cosas, Dex la veía solo como a una hermana, alguien para proteger. Y ella debía verlo de esa forma también, se esforzó por aplacar las mariposas en su estómago y le sonrió débilmente.
—Gracias, —murmuró tomando una de sus manos y apretándosela suavemente. —Eres como el hermano que nunca tuve Dex, me alegra que me cuides.
Mack notó como la sonrisa de Dex vaciló por un segundo mientras su cuerpo se tensaba. Pero se recuperó rápidamente. —Estoy para servirte.
Un silencio incómodo se instaló alrededor de ambos por un segundo. Se miraban como si se murieran por confesar algo pero ninguno fue lo suficientemente valiente como para abrir su boca. —Tienes un gusto realmente malo con las chicas, —finalmente Mack rompió el tenso silencio sin mirarlo a los ojos.
—Tienes razón, creo que debería dejar de salir con chicas al azar por un tiempo.
En realidad nunca sales, quiso murmurar Mack pero se contuvo, se limitó a encogerse de hombros sin querer volver la conversación incomoda de nuevo. —Bueno al menos ahora aprendí otro de tus gustos en chicas, creo que empiezo a conocer tus preferencias.
Dex soltó una carcajada ante eso justo cuando tocaron la puerta con el servicio a la habitación. —Estoy seguro de que te equivocarías por completo Mack, —murmuró acercándosele por un segundo. —Te apuesto a que no sabías que las rubias me vuelven loco, —dijo acariciando por un segundo un mechón del cabello de Mack. Ella se tensó por completo ante eso y Dex solo le guiñó un ojo antes de alejarse sonriendo de lado.
Esa vez no hubo ninguna forma de aplacar las mariposas en su estómago durante todo el día.
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Sip seguramente creyeron que morí o ecsplote o que fui un mito y jamás existí o no sé... xD pero lamento no subir en meses :o sinceramente he pasado por mil cosas y no podía escribir hasta ahora, puede que tarde en subir un poco pero terminaré la historia porque escribir me desestreza y es mi terapia hay mucho de mí en todo lo que escribo y que nadie sabe si no lo pongo en algún lado reventaré cual palomita :v gracias a los que leyeron este tiempo se merecen el mundo entero y una canción de Dex. Mi escritora interna los quiere, aún si no los conoce, está loca da amor por montones a desconocidos xd mil besos y hasta pronto.
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Seré Tu Hogar
RomansaDex Darren es el guitarrista principal de la famosa banda The Death Collectors y sabe que lo tiene todo. Fama, dinero y mujeres son cosas que le sobran y está bien con ello. Disfruta la libertad y el poder ser irresponsable cuando quiera, el compro...