Janeth Thompson trabaja para la Natalia Empire hace dos años, conoce la triste historia de su jefa Natalie, y como perdio a su hijo Joshua.
Hasta que un dia Joshua aparece, dejandolo como el heredero de la empresa que ocurrira ahora que regrese su n...
Faltaban solo un par de minutos para las ocho, mis manos sudaban.
Tome todo lo necesario para esta noche. Tenia que ser la mejor hoy pondre en practica mi plan.
Escuche el motor del auto detenerse en la calle, mire por la ventana aún nerviosa, mi madre lo notó.
-¿Te espero a cenar?- enarca una ceja divertida.
-No, comere fuera- beso su mejilla -Me saludas a papá cuando llegue- asintio y camine hasta la puerta.
La abro justo en el momento en que Joshua esta a punto de tocar.
-Hola- saludo nerviosa.
-Hola- dice el -¿Nos vamos?- rasca su nuca.
-Claro- cierro la puerta y camino hasta el auto, me abre la puerta y despues rodea el auto hasta la suya.
-¿A donde vamos?- pregunta antes de encenderlo.
-Al restaurante italiano...- le doy las indicaciones, descubri este lugar cuando hize un par de reservaciones para Natalia.
Llegamos en treinta minutos al lugar.
-Buenas noches, ¿reservación?- pregunto la chica de la entrada.
-Si, Janeth Thompson- ella asiente y me busca en la lista.
-Bienvenidos, mi compañera Sabana las atendera-aparece un chica que de inmediato mira a Joshua.
-Buenas noches, los atendere esta noche, siganme- caminamos detras de ella, pedi un mesa lo mas alejado posible, queria tener esta conversación en paz. -Cuando esten listos para ordenar, llamenme- miro a Joshua fijamente antes de irse.
-¿De que quieres hablar?- interrumpió mi asesinato de mirada hacia la mesera.
-Yo... solo... te....- no se que decir, pense todo el dia en esto que ahora decirlo es muy complicado.
-Tranquila- tomo mi mano -Primero pidamos algo de comer y despues hablemos- me sonrió y yo de igual manera hasta que recorde a la mesera.
-Pedire cambio de mesera- dije levantandome.
-¿Por qué?- preguntó.
-No la has visto, no te quita la mirada de encima, no puedo hablar si ella te ve de esa manera toda la noche- estaba levantando la voz.
-Relajate- me pidio. -¿Quieres ir a otro lugar?- sonaba tan comprensivo.
-No, lo menos que queria era arruinar la charla- me disculpe.
-¿No prefieres ir a tomar aire?- su oferta me tento -Caminar por central park y comprar un perro caliente por ahi- la sola idea de estar los dos solos me hizo sonreír.
-Suena muy bien- me levante y tome mis cosas.
Caminamos hasta el auto, subimos y comenzo nuestro viaje hasta central park.
El viaje fue silencioso, ninguno decia nada, yo me limite a ver por la ventana.
-¿Conoces New York?- esa pregunta estuve en mi cabeza hace un tiempo.
-Un poco, solo lo mas turistico- lo mire, tenia la vista fija en la carretera.
-oh- me limite a decir para continuar viendo por la ventana.
-Hemos llegado- anuncio luego de un par de minutos.
Bajamos en silencio y comenzamos a caminar.
-Puedes hablar cuando lo desees- Joshua interrumpió mis pensamientos.
-¿Sabes que tus abuelos, Kate y Óscar ven ente lugar cómo algo romantico?, ellos aqui paseaban y fue donde se declararon un par de cosas- recuerdo aquella Navidad donde la historia de amor de los abuelos tenia atentos a todos los presentes, fue hace dos navidades exactamente.
-Es un lindo lugar, nunca lo habia visto de esa manera- sonrió.
Estoy a punto de decir lo mas importante cuando comienza a llover, y no cualquier lluvia, sino la peor.
-Busquemos un lugar- grita Joshua, hemos caminado un buen tramo que regresar al auto significa llegar empapados.
Por suerte estabamos al oeste del parque y corrimos hacia el museo de historia natural.
-Hay que esperar que se calme un poco he ire por el auto- dijo Joshua.
-Creo que es lo mejor- tome mis brazos para darme calor, la noche era fresca.
-¿Quieres mi chaqueta?- dijo al tiempo que se la quitaba y la colocaba en mis hombros.
-Gracias- aspire su aroma como si fuera lo mejor, desde que habia dejado de trabajar su extrañaba su olor y pasar tiempo con él.
-Oie, con respecto a tu evento, quisiera....- lo detuve.
-No vine a hablar de eso Joshua- sonrei -Quiero hablar de...- no habia cancelado todo para al final arruinarlo, de alguna u otra manera se lo diria.
-¿De?- me miro y se acerco un poco, yo me aleje los nervios me traicionaron. -Si te es dificil lo entiendo, podemos hablar otro dia- le estaba dando la espalda, pero no queria hablarlo otro dia, era ahora o nunca.
Asi que me gire y fui hacia él, sino tenia palabras quizas mis actos dijieran todo lo que llevo guardado.
Lo abrace, y para mi maravillosa suerte, el me correspondio.
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