Caen las horas, pesadas.
Se amontonan en mi mesa
unas cuantas toneladas
de papeletas impresas.
¡Cuánto tengo que firmar,
corregir y poner cuños!
Cuando acabe he de archivar,
sonriendo con los puños.
Estoy cansada de todo.
Mientras, se escucha otro ring.
Nuevo reporte, no hay modo
de al hastío poner fin.
Sal y busca al carpintero,
el albañil ya no está.
Viene y saluda el plomero.
El eléctrico se va.
Otro encarguito del jefe,
—¿A dónde tengo que ir?
Enseguida, mequetrefe—.
Y otra vez a sonreír.
El reloj hoy a la inversa
ha decidido avanzar.
Y la rutina, perversa,
jamás deja de atacar.
Me levanto y doy un sorbo
de tan amargo café.
Todo esto es un estorbo,
pero acabará, lo sé.
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Hastío Laboral ©
Poetry¿Estás cansado de la vida laboral? Pues ponle música a los problemas que te agobian y repite con una sonrisa estos tristes versos de un trabajador frustrado. Todos los derechos reservados, no se permite ninguna copia o modificación total o parcial...