Laf'ith-athlar, Apsel y Fel'koz, llegaron a un mundo que era pequeño, su agua era clara, casi como el vidrio, su cielo era de un amarillo que se encontraba apunto de ser naranja, el pasto, era verde y corto, como si lo podaran cada día. Pudieron observar una pequeña taberna en el horizonte, y parecía ser, la única estructura artificial en todo ese pequeño mundo.
No tardaron mucho en llegar, aunque se veía al horizonte, las distancias eran cortas, tampoco había fauna en el lugar, sólo hermosas plantas que decoraban cada rincón, por lo que estaban seguros de no encontrar ningún peligro. Al llegar a la taberna, tocaron la puerta, un grito de hospitalidad sonó de dentro, invitando a entrar a los recién llegados, así que Laf abrió la puerta, cuando entraron, observaron tres mesas, dos ocupadas y una vacía, una barra, bebidas, y al presuntamente dueño del lugar. Se acercaron al tabernero, mientras, Apsel y Fel'koz miraban hacia los lados, indicando que buscaban a alguien.
-Hola, ¿merecenarios? -Preguntó el barman.
-Oh, no no, buscamos a un amigo. -Le contestó Laf.
-Que bien, aquí en Arukadia no nos gustan los poblemas, ¿qué tal? Me llamo Kote. -Kote extendió la mano y Laf la tomó, el tabernero tenía una sonrisa de oreja a oreja.
-Pues, bien, creo, soy Laf'ith-athlar. -Replicó Laf con una sonrisa, luego, se viró hacia atrás- Ellos son mis compañeros, Apsel, un Monje Humano, y Fel'koz, un Troll Guerrero. -Apsel y Fel'koz pusieron una mano en su estómago y agacharon la cabeza, en señal de saludo.
-Jajaj, me agradan -Dijo Kote-, bueno ¿y quién es su amigo, señorita?.
-Estoy buscando a Mai'ath-ali, quizá lo conozcas. -Antes de que Kote pueda decir algo, alguien tomó a Laf del hombro, Laf se dio vuelta, y observó como ese sujeto tomaba su capucha y la tiraba hacia atrás, descubriendo su identidad, descubriendo el paradero de Mai'ath-ali.
-Aquí estoy, Laf. -Le dijo Mai. Laf simplemente echó a llorar, estaba muy feliz de tener a Mai de nuevo a su lado, así que simplemente le abrazó.
-¿Por qué huíste, Mai? -Le preguntó Apsel.
-Vamos a sentarnos, es una larga historia. -Mai cargó en su hombro a Laf y la sentó, Apsel y Fel'koz tomaron asiento en aquella mesa vacía- Disculpen, las molestias, primero y principal, pero estaba presionado. El día en que Cieri me capturó, empezó a hablarme de que estaba en el bando equivocado, que Soru solo desconfiaba de mi, y tenía razón, yo soy el Caballero Oscuro, me mostró que luego de llevarme fuera de la ciudad, les dijo a ustedes que me mantengan en vigilancia, eso fue previo a que me capturase. Intentó seducirme, y su oferta me gustó, no lo dudo, puesto que los "oscuros" somos siempre los malos, y yo salvé este mundo. Debido a la confusión, decidí irme, necesitaba alejar mi vida de la guerra, por un tiempo al menos.
Aquí conocí mucha gente, pero en especial, Aza'fir-la.
-¿Quién es Aza'fir-la? -Preguntó Laf.
-Me alegra que lo preguntes, ella es de Dim, pero no es de alguna raza con la que hayamos tenido alguna vez, no, ella es una Elfa Oscura, ¡Nuestra contraparte! -Mai parecía feliz de conocerla, en cuanto a Laf, le daba algo de miedo- Y no es cualquier Elfa Oscura, es la Reina de los Elfos Oscuros, y porta un arco peculiar, se llama Ocaso.
-¿O...caso? -Laf se quedó estupefacta, reconocía ese arma- Mai, Fel'koz, debo revelarles algo.
-Cuentano', pequeña. -Dijo Fel'koz.
-Sus armas no son armas cualquieras, tienen una historia, son armas demoníacas, lo descubrí cuando estudiaba el poder de las sombras. Forman parte de un trío de armas demoníacas, Filosangriento, Laúd y Ocaso, no pensé que Ocaso aparecería tan pronto, ni siquiera pensé verla algún día, imaginaba que estaba perdida en algún lugar del cosmos de los demonios.
-Osea, que si hacemos que Aza sea nuestra aliada, ¡seremos indestructibles!
-Eso... creo -Contestó Laf.
-Bueno, es hora de volver a casa, ¿no crees, chico? -Dijo Apsel.
-Si, vamonos.
Inmediatamente, hicieron un portal que los llevaba hasta Dim, se despidieron de Kote y partieron.Al llegar a Cyred-athem, encontraron un trono sin reina, en ese momento, se enteraron de que LyVil, Duralion, Bram Filosangriento estaban muertos, pero la muerte que Mai más lamentaría, es la de su esposa, Creya Filosangriento.
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La Guerra Oscura
FantasyLaf'ith-athlar, Apsel y Fel'koz se fueron en busqueda del Archimago Mai'ath-ali a través de los mundos, mientras que, una facción de dos personas trajo de nuevo a la vida a Koeh'ion y a Keth'aera-ali, pero antes de eso, una raza desconocida sale de...