Capítulo 3

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- Osea que ahora te gusta hablar con hombres a mis espaldas, vaya que es inteligente lo que haces Katherine - dijo Marke a Kate con tono de indignación.

- No, ya te dije que sucedió, el vino toco la puerta yo abrí y al ver que era un hombre sólo le pedí que se retirará, pero el ignoro mis palabras y se quedó ahí parado. -le explicó Kate a su padre.

-si pero simplemente pudiste cerrar la puerta.

-claro que no, tampoco tengo tan mala educación como para cerrar una puerta en el rostro de una persona. -dijo Kate.

-Quisiera castigarte por lo que hiciste Kate (le dijo su padre deslizando su mano por la mejilla derecha de Kate hasta su cintura)
Pero, prometí que no lo haría por el momento, ya que odio cuando gritas como loca, igual sabes que todo tiene una recompensa Katherine. -expresó Marke viéndola con mucho deseo.

Asco, repulsión, miedo, tristeza y muchos más sentimientos se arremolinaban en Kate, aún no podía creer que un lunático así era su padre.

Aunque aprendió a ya no sentir dolor, también aprendió a restarle importancia y sólo seguir sus órdenes, simplemente Kate se cansó de luchar tanto por algo que no iba a conseguir .

-Podrías por favor dejarme sola un momento creo que tienes varios invitados haya abajo y tienes que atenderlos. -le dijo Kate abriéndole la puerta de la habitación.

-Claro pequeña me iré, pero recuerda esto que hiciste tendrá consecuencias muy graves cariño. -dijo Marke saliendo le la habitación- que descanses preciosa te amo y lo sabes. -fue lo último que añadió Marke y se dirigió hasta los escalones los cuales bajaba uno a uno rápidamente.

-No llores otra vez por favor, no llores otra vez por favor - eran las palabras que se repetía Kate tratando de contener todo el llanto acumulado en su garganta.

Estaba cansada, destruida, triste, sólo quería correr y llegar a un lugar donde por fin consiguiera paz...

Kate decidió retomar su fuerza y levantarse de la esquina en la cual estaba a cuclillas, ni siquiera recordaba en que momento llegó ahí.

Tomó un pantalón cómodo y una blusa con mangas largas, se la puso y decidió asomarse a la ventana, para poder admirar la luna y las estrellas en su maximo esplendor.

Estando ahí sólo pensaba en todo lo que le sucedía diariamente, en por que nunca se había marchado de ese lugar y recordó que cuando puso una denuncia en contra de Marke, el compro a la policía como lo hacía con todo.

Pero también pasaba por su mente, aquel chico llamado Cayden, quien había decidido tocar a su puerta.

Con el en mente sucedió, lo vio salir de la casa todo desorientado y desesperado, como si buscará a alguien desde hace mucho tiempo.

Lo admiró, lo vio y sonrió para si misma y se dijo: Katherine sólo olvida que algún día lo viste.

Y siguió con su tarea de contemplar las constelaciones, sin saber que para ese entonces ella era la que ahora estaba siendo admirada.

Luego de un tiempo algo largo decidió bajar la vista para volver a verlo, casualmente seguía ahí, como despidiéndose de un hombre mayor, como si hubiese tenido una conversación que merecía el mundo y más, pero el Señor solo se alejó y listo, partió, pero Cayden se quedó ahí sólo viendo y le gritó algo que Kate no logro descifrar.
Y así de simple Cayden sólo volvió al interior de la casa.

Kate decidió que era hora de dormir, era la única manera en la cual podía ser feliz sin que alguna persona pudiera molestarla.

Como recordando a su madre, cantaba para si misma una canción que juntas habían inventado.

"Las estrellas ya están brillando y la luna las esta acompañando, es momento de soñar con arcoiris, es momento de ponerte calcetines".

Era su fragmento favorito de la canción, ya que los calcetines significaban que era hora de abrigarse. simplemente eso era justo lo que su madre hacía todos los días antes de que Kate comenzara su siesta.

-si tan sólo estuvieras aquí -dijo Kate para si misma mirando a la ventana.
En ese preciso momento a Kate se le empañaron los ojos ,todo estaba borroso.
Poco a poco sintió como algo tibio le recorría la mejilla terminando en su barbilla, y luego no era sólo una si no muchísimas lágrimas, cada una de ellas con palabras que no podía expresar.

-Sabes hoy conocí a un chico, me pareció agradable, pero papá nos encontró hablando y creo que ya sabes cómo se pone verdad mami -mencionó Kate hablando con su madre, que aunque ya no estaba ella lo hacía por que se sentía bien y sabía que donde sea que estuviera ella la escuchaba.

-Mami ojalá nunca te hubieras ido, no tienes idea de cuánta falta me haces -dijo Kate.

En ese momento Kate ya no sostenía sus lágrimas y lo único que hizo fue cubrirse completamente con la sabana y así paso a un sueño muy profundo como todos los días, siempre los terminaba hablando con la única persona que alguna vez había amado...

Su mami. - así la llamaba "mami"
Por que Mariela Stret (mamá de Kate ) le decía todas las mañanas, "es hora de darle un abrazo a mami" y ella le contestaba "te daré tantos abrazos como sea posible en esta vida"

El día que Mariela se marchó, se llevó un pedazo del corazón de su hija.

Se llevó más de lo que cualquiera hubiera podido imaginar y sería difícil que alguien volviera a llenar ese vacío.

Solo un Te amo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora