Secretos Peligrosos.

Capitulo 1

Capítulo 1

Cloe POV 's

-Esto es hogar dulce hogar- exclamó Jason, mi tío pasando su brazo por mis hombro y mirando la sala que había quedado bastante bien arreglada

-La verdad que si- dije mientras depositaba un pequeño y ruidoso beso en su mejilla. Recién terminábamos de ordenar todos los muebles de la mudanza, habíamos estado arreglando toda la casa los dos solos y realmente era grande para solo 2 personas pero esa había sido la casa de mis abuelos, ellos se habían mudado a una casa mas pequeña fuera de la ciudad y nos habían dejado esta mansión para nosotros solos.

Subí a mi habitación y me tire boca a bajo en mi estupendo colchón matrimonial. De a poco fui cerrando los ojos mientras caía vencida por el sueño pero un fuerte ruido hizo que me parara de golpe. Agarré la pisto que tenía debajo de la cama y bajé sigilosamente por las escaleras tratando de esconderme, antes de disparar salté dentro de la cocina y apunté con el arma.

-Casi me da un infarto idiota -puse una de mis manos sobre mi corazón y bajé la otra con la pistola en ella- Y ¿si disparaba y te mataba? No podría vivir con la culpa, además me dejarías sola en este mundo cruel y salvaje- borré con mi dedo índice una lágrima invisible, sobre exagerando el momento.

-Tranquila, no paso nada-levantó las manos en defensa propia pero aun con una sonrisa en su maldito rostro- el ruido de una olla que se cae y vos ya pensas que me están matando- dijo divertido señalando una olla en el piso-respira- poso sus manos en mis hombros- y cocina algo que soy capas de quemar la casa- reí porque si era posible.

-Yo todavía no entiendo para que vivo con vos si yo te cuido mas de lo que vos me cuidas a mi- dije divertida mientras prendía el horno.

* * * *

-Cloe Si tengo que llamarte para que te levantes una vez mas te juro que tiro la puerta abajo- gritó Jason fuera de mi habitación. Un grito ahogado salió de mi garganta y me levanté, abrí la puerta con furia y lo mire enojada, me di la vuelta y cerre la puerta en mi espalda. Odiaba las mañanas de colegio. Fuí al baño, lavé mi cara y mis dientes y después me vestí con unos shorts desgastados que cubrían todo mi trasero pero que me quedaba un poco apretado, una remera sin mangas azul oscuro con garabatos y mis vans negras, no era de esforzarme en la ropa pero tampoco usaba cualquier cosa. Cubrí mis pestañas con rímel y delinee mis ojos verdes haciendo que resalten, tome mi mochila con el celular y baje. Tomé mis llaves, una botella de agua, una manzana y salí. Jason ya se había acostado de vuelta Abrí la botella y empecé a dar pequeño mordiscos en la manzana, estaba llegando tarde el primer día pero me importaba una mierda. Antes de entrar tire la mitad de mi manzana en un tacho y guarde la botella.

Fui directo a ver al director y me dieron el horario de clases, pero justo cuando estaba por salir de la habitación, entró un chico, alto, musculoso, pelo negro y ojos celeste oscuro, tenía el seño fruncido y claramente se notaba que estaba enojado. Se sentó en una silla y carraspeó la garganta para que lo dejara de mirar, pero a eso le agrego una sonrisa creída, rodee los ojos y me dispuse a salir, claramente me había quedado mirando al perfecto y problemático chico del instituto.

-Señorita Hayes- me llamé el director y me dí vuelta de mala gana-bienvenida a la escuela- sonrió. Era un hombre de no mas 35 años y se notaba la adoración que tenía por el dinero, había estado estudiando su expediente y tenía varios problemas con pandillas y con distintos mafiosos por que debía dinero.

-Gracias-dije cortante, no tenia ganas de quedarme allí por mas tiempo. En realidad la única razón por la que seguía yendo a la secundaria era para dar la impresión de ser una adolescente común.