Elfos Oscuros

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Mai'ath-ali y Laf'ith-athlar llegaron a donde se encontraba Aza'fir-la, tenían a todo el ejercito enemigo detrás de ellos, y más atrás, al ejercito aliado, que nada podría hacer, así que usar armas no sería una buena idea.

—Aza'fir-la, Reina de los Elfos Oscuros, relata tus deseos y háblame de tu furia, como Rey de los Elfos del Noroeste, quiero abrir una charla diplomática, para entender el motivo de tus acciones. Mai estaba decidido, intentaría hacer retroceder al ejercito enemigo, no estaban listos para la guerra, todas las razas estaban conmovidas por la muerte de sus líderes. Además, conocía el poder de Ocaso y no era momento para desperdiciar sangre. 
—Los Reinos de Dim caerán ante el poder de los Elfos Oscuros, mi Maestro lo dictaminó. —Laf observó con enojo a la Reina, la palabra "Maestro" le resonaba, claro, podría tratarse de Cieri, en todo caso, Soru podría intervenir. Aún así, era peligroso que él esté de vuelta.
—¿Acabas de decir "mi Maestro"? —Laf no se esperó ni un segundo en preguntarlo, era preocupante que volviese el Dragón Dios de la Luna, aunque esté Soru. 
—Exacto, ustedes lo conocen. —Afirmó Aza— Ustedes, mortales, han enterrado a mi pueblo y masacrado la naturaleza de Dim durante milenios, hemos vivido bajo el mar, y ahora, venimos por la venganza. Nuestro objetivo principal, —Señaló hacia Zeth'kur— es esa ciudad, todos estos sucios orcos han destruido a toda naturaleza que se les ha cruzado, y el resto, Humanos, Elfos y No-Muertos, habéis protegido a esas bestias. La furia del Imperio sumergido caerá sobre ustedes, ¡mueran! —Mai tomó la mano de Laf, una lágrima corría por su mejilla, en ese momento, el cuerpo de ambos se extinguió. El Rey y la Jefa de Guerra de Cyred'athem acababan de morir frente a Aza'fir-la.

La Guerra OscuraWhere stories live. Discover now