La guerra del Sur

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Mientras Mai'ath-ali y Laf'ith-athlar se encargaban de defender Zeth'kur, Fel'koz y Apsel defenderían Cold Wind para instalar la paz entre Humanos y No-Muertos. 
Antes de que ellos partiesen al conflicto, Fel'koz pidió ayuda a la Mesa Armada, líderes de los Trolls, compuesta por magos, y anteriormente, por el propio Fel'koz. La Mesa Armada no dudó en ir en ayuda de Fel'koz y se unieron a la resistencia débil de los No-Muertos, con sus nuevos reyes Koeh'ion y Keth'aera-ali.
Al llegar a la ubicación de los reyes de Cold Wind, Fel'koz se acercó y comunicó su ayuda. 
—He sido enviado po' Mai'a'h-ali, Rey de Cyred-athem, vue'tra antigua ciuda', señores de Cold Wind. —Dijo Fel'koz mientras él, la Mesa Armada y Apsel se arrodillaban ante Koeh y Keth. 
—¿Mai'ath-ali sigue vivo? —Preguntó Keth, sin importarle lo demás. 
—Si, mi señora, —Contestó Apsel— Mai venció a Gorrum y liberó a Laf de la corrupción, todos en Cyred lamentaron vuestra muerte luego del conflicto. 
—Estoy muy feliz de por su ayuda. —Dijo Koeh— Ahora, presentaos ante mí, para poder obtener la confianza en su fuerza, caballeros. 
—Yo me llamo Apsel, vengo de Bimi, soy un Humano de otro planeta. Mi poder proviene del equilibrio espiritual, en palabras básicas, soy un monje y puedo ver el futuro. 
—Mi nombre e' Fel'koz, ex lider de los Trolls, portador del Laúd, la segunda arma o'cura exi'tente, he peleado contra Mai y superado su poder y ahora peleamos en el mi'mo bando, también vengo de Bimi. —Fel'koz volvió a arrodillarse y Ujui'em dio un paso adelante.
—Yo soy Ujui'em, líder de los Trolls y la Mesa Armada, ellos son Tar'az y Onki'quiz, somos los magos más fuertes de toda nuestra raza proveniente de Bimi. —Ujui'em alzó su bastón y dijo— ¡E'tamo aquí para devolve' la paz a vue'tro pueblo! —Keth soltó una risa, las palabras y la forma de hablar de los Trolls le había causado gracia, Koeh la miró con una sonrisa, luego, viró hacia Fel'koz con seguridad y los aceptó para la causa. 

Todo parecía estar bien, una alianza se había forjado para finalizar el derramamiento innecesario de sangre, entonces, Apsel tuvo una visión. No era lo que esperaba ver, él quiso anticipar la estrategia enemiga, pero, lo único que vio fue como Mai y Laf eran atravesados por el rápido destello de Ocaso, el arma de Aza'fir-la. 
—¡Fel'koz! —Exclamó. 
—¿Que pasa, cólega? —Fel'koz miró a Apsel, la cara del monje transmitía temor. 
—Necesito encontrarme con el Culto Elemental, Mai'ath-ali y Laf'ith-athlar han muerto, debo irme, ¡ya! —La mirada de Fel'koz cambió, ahora transmitía enojo, no con Apsel, sino porque entendía la gravedad de la situación. El troll no pudo decir nada, símplemente asintió y Apsel se fue sin mirar atrás. 

La Guerra OscuraWhere stories live. Discover now