Capitulo 20

48 6 0
                                    


La verdad de aquel día parecía simplemente una mentira, más de ser cierto las cosas cambiarían. Una nueva perspectiva la que Chitose quiere eludir, sea por el amor, o por el grado de aprecio que tiene hacia su princesa.

─ Nee-san, no debes dejar que eso te afecte ─ Chizuru pensó en que tal vez se precipito con su hermana

─ Lo sé ─ Chitose miró hacia una ventana los colores que por ahí se colaban ─ estoy segura de que ella es diferente, aun si toda su familia sea una tanda de asesinos, yo... creo en Akari

─ ¿la amas? ─ dijo Chizuru provocando que las mejillas de su hermanas se tornaran rosadas ─ eso es lo que te hace confiar en ella, pero no solo eso, nosotros hemos visto la bondad en su corazón, ella es diferente

─ Akari es como un ángel

─ tienes razón, y es debido a tu admiración por ella que no resistirás por mucho tiempo la tentación ─ Chizuru tenía ese presentimiento, Chitose caería tarde o temprano

Chitose miró a su hermana preguntándose qué era lo que quería decir, sin más ella no compartía emoción positiva incluso se podría decir que estaba preocupada. Ya sea cual sea su preocupación, algo debía suceder para que Chizuru confiara en los sentimientos de su hermana, y eso no le agradaba.

─ Nee-san, dependemos de la unión de los reinos para lograr sobrevivir ─ dijo Chizuru recordándole a su hermana su objetivo, y recordándolo lo desdichada que eran sus vidas en ese lugar ─ si dejas que tus sentimientos se interpongan en tu misión, la guerra destruirá a los que estamos en medio... a los más débiles, a los humildes... a nosotros.

─ debo... dejarla ir

Chitose comprendió perfectamente el pesar de Chizuru, admitió que razón la tenía y mucho, pero dejar al amor de su vida era algo muy difícil. El juego nuevamente había cambiado de dirección, estaba como al principio, sin ilusiones, sin esperanzas.

─ Nee-san

─ Yo... lo haré ─ dijo con firmeza, y se marchó por la puerta.

─ lo siento mucho, pero tu dolor será recompensado Nee-san ─ Chizuru dijo con voz quedo ─ lo prometo.

.

.

.

Abandonaron el valle muerto que encerraba entre volcanes la aldea de los pesares, para dirigirse una vez más a su destino, el destino de Akari y el destino de Chitose lejos de ella. Chitose ya no confiaría en nada, y nada le detendrá hasta entregar a la princesa al palacio de Himawari.

La princesa iba en frente recorriendo los senderos que llevaban a la entrada del más grande reino, Chitose le seguía y junto a ella iba Hanako, todas montadas en caballos que Chizuru les había facilitado. Estaban cerca de los límites territoriales, ya solo faltarían, si todo sale bien, tres días para llegar a su destino.

Entre ellas había un silencio casi total, de no ser por la chica castaña que mataba el tempo contando o preguntando cualquier cosa. Pero hasta Hanako notaba esa tensión que se había formado entre la princesa y su escolta.

Akari podría sentir culpa por lo que ha Chitose y su hermana les había sucedido, sintiéndose alguien infectado por la sangre de sus antepasados cuyos actos lastimaron a muchos, y entre ese mar de gente herida esta Chitose.

Pero Chitose no compartía los mismos pensamientos, en ella estaba presente siempre los maravillosos recuerdos que ha pasado junto a la pelirroja, aquellos que solo serán recuerdos y que no habrá más nunca algo igual. Sin duda recordar dolería de ahí en adelante, pues ya se había decidido y el camino que ha tomado la lastimará.

Cuentos De La NieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora