Mi amada Konoha

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Boruto no podía conciliar el sueño, se  encontraba en la sala de su casa esperando la llegada de su padre. Sabia que posiblemente seria en vano, pero debía de intentarlo. Necesitaba saber que ocurriría de ahora en adelante con su compañera de clases Kakei Sumire. Algo no le agradaba, esa forma que aquel ambu, a quien reconoció como padre de Inojin, se la llevo de su lado, algo no estaba bien, tomo una bocanada de aire y se sentó en el comedor. Lo mejor seria tratar de serenarse y poder obtener respuestas de sana forma. Se llevo una mano al pecho y presiono cerca de su corazón.
-duele.- dijo en un lastimero suspiro.
-¿Boruto?.- se escucho, la melodiosa voz de Uzumaki Hinata.-¿Que haces aun despierto?.- cuestiono su hermosa madre.
-Esperaba al viejo.- contesto con desgano. -hay algo..necesito preguntarle algo importante.- repetía el rubio menor.
-ohhh!.- exclamo Hinata tomando asiento a su lado.-y, ¿se puede saber? Es que al parecer algo te molesta, y no eres de los niños que se queden quietos por mucho tiempo cuando buscas una respuesta.- decía su tierna madre entre pequeñas risas.
-M-mamá!.- entre medio avergonzado y divertido, boruto se preguntaba si estaría bien contarle aquello que lo mantenia inquieto. No quería preocuparla y cargar mas cosas sobre sus hombros. Su mamá era una mujer maravillosa, estaba seguro que ella posiblemente podría aconsejarle pero ahí la duda, ¿estaría bien? ¿Qué pensaría su padre de él?. Jalándose los cabellos llego a una resolución.
-¿Y bien?.- volvió a intentar la mujer de ojos perla. -tal vez pueda ayudarte.- animo la Uzumaki.

El silencio se estaba volviendo algo incomodo en aquella oficina, daba la sensación que podría ser cortado con el filo de un kunai.
-H-hokage-sama, no creo que.- Sumire intentaba romper esa atmosfera algo pesada que de repente se formo .-N-no es necesario que….- intentaba hacerse entender la niña.
-¿Y bien?- esperanzado, Naruto volvió a insistir.-¿No te agrada la idea? Serán como unas vacaciones, y en tu tiempo libre.- apoyo su brazo en el hombro de la pequeña sumire.
-puedes entrenarla, será tu propia pupila.- sonriente soltaba las palabras. -Además, he oído de buenas fuentes que...- se detuvo  un momento para darle mayor énfasis a su discurso. – se que querías entrar como maestra jounin en la nueva academia, pero ¿sabes? .- Haciéndose el interesante observaba a la joven por el rabillo del ojo, al parecer había picado el anzuelo.
-tu sabes, todo el papeleo burocrático, podría tardar meses incluso algunos años entre que los miembros del consejo den el visto bueno.- termino por finalizar.
La joven frente a él analizaba todo lo dicho hasta el momento, si se ponía a pensar, intentar entrar a aquel sitio requeriría de mucha paciencia y muchos jounin de elite y buenos clanes intentarían tener una oportunidad, es mas , no había Konohamaru dicho hace unas semanas que aun él, siendo fiel seguidor de “Naruto-niichan” como solía llamarlo cuando era un jovenzuelo, le había costado conseguir entrar incluso con la propia recomendación del nanadaime. Uzumaki Naruto le estaba brindando una oportunidad que se presenta una en un millón, ella había estudiado las aptitudes de todos aquellos niños en la academia, estaba mas que segura que muchos se decantarían por los prodigios de esta generación. El nuevo y enigmático Mitsuki, de la aldea del sonido, el otro seria Uzumaki Boruto, primogénito del actual regente de konoha , en  ese momento sacudió su cabeza; lo seguro era que Konohamaru, ya hubiera puesto el ojo en aquel niño. La otra opción era la heredera del afamado clan Uchiha junto al problemático de la Clase Iwabe. Por ultimo estaba aquella niña, si ella lo sabia, ese no era todo el potencial que tenia; algo ocultaba y se las había ingeniado para pasar desapercibida, podrían engañar a cualquiera, pero no a sus ojos. Esa chica tenia potencial, mucho potencial y al parecer nadie se había percatado por el cual, estaría en algún futuro mal dirigido. Volvió su vista hacia esas dos personas que esperaban por su respuesta.
-Acepto!- con convicción afirmo la joven. Con pasos decididos se posiciono frente a aquella que de ahora en adelante seria su primera alumna. -Encantada de conocerte Kakei Sumire!- con bríos hablaba la hermosa mujer.
-Desde hoy estaremos trabajando juntas, llevémonos bien!.- sonreía mientras estiraba su mano para poder estrecharla con la de la niña.
-Mi nombre es…- las  palabras quedaron en el aire al ver que, esta no atinaba a reaccionar. Movió su vista hasta el hokage para ver si había cometido algún error, sin embargo solo se mantenía ahí quieto junto a la pequeña con una sonrisa..¿paternal?.
-¡Oiii! Vamos.- con delicadeza Naruto palmeo la espalda de sumire haciendo que diera un paso hacia adelante y saliera de esa forma de su ensoñación.
-E-encantada de c-conocerla, mi nombre es, S-sumire.- suspiro dándose animo a si misma y juntando todo el aire que sus pulmones le permitieran, termino de decir.
– Kakei Sumire, por favor, cuide de mi a partir de ahora, s-sensei. Prometo dar todo de mi, no, no la defraudare.- concluyo extendiendo tímidamente su mano para corresponder al gesto. Pero lo que sucedió a continuación no se lo espero.
-Ka..-. Balbuceaba su nueva sensei y tutora.-Ka...-.
-¿Ka?.- rascándose la barbilla Naruto repetía, ahora si no  entendía nada.
-¿S-sensei?- con nerviosismo sumire pregunto.
Todo paso deprisa, nadie se lo esperaba, incluso el hokage, aquel conocido por sorprender a todos en el momento menos esperado. Al parecer aun le faltaba mucho por aprender y vivir. Dio un paso atrás, y todo sucedió. Los ojos rojos de aquella joven brillaron vivaces mientras se abalanzaba a una perpleja y confundida sumire.
-¡Kawaii!- aquella exclamación sonó por toda la torre. .-Sumire-chan, eres tan mona!!- repetía sin parar Saturobi Mirai, hija de saturobi Asuma y Kurenai Yuuki. Por la frente de Naruto resbalaba una pequeña gota de sudor, al parecer las cosas si podrían resultar y quien mejor que redirigir todo el potencial de esta niña perdida que Mirai, ella poseía lo mejor de sus padres, la valentía, perseverancia de Asuma, exigir lo mejor de uno. Y la templanza y bondad de Kurenai. Si, sumire no podría estar en mejores manos, deseaba en verdad, que esta nueva oportunidad que se abría camino pudiera darle, el cambio correcto a las cosas, que aquella niña creada e inculcada por el odio y la venganza pudiera experimentar un lazo fuerte hacia alguien que sepa guiarla por esta vida, alguien a quien pueda querer tanto como si fuera su propia familia. Así como sucedió con el e Iruka sensei, estaba seguro que Mirai seria como una hermana, tal vez hasta madre para ella, y eso hacia que gran parte de sus preocupaciones desaparecieran. Solo quedaría un problema con el cual lidear, y ese seria..-solo espero que pueda entenderlo-. Susurro de manera inconsciente. Por que él estaba seguro, que la gran batalla llegaría al amanecer, y aquella persona que lograría armar tremendo alboroto por la decisión a la cual se resolvió todo esto tenia nombre y apellido; Uzumaki Boruto.
-H-hokage-sama.- con dificultad llamo sumire. -por favor.- a duras penas modulaba, puesto que aquel abrazo por parte de su sensei estaba acabando con el poco aire que seguramente le quedaba en el cuerpo. Formando una sonrisa en su rostro un tanto en forma de disculpa y divertida, Naruto se dirigió a socorrer a la niña.
-ujum!-. El hokage llamo la atención de ambas jóvenes.- desde el escritorio las observaba, mientras de entre uno de los cajones sacaba un pergamino.
-entonces ¿queda decidido verdad?. Aquello era una afirmación mas que una pregunta.-aquí se encuentra todo lo que debes saber, la tutela de Kakei Sumire recae en tus manos.- la mirada cansada de Naruto se dirigió hacia su joven jounin.
-Saturobi Mirai! Desde hoy eres oficialmente la sensei de esta niña.- dejando pasar uno segundos prudentes volvió a retomar la palabra.- Es posible que las cosas no sean tan sencillas al principio pero espero lo mejor de ambas, también.- extendiendo otros 2 pergaminos mas.- Te autorizo a que puedas tomar 2 jóvenes mas y armes tu propio equipo. Equipo Saturobi. Mañana a las 11 deberán partir.- se formo otro pequeño silencio.
- Lo mejor seria que se alisten y..- dudo en continuar.- si tienen algún pendiente, será mejor que lo resuelvan antes de su partida.- termino de hablar el Uzumaki.
-¡Hai!- Mirai estaba decidida, esta oportunidad no la desperdiciaría, tendría su propio equipo, se aseguraría de que fuera el mejor, uno del cual konoha estuviera orgullosa, así como su padre tuvo al equipo inoshikachou y su madre al mejor equipo de rastreo, ella también lograría tener al mejor equipo. Esa era su meta, lo lograría, ya había dado un pequeño paso con sumire, su sueño..lo alcanzaría. Haciendo una reverencia, Mirai desapareció en una nube de humo.
Decidio entonces relajarse un poco en su silla, cuando se percato que aun había alguien ahí.
-uhmm-. Sumire tenia la mirada baja.
-¿ocurre algo?.- pregunto Naruto viéndola de reojo. -Deberías ir a tu departamento y alistar las cosas, les espera un viaje ajetreado.- divagaba entre palabras el rubio.
-con respecto a tus compañeros.- tanteo con extremo cuidado, pues era un tema sensible por tocar.- me parece que lo correcto seria..- en ese momento fue interrumpido por la niña que sin darse cuenta se encontraba al lado suyo. Sus pequeñas manos sujetaron aquella gran capa y pudo observar que los ojos de sumire escocían. Estaba aguantando las lagrimas. Suspiro, sabia que esto a pesar de todo seria difícil.
-h-hokage-sama, yo..yo no quiero que..- al principio fue una, luego otra y otra, pequeñas lagrimas comenzaron a caer por ese delicado rostro.
Naruto se encontraba en una encrucijada, no le gustaba ver a una niña llorar, siempre fue de corazón blando, pero se preguntaba si su actuar no le traería problemas después. El era el Séptimo Hokage de la hoja, tenia una imagen que cuidar, pero verla así al punto de derrumbarse hizo lo que cualquier persona haría, algo que a el le hubiera gustado que hicieran por el tiempo atrás.
-ven.- le hizo una señal con la mano. Tomándola de los brazos la hizo acurrucar en su regazo. -Te contare algo.- hablaba Naruto mirando al techo. -Hace tiempo, había un niño sin padres, todos en la aldea en donde vivía lo repudiaban y el pequeño no entendía la razón.- continuaba relatando, mientras sentía como sumire se destensaba y comenzaba a relajarse, sin embargo aun sentía las lagrimas caer de la niña.- suspiro y continuo con la historia.
-Boruto, vamos, es mejor que duermas-. Se  escuchaba resonar aquellas dulces palabras de una preocupada madre en la casa de los Uzumaki.
-mmhmm- un somnoliento ojiazul hacia intentos en vano por seguir aguantando no dormirse.
-hasta en  esto te pareces a él.- comentaba al aire Hinata , mientras colocaba una manta sobre su hijo, sabia que no lo podría convencer de lo contrario, por eso lo dejaría ser, cuidándolo desde las sombras como toda madre, entendía que algo mantenía así a su pequeño pero estaba segura que el podría superar cualquier obstáculo que se le presentase. -buenas noches mi pequeño niño- besando su frente, apago las luces y se dirigió a alistar las cosas que había dejado pendiente del día de hoy.
Dando un ultimo vistazo a su retoño, Hinata desaprecio entre los pasillos.

Mientras tanto en la torre del Hokage.

- Entonces, ambos amigos pudieron después de todo ese tiempo reconstruir aquel lazo que creían perdido, ese joven al  cual todo el mundo le dio la espalda, pudo demostrar con creces en lo que se convirtió. -suspiro Naruto, viendo da sumire dormir, limpiándole una lagrima prosiguió. – ese chico siempre creyó que estaba solo, pero hubo una muchacha que siempre confió en él, aun cuando no era nadie.- el sueño lo estaba venciendo, sentía sus parpados pesados.
- deberías tu también, encontrar a esa persona especial pequeña.- y diciendo esto, el sueño se apodero de Naruto.

Tic tac tic tac

Las agujas del reloj seguían su rumbo, el tiempo no se detendría por nadie. ¿Qué les deparara el futuro?

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Y hasta aquí la historia de hoy. Quiero centrarme mas que nada en Sumire, por lo menos desde mi perspectiva. Estaba bastante inspirada que hice 2 capítulos seguidos jeje. Muchas gracias por haber llegado hasta aquí, y leer mi humilde historia.
Atte: Haen~

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