El Cumple Deseos [Inuyasha]

capítulo VI

Capítulo VI.

Narra inu.

Caminé Camine por las calles sin ningun problema, ellos no me veían ni escuchaban era lindo ser como soy pero tiene sus desventajas, no puede ser que en estos momentos este caminando por la calle como una persona normal. Me siento más normal así.

-kagome... ¿qué are contigo?-le pregunto a la nada.

-Inuyasha.. hijo mío-es el deseon-nunca serás libre si decides quedarte tras ella y tu lo sabes... INUYASHA tienes que matar-las palabras de deseos fetumban en mi cabeza como si fuera mi propia conciencia.

Dijiste que lo harías no puedes echarte atrás.

Esa si era mi conciencia, si dije que lo haria pero no puedo, yo igual quiero ser libre no voy a estar tras ella por siempre. Seguí caminando mientras ignoraba a mi conciencia que me insultaba.

Enamórate.

-¿qué fue lo que Dijiste?- le pregunto al parar en seco.

Hazme caso una vez y E-NA-MO-RA-TE no seas idiota.... créeme.

-tu sólo no quieres que haga lo que ya no quiero hacer-lo desafió.

Se a callado, yo tenía razón.. tenía pensado quedarme haci, pero esto se acabó soy inuyasha traigo el cumple deseos el cual está a sólo un alma para ser libre y volver a estar vivo. Me puse en marcha a la casa de la azabache donde debe estar que suelta chispas del odio Asia mi alma, no me echaría atrás, tengo que ser libre aún que deba dejar otro cuerpo sin vida.

Narra... Dd.

Jajaja mi hijo es muy hiluso, es como un pequeño niño el cual no sabe que hacer con su vida el cual sigue engañandose a si mismo, con mis mentiras, tonto hijo mío. Seguras siendo mi esclavo, no crei que te negarás a ser inmortal y hacer tan bien tu trabajo que llegaste a este punto de almas obtenidas.

Narra inuyasha.

Llegué ya a su casa y era verdad creo aún su amiga no se fue y no salió de la habitación, es tanto el enojo el cual no a salido aún.me puse a caminar para arriba tenía que hablar con ella.

-no tengo obsion.. volveré a mentirte... pequeño panda-pensé algo triste.

Toque su puerta, escucho movimiento y me habré la puerta, la castaña enojada me mira con odio, cierra la puerta en mi cara. A la que tendría que matar es a ella. Desaparesco en mi humo negro apareciendo dentro del cuarto, no me gusta lo que veo, kagome lloraba en su escritorio a mares, su amiga la abrazaba por detrás (jajaja por detras, ok no, jajaja).

-Kagome, yo-no sabía que decir Sango se sobre salta y kagome intenta callar sus llorosos.

-largate-su voz, era entre cortada y algo gruesa por las lágrimas.

-que no vez que está mal.. ya que no quiere morir.. ¡¡LÁRGATE!! escoria.-me aclara, sonrió y ella frunce el seño.

La enbielvo en mi humo dejándola en un lugar que todos conosen, el centro comercial. Me acerco a mi azabache, la tomo de los hombros, esta se aferra al escritorio.