-El psicoanálisis fue creado por Sigmund Freud con el objetivo de... - Explicaba el profesor mientras que su voz, bajo mi percepción se hacía cada vez más inaudible.
Realmente me gustaba como explicaba, pero que mierda, mañana me mudaba a mi nuevo piso, sin unos padres que me estén dando la brasa todo el día, sin los vecinos cotillas que se saben hasta que numero de pie usas. Lo único que echare realmente de menos será vivir cerca de mi mejor amiga, Noemi.
-Oye, vendrás a visitarnos de vez en cuando ¿no? - me dice mi amiga en voz baja.
-¿A ti? Obviamente no, no me caes bien – dije y ella me propicio un golpe en el brazo a lo que solté una pequeña carcajada.
-Señoritas, ¿está entretenida la clase? - dijo el profesor llamándonos la atención. - Natalia, por que no sales y nos explicas la teoría de Freud. - Mierda, otra vez yo y encima en mi último día. Noemi te voy a matar.
Estaba levantándome de la silla, mirando de mala manera a mi amiga, la cual me miraba con carita de perro pidiendo perdón, pero el timbre sonó dándonos a entender que la clase había finalizado. Desvié la mirada hacia el profesor y este asintió como hecho de que podíamos salir. Salvada por la campana literalmente
-Robles, ¿podría esperarse cinco minutos?, me gustaría hablar con usted. - ¿me estaba llamando por el apellido? Eso no traería nada bueno. Por suerte es mi ultimo día, por mucho que quiera hacer o decirme no creo que vuelva a verlo más.
-Noemi, esperadme en la entrada de la Facultad, ahora me reúno con vosotros para despedirme ¿vale? - dije a mi amiga y ella asintió. Vi a mis amigos salir de clase al igual que a todos los demás y me dispuse a acercarme a la mesa del profesor.
-Bueno Robles, tengo entendido que es su último día en nuestra Universidad. - dice quitándose las gafas.
-Así es, me incorporo a la Complutense el jueves de esta semana, pero me voy hoy o mañana a hacer la pequeña mudanza y a adaptarme a mi nuevo piso.
-Esta es una muy buena oportunidad para usted, es muy buena en su grado y seguro que le va a ir muy bien.
-Eso espero la verdad – digo un tanto nerviosa.
-Tenga, es una guía para que pueda llevar mejor sus estudios en la Complutense, le será de gran ayuda. - dice ofreciéndome un par de tacos de folios escritos. - Espero que tenga suerte, espero verla por aquí de vez en cuando.
-Muchas gracias profesor, ya vendré a visitarlos – digo sonriéndole mientras el me ofrece a mano a modo de despedida – hasta pronto profesor.
Ante el acto del profesor Martín quedo perpleja, pero a la vez más que conforme, solo estuve un año dando clase con el y ya me trata como si me conociera de más tiempo. En verdad lo agradezco, con profesores así daría mucho más pena despedirse.
Bajo rápidamente a la entrada de la Facultad, donde me estaban esperando todos mis amigos. Me quedo parada viéndolos antes de salir. Realmente si que voy a echar de menos a esta trupe. Si es verdad que solo ha sido un año lo que hemos estado juntos, pero en tan poco tiempo me han demostrado mucho más que otra gente que he tenido conmigo desde hace años. Como Isaac, mi ex.. valiente subnormal.
- ¡¡Pelirroja!! - dijo Carlos, uno de mis amigos, llamando la atención de todos los demás.
- ¿A dónde dices que nos invitarás a comer? - habló esta vez Noemi.
- A ti a ningún sitio, por tu culpa casi tengo que salir a exponer en mitad de toda la clase la teoría de yo que se quien.. - digo cruzándome de brazos como intento de enfado, aunque no fuera así.
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¿Él y yo bajo el mismo techo?
Novela Juvenil".. Sabes de sobra que si me lo propongo no te podrías resistir a mis encantos. Sólo mírate, estoy a unos escasos centímetros de ti y ya puedo sentir como el calor y el nerviosismo se apoderan de tu cuerpo Natalia. ¿Apostamos? ¿O no? "