Y una vez me encontraba subiendo las escaleras a la azotea de la casa de Lowell, quería verlo nuevamente.
Se oían sollozos, estaba llorando nuevamente. Lo único que se me ocurrió fue abrazarlo por la espalda, y así lo hice.
Lowell aferró sus manos a mis brazos.—Todo va a estar bien —susurre en su oído, a pesar de que ni siquiera sabía la razón de su llanto.
—Andrew —dijo entre sollozos— te quiero.
"Te quiero". Esas dos palabras terminaron por hacerme perder el control. Y lo besé.
Si, lo besé. Tome cuidadosamente pero con desesperación su rostro y le planté un beso en los labios, el cuál el siguió.Sus labios sabían a fresas y no pude resistirme, mordi su labio suavemente, pude sentir como se encogía. Me separé de él.
—Lo siento, ¿te lastime? —pregunté preocupado.
Él negó.
—No lo volveré a hacer.
—¡No! —exclamó— me-me gustó —admitió apenado.
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31 Noches Contigo
NouvellesAndrew observaba a Lowell todas las noches sin falta desde la ventana de la casa de su abuela. A su punto de vista, Lowell era tan extraño... mira que salir cada noche a las tres de la mañana a la azotea no es nada normal. Quería saber más acerca de...