Capitulo 2

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-CAYDEN VEN ACÁ AHORA MISMO!! -grito Adam Ibars (papá de Cayden).

- Si papá ya estoy aquí que necesitas - dijo Cayden llegando al lugar donde se encontraba su padre.

- Puedo saber en dónde estabas, te busque por todas partes y no te encontré, Marke fue al segundo nivel y resulta que te encontró allá, pero que falta de respeto invadir así la privacidad de los demás, ni siquiera le mencionaste que subirías, que pasa contigo hijo - dijo Adam con un tono furioso y preocupado.

-Papá lo siento no volverá a suceder, no fue mi intención que pareciera una invasión, sólo quería conocer a la hija del Señor Marke. -mencionó Cayden algo apenado.

-A la hija de Fermoselle, es enserio hijo - mencionó sonando confundido -¿Estas hablando enserio? -dijo Adam dando a notar su molestia.

-Si papá a la hija del Señor Marke -mencionó Cayden.

-Como te atreves a cometer una locura como esa hijo -dijo Adam enfurecido  -Sabes que no debes pasear por todas las casas como si fuesen la tuya y menos si es para hablar con la hija de uno de mis socios, enserio Cayden, ¿has perdido la cabeza? -dijo Adam haciéndolo recapacitar, -debes disculparte con Fermoselle y decirle todo lo que pasó, no sea que puedas meter en problemas a su hija, y por favor jamás vuelvas a dar un paso fuera de mi autorización, ¿entendido?  -soltó Adam terminando la conversación.

-Papá lo siento si, ya lo mencioné una vez y lo vuelvo a recalcar, no fue mi intención y jamás volverá a pasar lo juro -dijo Cayden a su padre que lo veía con molestia.

-Esta bien,  has lo que te dije, ahora mismo -dijo Adam volteando el rostro.

Entonces Cayden giro sobre sus talones y comenzó a buscar a cuyo hombre merecía una disculpa de su parte.

...

Su campo de visión no lograba abarcar al hombre que buscaba hace más de diez minutos, entonces desesperado decidió salir a ver si se encontraba afuera, pero lo único que encontró fue a otro montón de hombres mayores bebiendo cerveza y fumando cigarrillos.

De la nada alzó la vista al cielo y su mirada se clavó en un punto exacto, que para el, merecía ser trazado en uno de los mejores cuadros que se pudieran haber inventado.

Una chica de ojos café, no oscuros ni  claros, sino perfectos, un cabello quebrado de las puntas, de un color castaño que se robaba su aliento, un tono de piel  que mostraba su exposición al sol sin dejar de ser pálida, unos labios muy gruesos que sólo lo volvían más loco y una nariz pequeña que apenas y se notaba.
Recostada en una ventana con cortinas azules a los lados y una luz de luna que la alumbraba de una manera única.

Fue la imagen que se robó su corazón, como era posible? Nadie lo sabe pero él hubiese deseado vivir en ese momento justo, hasta el fin de los tiempos, ella era perfecta y nada más pudo hablar para sí mismo y decir - Katherine Fermoselle ¿por que tú y no alguien más? - y justo en ese instante soltó una sonrisa que dejaba ver su dentadura blanca.

-Cayden!! -le habló uno de los hombres más grandes que asistieron a la reunión (entre 70 y 75 años) -¿Estas bien muchacho? -mencionó el Señor en un tono de preocupación.

Y Cayden le respondió
-Claro Señor Patrick por que no lo estaría -dijo.

-Por nada, sólo que ví que te reías sólo y siendo sincero me causó un poco de pánico, debido a que la última vez que ví a alguien reírse sólo era por que creía que tenía un amigo imaginario que le contaba chistes y sólo era su aparato para escuchar  el que fallaba
-le dijo Patrick.

Soltando una risa boba Cayden respondió.
-Tranquilo Señor Patrick, a mi no me falla ningún aparato por que aún no uso, sólo estoy recordando algo sin importancia.

- Ja entonces así le llamas a esa chica  la cual estuviste viendo por mucho tiempo verdad, te ví Cayden tengo 72 años no 80, aún me sirve un poco el sentido de la vista. -habló el Señor Patrick bromeando con él.

-Tengo que admitirlo Señor Patrick, es un gran observador -le sonrió amablemente  - y se que no ha perdido su vista aún, incluso todavía le queda  un poco de encanto en su rostro -sonrió un poco más intenso -se que atrae muchas chicas. -le mencionó Cayden con un tono de broma en cada palabra.

-tengo que admitirlo muchacho cuando uno es guapo la vida es más difícil, gracias a Dios jamás sufrirás eso debido a que eres muy feo Cayden -soltó el Señor Patrick riendo con muchas ganas.

- Señor Patrick no sabía que usted tenía tanta maldad en su corazón como para llamarme feo, pero le digo algo, un día quiero ser como usted -le dijo Cayden tratando de sonar gracioso.

-Cayden para ser como yo tendrías que haber nacido guapo, pero tranquilo, hay chicas a las que les gustan los feitos -mencionó el Señor Patrick alejándose de Cayden.

¡ Señor Patrick ! Gritó Cayden
Y volteó.  -Gracias por hablar conmigo me distrajo un rato  - dijo agradeciéndole.

-De nada muchacho, hasta pronto. -medio gritó Patrick y se fue lentamente.

Cayden sólo soltó una risa boba y agitó su mano de un lado a otro en seña de despedida hacia el hombre mayor.

Y volvió a entrar a la casa para continuar su búsqueda  que se había detenido por un momento, tanto como para admirar a Kate y hablar con el Señor Patrick, prácticamente fue lo mejor que pudo pasar en su noche.

Solo un Te amo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora