Quería verlo nuevamente, llamaba mi atención, tenía un aura misteriosa, quería conocerlo completamente.
Tres de la mañana en punto, Lowell salió con su manta roja y lo que parecía comida en su mano izquierda.
Abrí la ventana.
—¿Te has quedado tan tarde nuevamente sólo por mi? —preguntó, él empezo la conversación esta vez.
—Si —admiti sin vergüenza alguna.
—Eres raro —susurró con la mirada en sus pies, al tiempo que acomodaba la manta roja.
Solté una risa, ¿me llamaba raro a mi cuando él era quién salía cada noche sin falta, exactamente a las tres de la mañana a llorar en la azotea de su casa? El castaño si que estaba loco.
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31 Noches Contigo
Historia CortaAndrew observaba a Lowell todas las noches sin falta desde la ventana de la casa de su abuela. A su punto de vista, Lowell era tan extraño... mira que salir cada noche a las tres de la mañana a la azotea no es nada normal. Quería saber más acerca de...